27 Febrero 2015
La Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción concedió por segunda vez en menos de dos meses, un pedido formulado por la defensa de Germán “El Mocho” Zamudio, acusado del asalto a un “Pago Fácil” de barrio sur en agosto del año pasado. Esta vez, los camaristas Eudoro Albo y Liliana Vitar resolvieron el cese de la prisión preventiva del hijo del ex ministro de Desarrollo Social de la provincia, Enrique Zamudio, aunque el joven continuará vinculado a la causa.
A mediados de enero, la Cámara de Apelaciones ya había hecho lugar al pedido de los abogados Arnaldo Ahumada y Fernanda Battig, y había dispuesto que “El Mocho” cumpliera la prisión preventiva en la casa de su madre, en el microcentro tucumano, para que pudiera continuar con un tratamiento por su adicción a las drogas.
Esta vez, Albo y Vitar revocaron la decisión que había tomado el juez de Instrucción de la I° Nominación, Alejandro Tomas, pero resolviendo el sometimiento de Zamudio al tratamiento iniciado por el médico Fabián Suklje, quien deberá presentar informes quincenales sobre su evolución. De la misma manera, “El Mocho” tendrá que firmar el libro de imputados cada 15 días, hasta que se resuelva su situación procesal en la causa que investiga la fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación Adriana Giannoni.
El asalto
El robo al local de cobro de servicios ocurrió el 8 de agosto de 2014. En la presentación realizada por Ahumada y Battig, se expresó que la acusación en contra de Zamudio surgió de la compulsa de un video que tomaron las cámaras de seguridad del local.
Personal de la división Delitos contra la Propiedad, que dirige el comisario Hugo Cabezas, aseguró haber reconocido a “El Mocho” como uno de los asaltantes. Los abogados aseveraron que se pidió un reconocimiento en rueda de personas con las víctimas, pero que la medida no fue ordenada, y que tampoco se hizo un retrato hablado pese a que las empleadas dijeron que podían describir a los ladrones.
Según Ahumada, Zamudio sufre la persecución del comisario Cabezas, quien lo habría señalado como sospechoso en varios delitos.
Sin antecedentes formales
El abogado destacó en su escrito que “El Mocho” no tiene condenas firmes. El informe que se encuentra en el expediente registra cuatro acusaciones que fueron archivadas y dos causas que aún persisten, pero que no tienen órdenes de detención el contra del imputado.
La Cámara de Apelaciones consideró que en la causa hay elementos suficientes para imputar a Zamudio por el asalto al “Pago Fácil”. Sin embargo, Albo y Vitar concluyeron que lo que no existe es el riesgo procesal que amerite mantener privado de la libertad al joven, mientras continúe la investigación.
“No se avizoran medidas investigativas que pudieran ser obstaculizadas por el imputado, toda vez que ya se han realizado las medidas de investigación personal sobre el mismo”, dice en los fundamentos de la resolución que dispone el cese de la prisión preventiva.
La resolución fue firmada el martes, y el juez Tomas debe disponer la caución real que deberán presentar los abogados para hacer efectiva la libertad de Zamudio.
“El Mocho” estuvo acusado de integrar una banda que cometió varios robos, y ya estuvo detenido. Su nombre figura en los prontuarios policiales y sus allegados aseguran que la Policía lo persigue ante cada asalto en los que no encuentran un sospechoso, y que el joven es inocente.
A mediados de enero, la Cámara de Apelaciones ya había hecho lugar al pedido de los abogados Arnaldo Ahumada y Fernanda Battig, y había dispuesto que “El Mocho” cumpliera la prisión preventiva en la casa de su madre, en el microcentro tucumano, para que pudiera continuar con un tratamiento por su adicción a las drogas.
Esta vez, Albo y Vitar revocaron la decisión que había tomado el juez de Instrucción de la I° Nominación, Alejandro Tomas, pero resolviendo el sometimiento de Zamudio al tratamiento iniciado por el médico Fabián Suklje, quien deberá presentar informes quincenales sobre su evolución. De la misma manera, “El Mocho” tendrá que firmar el libro de imputados cada 15 días, hasta que se resuelva su situación procesal en la causa que investiga la fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación Adriana Giannoni.
El asalto
El robo al local de cobro de servicios ocurrió el 8 de agosto de 2014. En la presentación realizada por Ahumada y Battig, se expresó que la acusación en contra de Zamudio surgió de la compulsa de un video que tomaron las cámaras de seguridad del local.
Personal de la división Delitos contra la Propiedad, que dirige el comisario Hugo Cabezas, aseguró haber reconocido a “El Mocho” como uno de los asaltantes. Los abogados aseveraron que se pidió un reconocimiento en rueda de personas con las víctimas, pero que la medida no fue ordenada, y que tampoco se hizo un retrato hablado pese a que las empleadas dijeron que podían describir a los ladrones.
Según Ahumada, Zamudio sufre la persecución del comisario Cabezas, quien lo habría señalado como sospechoso en varios delitos.
Sin antecedentes formales
El abogado destacó en su escrito que “El Mocho” no tiene condenas firmes. El informe que se encuentra en el expediente registra cuatro acusaciones que fueron archivadas y dos causas que aún persisten, pero que no tienen órdenes de detención el contra del imputado.
La Cámara de Apelaciones consideró que en la causa hay elementos suficientes para imputar a Zamudio por el asalto al “Pago Fácil”. Sin embargo, Albo y Vitar concluyeron que lo que no existe es el riesgo procesal que amerite mantener privado de la libertad al joven, mientras continúe la investigación.
“No se avizoran medidas investigativas que pudieran ser obstaculizadas por el imputado, toda vez que ya se han realizado las medidas de investigación personal sobre el mismo”, dice en los fundamentos de la resolución que dispone el cese de la prisión preventiva.
La resolución fue firmada el martes, y el juez Tomas debe disponer la caución real que deberán presentar los abogados para hacer efectiva la libertad de Zamudio.
“El Mocho” estuvo acusado de integrar una banda que cometió varios robos, y ya estuvo detenido. Su nombre figura en los prontuarios policiales y sus allegados aseguran que la Policía lo persigue ante cada asalto en los que no encuentran un sospechoso, y que el joven es inocente.
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