25 Febrero 2015
A reparar lo que las lluvias o los vándalos destruyeron
Cuando falta una semana para el inicio de las clases, en las escuelas tucumanas se realizan distintas tareas de aprestamiento, sea por los daños que dejaron las tormentas o por acciones vandálicas. Desde los gremios advierten con preocupación sobre la escalada de robos, la falta de agua y el cierre de grados
LA GACETA/ FOTO DE ANTONIO FERRONI
Los delantales ya están lavados y planchados
Las zapatillas en condiciones
Los cuadernos sin estrenar
En una semana arrancan las clases y en las escuelas también se vive clima de aprestamiento: desinfecciones, reparación de los baños, nuevas capas de pintura. Tratan de sanar el daño producido por la intensidad de las tormentas de verano y, en algunos casos, las consecuencias de la delincuencia.
“Durante enero hubo unas 14 escuelas que fueron saqueadas. Entraron hasta cuatro veces y lo primero que se llevaron fueron los artefactos sanitarios”, confirmó Juan Carlos Aguirre, secretario general del gremio Unión de Docentes Tucumanos (UDT). Uno de los casos fue la escuela República de Israel, de Villa Amalia, donde se robaron hasta las puertas, según explicó el gremialista.
El otro gran inconveniente -explicó- es la falta de agua. El deficiente suministro en los establecimientos provoca que la higiene de los baños sea complicada y esto también es un riesgo para el alumnado. “Esto pasa en varias escuelas de Tafí Viejo, de Yerba Buena, de Villa Carmela y en la zona Sur. Hemos hablado varias veces con la SAT, pero no se avanza en nada”, reclamó.
En cuanto a la seguridad, Aguirre dijo que en diciembre se reunieron con la Policía y que les mostraron el proyecto de seguridad que estaban poniendo en marcha. “Así como lo plantearon sonaba impresionante. Daba la impresión de que jamás habría otro robo, pero en enero entraron en varias escuelas y se llevaron de todo”, añadió Aguirre.
Ayuda de la Nación
En la escuela primaria 49 Juan Bautista Alberdi todavía no hay bullicio en las aulas ni en el patio central. Un grupo de docentes inscribe a los alumnos que llegan con sus padres buscando un lugar. Para ello deben pagar un seguro obligatorio de 86 pesos. También se les sugiere alguna colaboración, pero eso es voluntario, explica la directora Ana Rosemberg, que se hizo cargo de este turno hace cuatro meses. Al lugar asisten 450 chicos (primaria) y 30 docentes.
“Estamos arreglando los baños, los techos y pintando con los $ 80.000 que recibimos de la Nación”, explicó la directora.
Se trata de una partida especial que recibieron 210 escuelas para mejorar los edificios. “En marzo llega una partida similar para 100 escuelas más; además, en marzo saldrá el programa de aprestamiento provincial, pero con sumas entre los $ 20.000 y los $ 40.000 para arreglos”, explicó Eduardo Cobos, director de Construcciones Escolares, que depende del Ministerio de Obras Públicas.
Ese dinero es para algunas escuelas que necesitan reparaciones más importantes, aclaró Cobos, ya sea porque sufrieron daños con las tormentas o algún episodio de vandalismo. “En general las reparaciones cada vez son menos porque se trata de hacer el mantenimiento durante el año”, añadió. Ahora están trabajando en más de 30 escuelas, limpiando los techos, los tanques de agua, las canaletas y acondicionando los baños, que son tareas prioritarias.
“Esos fondos que recibieron algunas escuelas sirven para que los directores compren materiales y puedan contratar gente para avanzar con otros arreglos”, apuntó.
Cerrando aulas
Sin embargo, desde los gremios la mirada es otra. Aguirre dijo que al grave problema de los robos y la falta de suministro de agua se le suma que desde hace tres años se han venido cerrando grados y hasta escuelas. “El ministerio está aplicando el decreto 1643 que dice que para mantener grados abiertos debe haber más de 25 alumnos. No se está contemplando la situación de algunas escuelas del interior”, opinó. Son más de 300 los casos en los que se aplicó esta resolución.
Por otra parte, David Toledo, secretario general de Atep, dijo que tras la implementación del jardín de 4 años obligatorio muchas escuelas están en serias dificultades porque no pueden ampliar su capacidad edilicia.
Las zapatillas en condiciones
Los cuadernos sin estrenar
En una semana arrancan las clases y en las escuelas también se vive clima de aprestamiento: desinfecciones, reparación de los baños, nuevas capas de pintura. Tratan de sanar el daño producido por la intensidad de las tormentas de verano y, en algunos casos, las consecuencias de la delincuencia.
“Durante enero hubo unas 14 escuelas que fueron saqueadas. Entraron hasta cuatro veces y lo primero que se llevaron fueron los artefactos sanitarios”, confirmó Juan Carlos Aguirre, secretario general del gremio Unión de Docentes Tucumanos (UDT). Uno de los casos fue la escuela República de Israel, de Villa Amalia, donde se robaron hasta las puertas, según explicó el gremialista.
El otro gran inconveniente -explicó- es la falta de agua. El deficiente suministro en los establecimientos provoca que la higiene de los baños sea complicada y esto también es un riesgo para el alumnado. “Esto pasa en varias escuelas de Tafí Viejo, de Yerba Buena, de Villa Carmela y en la zona Sur. Hemos hablado varias veces con la SAT, pero no se avanza en nada”, reclamó.
En cuanto a la seguridad, Aguirre dijo que en diciembre se reunieron con la Policía y que les mostraron el proyecto de seguridad que estaban poniendo en marcha. “Así como lo plantearon sonaba impresionante. Daba la impresión de que jamás habría otro robo, pero en enero entraron en varias escuelas y se llevaron de todo”, añadió Aguirre.
Ayuda de la Nación
En la escuela primaria 49 Juan Bautista Alberdi todavía no hay bullicio en las aulas ni en el patio central. Un grupo de docentes inscribe a los alumnos que llegan con sus padres buscando un lugar. Para ello deben pagar un seguro obligatorio de 86 pesos. También se les sugiere alguna colaboración, pero eso es voluntario, explica la directora Ana Rosemberg, que se hizo cargo de este turno hace cuatro meses. Al lugar asisten 450 chicos (primaria) y 30 docentes.
“Estamos arreglando los baños, los techos y pintando con los $ 80.000 que recibimos de la Nación”, explicó la directora.
Se trata de una partida especial que recibieron 210 escuelas para mejorar los edificios. “En marzo llega una partida similar para 100 escuelas más; además, en marzo saldrá el programa de aprestamiento provincial, pero con sumas entre los $ 20.000 y los $ 40.000 para arreglos”, explicó Eduardo Cobos, director de Construcciones Escolares, que depende del Ministerio de Obras Públicas.
Ese dinero es para algunas escuelas que necesitan reparaciones más importantes, aclaró Cobos, ya sea porque sufrieron daños con las tormentas o algún episodio de vandalismo. “En general las reparaciones cada vez son menos porque se trata de hacer el mantenimiento durante el año”, añadió. Ahora están trabajando en más de 30 escuelas, limpiando los techos, los tanques de agua, las canaletas y acondicionando los baños, que son tareas prioritarias.
“Esos fondos que recibieron algunas escuelas sirven para que los directores compren materiales y puedan contratar gente para avanzar con otros arreglos”, apuntó.
Cerrando aulas
Sin embargo, desde los gremios la mirada es otra. Aguirre dijo que al grave problema de los robos y la falta de suministro de agua se le suma que desde hace tres años se han venido cerrando grados y hasta escuelas. “El ministerio está aplicando el decreto 1643 que dice que para mantener grados abiertos debe haber más de 25 alumnos. No se está contemplando la situación de algunas escuelas del interior”, opinó. Son más de 300 los casos en los que se aplicó esta resolución.
Por otra parte, David Toledo, secretario general de Atep, dijo que tras la implementación del jardín de 4 años obligatorio muchas escuelas están en serias dificultades porque no pueden ampliar su capacidad edilicia.
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