06 Enero 2004
ESTRICTO. Un agente estadounidense observa atentamente a una pasajera en el aeropuerto.
Washington.- Los extranjeros que llegaron ayer a Estados Unidos tuvieron que someterse por primera vez a reforzadas medidas de seguridad en los aeropuertos, donde les fueron tomadas huellas dactilares y fotografías, entre otras inspecciones incluidas en el programa "US Visit". Tal dispositivo de seguridad, que tan sólo este año tendrá un costo de U$S 330 millones, comenzó a regir en los 115 aeropuertos internacionales y 14 grandes puertos del país, y un programa similar será introducido en breve en los pasos fronterizos a México y Canadá.
El director de la Oficina de Seguridad Interna estadounidense, Tom Ridge, defendió las nuevas medidas en vista de que continúa el peligro terrorista, y las calificó de necesarias para la seguridad de las fronteras. Sin embargo, grupos de defensa de los derechos civiles manifestaron su rechazo al controvertido sistema, que causará demoras innecesarias en los puntos de entrada al país y que posiblemente jamás pueda probar su eficacia.
Se calcula que unos 24 millones de viajeros serán controlados este año. Entre los ciudadanos europeos sólo se verán afectados los que viajen por negocios, los estudiantes de intercambio y los que ingresen a EE.UU. con visado, pero no quienes viajen sin visado -por un período inferior a tres meses-. Sólo 27 naciones, la mayoría europeas, quedan exentas de este programa.
Las críticas
Para muchos críticos del sistema, sin una formación adecuada del personal se los viajeros quedarán sometidos a largas esperas en los aeropuertos. Además, se perderán vuelos y pagarán justos por pecadores con la detención equivocada de supuestos extremistas, como sucedió recientemente con vuelos europeos. Un analista de seguridad en la aviación consideró que con el nuevo sistema se obtendrá un volumen de información tan grande que ningún analista podrá absorber. A su vez, los defensores de los derechos civiles en EE.UU. dijeron que lo que debe hacer el gobierno es reforzar los servicios de espionaje contra el terrorismo, no violar la privacidad de las personas.
Caos en México
En México hubo quejas por los duros controles antiterrorismo que agentes estadounidenses hacen allí a las personas que se dirigen hacia EE.UU., sobre todo en las líneas aéreas. En México, los pasajeros y sus equipajes deben atravesar tres controles, dos de ellos a través de rayos X. Hombres y mujeres son palpados; deben abrir cualquier frasco que lleven y hasta los medicamentos son revisados exhaustivamente. Además de esos controles, los pasajeros que viajan a Los Angeles deben sentarse en una zona acordonada del área de embarque, de la que no pueden entrar o salir salvo para dirigirse al avión. Los controles en México afectan unos 300 vuelos diarios a Estados Unidos y a las miles de personas que diariamente cruzan la frontera común de más de 3.000 kilómetros.
Mientras, el vuelo de media tarde Londres-Washington de British Airways volvió a tener ayer una demora de tres horas, después de haber sufrido cancelaciones y retrasos desde el miércoles pasado. Las autoridades de British se negaron a poner agentes armados en los vuelos como exige EE.UU. (Télam/DPA/Reuter)
El director de la Oficina de Seguridad Interna estadounidense, Tom Ridge, defendió las nuevas medidas en vista de que continúa el peligro terrorista, y las calificó de necesarias para la seguridad de las fronteras. Sin embargo, grupos de defensa de los derechos civiles manifestaron su rechazo al controvertido sistema, que causará demoras innecesarias en los puntos de entrada al país y que posiblemente jamás pueda probar su eficacia.
Se calcula que unos 24 millones de viajeros serán controlados este año. Entre los ciudadanos europeos sólo se verán afectados los que viajen por negocios, los estudiantes de intercambio y los que ingresen a EE.UU. con visado, pero no quienes viajen sin visado -por un período inferior a tres meses-. Sólo 27 naciones, la mayoría europeas, quedan exentas de este programa.
Las críticas
Para muchos críticos del sistema, sin una formación adecuada del personal se los viajeros quedarán sometidos a largas esperas en los aeropuertos. Además, se perderán vuelos y pagarán justos por pecadores con la detención equivocada de supuestos extremistas, como sucedió recientemente con vuelos europeos. Un analista de seguridad en la aviación consideró que con el nuevo sistema se obtendrá un volumen de información tan grande que ningún analista podrá absorber. A su vez, los defensores de los derechos civiles en EE.UU. dijeron que lo que debe hacer el gobierno es reforzar los servicios de espionaje contra el terrorismo, no violar la privacidad de las personas.
Caos en México
En México hubo quejas por los duros controles antiterrorismo que agentes estadounidenses hacen allí a las personas que se dirigen hacia EE.UU., sobre todo en las líneas aéreas. En México, los pasajeros y sus equipajes deben atravesar tres controles, dos de ellos a través de rayos X. Hombres y mujeres son palpados; deben abrir cualquier frasco que lleven y hasta los medicamentos son revisados exhaustivamente. Además de esos controles, los pasajeros que viajan a Los Angeles deben sentarse en una zona acordonada del área de embarque, de la que no pueden entrar o salir salvo para dirigirse al avión. Los controles en México afectan unos 300 vuelos diarios a Estados Unidos y a las miles de personas que diariamente cruzan la frontera común de más de 3.000 kilómetros.
Mientras, el vuelo de media tarde Londres-Washington de British Airways volvió a tener ayer una demora de tres horas, después de haber sufrido cancelaciones y retrasos desde el miércoles pasado. Las autoridades de British se negaron a poner agentes armados en los vuelos como exige EE.UU. (Télam/DPA/Reuter)
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