18 Febrero 2015
la gaceta / foto de diego aráoz
Si Raúl Saavedra decidiera ponerle fin hoy mismo a su carrera futbolística, podría hacerlo sin el temor de haberse perdido algo. Porque vivió de todo: de la alegría de ascender al dolor de descender, pasando por el orgullo de pertenecer a grandes planteles y vestir varias camisetas. Entre ellas, las de Atlético y San Martín, los dos gigantes de Tucumán. De hecho, la idea del retiro se cruzó por su cabeza justo antes de emprender este camino que desembocó en el regreso de Concepción FC a la tercera categoría del fútbol argentino.
“Llegué al club por mi hermano, José. La verdad, estaba un poco cansado del fútbol y pensé en dejar. En la primera práctica tuve una charla con el técnico (Víctor) Godoy, lo pensé y a los dos días volví para quedarme. Me alegro mucho de haber tomado esa decisión o me habría perdido esto. Y ahora quiero seguir, je”, dice a sus casi 37 años el de Villa Carmela, inyectado de energía por un logro que lo llevó a quedar en la historia de los “cuervos”. Acompañado por su mujer, Patricia, y sus hijos Camila, Benjamín y Thiago, dialogó con LG Deportiva.
- ¿Por qué vas a recordar este ascenso en especial?
- Primero que nada, por el grupo que se formó, con jugadores de experiencia y chicos del club, pero ante todo excelentes personas. Y por supuesto, también por cómo se dio todo. Fue una final para infartarse. Cuando nos hacen el tercer gol y Alfaro después mete un cabezazo en el travesaño, honestamente pensé que nos quedábamos sin ascenso.
- ¿Qué les dijo el técnico Godoy en el entretiempo?
- De todo, ja ja. Nos puteó para que reaccionáramos. Es que entramos como desconcentrados y estuvimos ahí de perder todo. Por eso también se festejó así, porque se sufrió mucho.
-¿ Qué pensaste cuando Mauricio Verón marcó el gol?
- No lo podía creer. Lo había hecho ‘el viejito’. En realidad, todos en la defensa somos nacidos en la década del 70. Sumamos como 200 años entre todos, ja ja. Pero la experiencia siempre es importante en las instancias finales.
- ¿Y cómo fue el regreso a Concepción?
- Una locura. Después de festejar en el campo seguimos una hora en el vestuario. Y vinimos cantando todo el camino. Llegamos como a las cuatro de la mañana y había un montón de gente esperándonos en la plaza, festejando. No me sorprendió, sabía que iba a ser así. A Salta fueron a vernos como 3.000 personas.
Entre esa multitud estuvo su mamá, pero no su papá ni su mujer ni sus hijos. Ellos sufrieron el partido por radio, desde Tucumán. “Pensé que iban a penales. Para colmo enganché una radio de Salta, que gritaba los goles de Mitre”, cuenta Patricia, quien admite no ir muy seguido a la cancha. Sucede que a ella le cuesta lidiar con las críticas, como la que señala a Saavedra por haber estado presente en cuatro descensos. “Había una persona anónima que había armado un blog y lo mataba con eso. Es evidente que el que escribió eso no sabe nada”, reprocha.
- ¿Y vos cómo manejas las críticas, Raúl?
- No les presto atención. Yo soy mi primer crítico. Sé cuándo juego bien y cuándo lo hago mal.
- ¿Te quedás en Concepción FC para jugar el Federal A?
- No lo sé aún. La idea es quedarme, pero también hay otras propuestas. Hay que sentarse a charlar con los dirigentes, al pase lo manejo yo. El lunes si Dios quiere estaré entrenando, para quedarme o para moverme si me voy.
- ¿Te llamaron para llevarte a Mitre de Santiago?
- Sí, el presidente Guillermo Raed. Ahí jugué dos años y tengo varios ex compañeros. Dicen que armaron un buen plantel con Carlos Roldán. Pero no arreglé nada. Me tira quedarme acá, cerca de mi familia, en mi casa, que la construí con mi papa en Villa Carmela. Ya tengo el asador, sólo me falta la pileta, je.
- ¿Pudiste hacer una diferencia económica con el fútbol?
- No soy millonario, pero puedo vivir bien.
- ¿Y pensás en el futuro?
- Probablemente trabaje con mi papá en la construcción. Yo de chico era capachero. No me veo como técnico, no tengo personalidad para eso. Aunque eso digo hoy, a lo mejor después me gusta.
-¿Y te gustaría que tus hijos sigan tus pasos?
- A mi señora no, ella quiere que estudien. Aparte no quiere que se vayan a vivir lejos. A mí sí me gustaría. Yo soy hincha de Boca y Benjamín me salió de River, así que le dije que algún día lo voy a llevar. Le encanta, ve fútbol todo el día (N. de la R: el niño pidió permiso durante la entrevista para ir a ver cómo iba el partido entre PSG y Chelsea).
- ¿Te falta algo por cumplir en el fútbol?
- No. Siento que ya cumplí todo lo que quería. En 16 años jugué en clubes de Primera y con Quilmes llegué a una Copa Libertadores. Además compartí equipo con grandes jugadores como Sebastián Saja, Ezequiel Lavezzi, Agustín Orión, Paolo Montero o Saturnino Cardozo. No me puedo quejar.
“Llegué al club por mi hermano, José. La verdad, estaba un poco cansado del fútbol y pensé en dejar. En la primera práctica tuve una charla con el técnico (Víctor) Godoy, lo pensé y a los dos días volví para quedarme. Me alegro mucho de haber tomado esa decisión o me habría perdido esto. Y ahora quiero seguir, je”, dice a sus casi 37 años el de Villa Carmela, inyectado de energía por un logro que lo llevó a quedar en la historia de los “cuervos”. Acompañado por su mujer, Patricia, y sus hijos Camila, Benjamín y Thiago, dialogó con LG Deportiva.
- ¿Por qué vas a recordar este ascenso en especial?
- Primero que nada, por el grupo que se formó, con jugadores de experiencia y chicos del club, pero ante todo excelentes personas. Y por supuesto, también por cómo se dio todo. Fue una final para infartarse. Cuando nos hacen el tercer gol y Alfaro después mete un cabezazo en el travesaño, honestamente pensé que nos quedábamos sin ascenso.
- ¿Qué les dijo el técnico Godoy en el entretiempo?
- De todo, ja ja. Nos puteó para que reaccionáramos. Es que entramos como desconcentrados y estuvimos ahí de perder todo. Por eso también se festejó así, porque se sufrió mucho.
-¿ Qué pensaste cuando Mauricio Verón marcó el gol?
- No lo podía creer. Lo había hecho ‘el viejito’. En realidad, todos en la defensa somos nacidos en la década del 70. Sumamos como 200 años entre todos, ja ja. Pero la experiencia siempre es importante en las instancias finales.
- ¿Y cómo fue el regreso a Concepción?
- Una locura. Después de festejar en el campo seguimos una hora en el vestuario. Y vinimos cantando todo el camino. Llegamos como a las cuatro de la mañana y había un montón de gente esperándonos en la plaza, festejando. No me sorprendió, sabía que iba a ser así. A Salta fueron a vernos como 3.000 personas.
Entre esa multitud estuvo su mamá, pero no su papá ni su mujer ni sus hijos. Ellos sufrieron el partido por radio, desde Tucumán. “Pensé que iban a penales. Para colmo enganché una radio de Salta, que gritaba los goles de Mitre”, cuenta Patricia, quien admite no ir muy seguido a la cancha. Sucede que a ella le cuesta lidiar con las críticas, como la que señala a Saavedra por haber estado presente en cuatro descensos. “Había una persona anónima que había armado un blog y lo mataba con eso. Es evidente que el que escribió eso no sabe nada”, reprocha.
- ¿Y vos cómo manejas las críticas, Raúl?
- No les presto atención. Yo soy mi primer crítico. Sé cuándo juego bien y cuándo lo hago mal.
- ¿Te quedás en Concepción FC para jugar el Federal A?
- No lo sé aún. La idea es quedarme, pero también hay otras propuestas. Hay que sentarse a charlar con los dirigentes, al pase lo manejo yo. El lunes si Dios quiere estaré entrenando, para quedarme o para moverme si me voy.
- ¿Te llamaron para llevarte a Mitre de Santiago?
- Sí, el presidente Guillermo Raed. Ahí jugué dos años y tengo varios ex compañeros. Dicen que armaron un buen plantel con Carlos Roldán. Pero no arreglé nada. Me tira quedarme acá, cerca de mi familia, en mi casa, que la construí con mi papa en Villa Carmela. Ya tengo el asador, sólo me falta la pileta, je.
- ¿Pudiste hacer una diferencia económica con el fútbol?
- No soy millonario, pero puedo vivir bien.
- ¿Y pensás en el futuro?
- Probablemente trabaje con mi papá en la construcción. Yo de chico era capachero. No me veo como técnico, no tengo personalidad para eso. Aunque eso digo hoy, a lo mejor después me gusta.
-¿Y te gustaría que tus hijos sigan tus pasos?
- A mi señora no, ella quiere que estudien. Aparte no quiere que se vayan a vivir lejos. A mí sí me gustaría. Yo soy hincha de Boca y Benjamín me salió de River, así que le dije que algún día lo voy a llevar. Le encanta, ve fútbol todo el día (N. de la R: el niño pidió permiso durante la entrevista para ir a ver cómo iba el partido entre PSG y Chelsea).
- ¿Te falta algo por cumplir en el fútbol?
- No. Siento que ya cumplí todo lo que quería. En 16 años jugué en clubes de Primera y con Quilmes llegué a una Copa Libertadores. Además compartí equipo con grandes jugadores como Sebastián Saja, Ezequiel Lavezzi, Agustín Orión, Paolo Montero o Saturnino Cardozo. No me puedo quejar.
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