18 Febrero 2015
Los 10 capítulos del divorcio Alperovich- Amaya
La confrontación entre los sectores que lideran el gobernador, José Alperovich, y el intendente, Domingo Amaya, recrudeció tras las elecciones de 2013. Los tironeos económicos y los cruces políticos durante todo 2014 derivaron finalmente en la ruptura del “matrimonio” oficialista
1 - La lista de diputados 2013 abrió la herida
En junio de 2013, el alperovichismo dio a conocer que no había un lugar en la nómina para el amayismo. En julio comenzaron las pintadas “Amaya 2015”. En las elecciones, el triunfo del ACyS en la Capital generó reproches al intendente, Domingo Amaya. En agosto, comenzaron los cruces por la presencia de vendedores ambulantes en la ciudad. Finalmente, serían erradicados por el Gobierno Provincial. En noviembre, Germán Alfaro dejó el Concejo para “politizar” la gestión de Amaya.
2 - La deuda municipal, la primera batalla
A fines de enero de 2014, Amaya reconoció que su sueño era ser gobernador. Trascartón, pidió el refinanciamiento de la deuda municipal. Alperovich respondió entonces que lo veía como un buen sucesor. Días después, se reunieron para firmar el Pacto Social, que ya habían rubricado los otros municipios. Alperovich afirmó que no se trataría un plan de pagos, pero que la Provincia dejaría de cobrarle intereses anuales. El intendente se fue con un sabor amargo.
3 - Alperovich recorre la capital, pero sin Amaya
Tras las elecciones, el gobernador y el intendente no recorrieron más juntos obras. “La autonomía municipal es una quimera”, lamentó Amaya el 1 de marzo en el Concejo. Por decreto, el jefe municipal titularizó a 300 docentes municipales. Esta iniciativa había sido vetada antes por la Provincia. “La Provincia no es una fuente inagotable de fondos”, retrucó Alperovich. Amaya reclamó que le llegaron menos fondos del Pacto Social durante esos meses.
4 - La ciudad, fuera del plan “Más Cerca II”
A fines de marzo, el PE citó a los municipios para avanzar en el plan de obras “Más Cerca II”. Amaya no fue invitado. Ambos se mostraron distantes por primera vez en público en la inauguración de la sede de la fundación “María de los Ángeles”. Apenas se saludaron, pero Alperovich dijo luego de que el diálogo con el intendente era permanente. Amaya también bajó el tono al desencuentro. Las pintadas “Amaya 2015” alcanzaron también el interior de la provincia.
5 - Otro round por los fondos públicos
En abril, la capital pide al PE unos $ 170 millones que la Provincia le habría retenido de ingresos coparticipables y de recaudación tributaria. La Provincia respondió que Amaya debía casi $ 600 millones. “El Municipio capitalino es uno de los que más ayudamos”, enrostró Alperovich. “No hay que mezclar política con gestión”, pidió Amaya. Germán Alfaro atacó al alperovichismo.
6 - La última reunión y una breve tregua
El 22 de abril Amaya fue recibido por Alperovich en la Casa de Gobierno por última vez. “Reconocimos nuestra deuda pero quedó en claro que necesitamos más fondos de la Provincia”, afirmó el jefe municipal. Los dirigentes acordaron una tregua. La confrontacón verbal entre miembros de ambos sectores menguó. Como respuesta, durante mayo, llegaron más fondos a las arcas de 9 de Julio y Lavalle.
7 - Los cortocircuitos más feroces por la sucesión
Alfaro había manifestado que Amaya era “mejor persona y un hombre de fe”, en comparación con Alperovich. Esto generó la ira del oficialismo provincial. Semanas después, Sergio Mansilla consideró a Beatriz Rojkés como “candidata natural” a la sucesión. Sólo en las monarquías hay herederos”, ironizó Amaya. Alperovich afirmó en esa oportunidad:“tienen miedo de ir a una interna”. En julio, Alperovich ya dudó de si el intendente iría a las PASO por dentro del PJ.
8 - La agresión a Amaya y la puja por un barrio
Un albañil golpeó a Amaya en Amaicha, durante una visita de campaña. Éste deslizó que el ataque tuvo un trasfondo político. En agosto, el amayismo se quejó por el pase de “Manantiales Sur” a la capital.“Los movimientos (del amayismo) son políticos”, reprochó Alperovich enojado. Amaya reiteró el reclamo y agregó: “yo no soy obsecuente”. En paralelo, el amayismo propuso que se implemente el voto electrónico para que haya “mayor transparencia”.
9 - Confrontación por la re re legislativa
Alperovich y Amaya volvieron a cruzar posturas públicamente, en relación a la posible reelección indefinida para cargos legislativos impulsada por algunos alperovichistas. “Hay que cumplir con la Constitución. “Es una barbaridad que piensen en eso cuando hay desocupación”, lanzó el administrador de la ciudad. Las críticas del amayismo se redoblaron por las obras y por el estilo de gestión. “A la política no se la hace hablando, sino trabajando”, respondió Alperovich.
10 - Invitación y portazo al justicialismo
En diciembre, el alperovichismo ofreció a 9 de Julio y Lavalle una alianza para seguir gobernando el PJ (se renuevan autoridades en marzo). Tras negociar con la Casa de Gobierno, Amaya, vicepresidente del partido, anunció que no seguiría dentro de la estructura porque ello lo condicionaría para las elecciones provinciales. De esta manera, pegó también un portazo al alperovichismo y ratificó sus intenciones de ser el sucesor de Alperovich tras los próximos comicios.
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