Por Carlos Páez de la Torre H
18 Febrero 2015
DE JULIO P. ÁVILA. Portada del raro folleto “Hojas de laurel del Escudo de Tucumán”, de 1897, que narra episodios vinculados a la batalla de 1812. la gaceta / archivo
Es conocido lo difícil que resulta encontrar hoy, en nuestras destartaladas bibliotecas públicas sin fichero (Sarmiento y Alberdi), los viejos folletos que alguna vez conservaron. Debimos acudir a la venerable Biblioteca Pública de la ciudad de La Plata (y a la gentileza de nuestro colega, el doctor Fernando Barba) para detectar un trabajo de Julio P. Avila (1868-1932), referido a la batalla de Tucumán.
El folleto tiene 24 páginas y lleva el título “Hojas de laurel del Escudo de Tucumán”. Lo estampó en nuestra ciudad la Imprenta “La Argentina”, en 1897. El texto había sido premiado con “Tarjeta de Plata” en el certamen de la Sociedad Sarmiento. Se abría con una critica del autor a ese fallo: subrayaba que el suyo era el único trabajo presentado al tema “Narración de episodios de 1812”.
Es una obra temprana del historiador que, veintitrés años más tarde, daría a luz las 474 compactas páginas de “La Ciudad Arribeña”. A pesar de que sus fuentes principales eran conocidas –las memorias de Paz y de La Madrid- el folleto contiene referencias de detalles, interesantes y coloridas. Le fueron aportadas por añosos testigos que entrevistó, como la señora Gertrudis Zavalía.
Así, por ejemplo, rescata puntos y calles de la ciudad en los cuales se produjeron desplazamientos de las fuerzas; o precisa la ubicación de algunas casas particulares, tanto como aporta anécdotas que conservó de la época la memoria popular, por ejemplo. Aclaraba Ávila que no pretendía describir la batalla, sino presentar al jurado del certamen “narraciones de episodios ocurridos en aquel año memorable”. Y, decía, “como tucumano, debo contribuir a satisfacer tal deseo”.
El folleto tiene 24 páginas y lleva el título “Hojas de laurel del Escudo de Tucumán”. Lo estampó en nuestra ciudad la Imprenta “La Argentina”, en 1897. El texto había sido premiado con “Tarjeta de Plata” en el certamen de la Sociedad Sarmiento. Se abría con una critica del autor a ese fallo: subrayaba que el suyo era el único trabajo presentado al tema “Narración de episodios de 1812”.
Es una obra temprana del historiador que, veintitrés años más tarde, daría a luz las 474 compactas páginas de “La Ciudad Arribeña”. A pesar de que sus fuentes principales eran conocidas –las memorias de Paz y de La Madrid- el folleto contiene referencias de detalles, interesantes y coloridas. Le fueron aportadas por añosos testigos que entrevistó, como la señora Gertrudis Zavalía.
Así, por ejemplo, rescata puntos y calles de la ciudad en los cuales se produjeron desplazamientos de las fuerzas; o precisa la ubicación de algunas casas particulares, tanto como aporta anécdotas que conservó de la época la memoria popular, por ejemplo. Aclaraba Ávila que no pretendía describir la batalla, sino presentar al jurado del certamen “narraciones de episodios ocurridos en aquel año memorable”. Y, decía, “como tucumano, debo contribuir a satisfacer tal deseo”.
Temas
Madrid
Lo más popular