16 Febrero 2015
EL HUMAHUAQUEÑO
Cuenta Héctor Benedetti que el autor de El Humahuaqueño, el guitarrista Edmundo Zaldívar (1917-1978) poco tenía que ver con el Norte. Había nacido en el barrio de Palermo. Acompañó a casi todos los cantantes de tango, fue músico estable de Radio El Mundo, integró la orquesta de Ricardo Tanturi y fue compañero del bandoneonista Ciriaco Ortiz. Todo lo ubicaba a muchos kilómetros de la quebrada de Humahuaca. Los directores de Radio El Mundo le habían encargado la composición de algún aire norteño para ser estrenado por el elenco de la emisora. La música folklórica que se difundía por las radios de Buenos Aires tenía casi invariablemente un carácter cuyano-pampeano; era fundamental introducir una variante para atraer nuevos oyentes. El guitarrista sólo conocía el Norte por los dibujos de Billiken. Zaldívar viajaba a los estudios de la radio en un colectivo; sacó un papel, lo pautó con un desparejo pentagrama y empezó a construir la melodía. Al llegar a Radio El Mundo ya estaba terminado aquel “aire norteño”. Quedaba la cuestión del título y del género. No le preocupaba demasiado, puesto que era un tema por encargo que, según creyó, no estaba destinado a perdurar. En la sala de ensayos, sus compañeros del conjunto tradicionalista “Motivos de mi tierra” aprobaron ponerle El humahuaqueño e identificarlo como un carnavalito, pero era un huaino. Tampoco era exacta la noticia de la primera estrofa: “erke, charango y bombo” es una combinación instrumental imposible. Pese a todo, El humahuaqueño se convirtió en la canción más representativa del norte argentino, la que al escucharse todavía hoy, a tantos años de ser imaginada, nos sigue identificando con los paisajes de la Puna.
Salvador Gallucci
Gravedad Institucional
La resonante denuncia reciente de una vocal de la Sala IV de la Cámara Penal a sus dos colegas del tribunal en esta ciudad generó acciones en la Corte Suprema y el inicio de un “sumario “administrativo”, que instruye el ministro público, Edmundo Jiménez. El caso trasciende lo meramente administrativo, al tener en cuenta que la vocal María Alejandra Balcázar denunció a las otras integrantes de la misma sala, Wendy Kassar y María del Pilar Prieto, por agresión y violencia. Incluyó en esa denuncia irregularidades presuntas en los trámites de causas penales sometidas a su conocimiento y decisión. Ahora se anuncia que el miércoles próximo, esas tres integrantes de la Sala IV conformarán el tribunal que presidirá la etapa oral de un juicio por supuesto “abuso sexual con acceso carnal”, según trascendió. Aquí es donde corresponde que la Corte Suprema designe otro tribunal (otra sala) en razón de que no se puede garantizar que el tratamiento que eventualmente se le dará al caso en debate, no estará teñido de la natural expectativa de cada una de las integrantes por el resultado y consecuencias del sumario al que están sometidas. Dicho esto sin que se presuma que la imparcialidad e independencia de cada una de las magistradas pueda estar puesta en juego. El artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), que integra el cuerpo de tratados, declaraciones y pactos internacionales incluidos desde la reforma de 1949 en la Constitución Nacional, establece que “toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones, o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”. Pensamos que, como está planteada la denuncia ante la Corte Suprema, y tratándose de una cuestión que arrastra una gravedad institucional que afecta el propio desenvolvimiento de la administración de justicia, el máximo tribunal de la Provincia debería emitir una acordada que suplante para el caso a ventilarse el miércoles próximo el juicio oral, a los camaristas involucrados en el sumario. El acusado y a su vez la víctima en este juicio no tendrán para sí la garantía de “un tribunal independiente e imparcial”, cuando la Corte Suprema tiene la responsabilidad de afianzar el normal desenvolvimiento de la justicia, y muy especialmente en el fuero penal. La gravedad institucional salta a la vista, más allá de un sumario administrativo.
Carlos Duguech
La paz
Uno de los estados más anhelados en lo social, político y personal es la paz. A tales efectos, muchos piensan que la paz sólo puede venir después de la justicia. Otros, a la inversa, piden paz para poder hacer justicia. Nuestro infortunado país posee una larga lista de fracasos sin aprovechar. En lugar de buscar la paz haciendo fracasar las guerras y las agresiones, suelen empeñarse en tareas estériles del tipo “análisis de sangre a vampiros” para ponerlos a dieta. En nuestro país donde todavía se puede aprender, pero enseñar casi no, por la quiebra o deformación de los modelos. Y debido a cierta oposición a la práctica de pensar, se corre el riesgo de desembocar en una ignorancia activa y negadora. Es decir, en la estupidez, la única enfermedad que ni se trata ni se cura. De repente llega Facebook con su insistente “¿qué estás pensando?” sin importarle si gusta o no, sin calificar la respuesta obtenida, y dejando la calidad del sitio en manos del aire. Podría agregarse, también, ¿en quién estás pensando? ¿Contra quién? y, sobre todo, ¿por qué estás pensando? Un país donde no basta con morirse sin que falte todavía un plus para descansar en paz. Estamos a varios meses del otorgamiento del Premio Nobel de la Paz y como vamos no creo que lo ganemos. Pero en esta lluvia dorada de fracasos, fuera del tarro, quizá sí obtendríamos, si lo hubiera, el Premio Nobel de la Pis. Algo es algo.
Osvaldo Aiziczon
Inflación, picardía o robo
Este es un tema recurrente y diría que vino para quedarse. Decía anteriormente que, desde Juan Domingo Perón en su primer gobierno, donde inició una campaña “contra el agio y la especulación”, que en una definición resumida significaba decir: ”contra los que procuran provecho o ganancias a cualquier precio, especulando abusivamente sobre los dineros de los ciudadanos”. Desde entonces, ningún gobierno, ni civil ni con militares, abusivos genocidas, pudo acabar con este flagelo que, como filosofía estructurada y permanente en nuestro país, convierte automáticamente en “inflacionista” a los gobiernos por la emisión monetaria y a todos los comerciantes, en cualesquiera de sus ramos. Pero, la verdad, ¿es picardía criolla? José Hernández destaca esta disimulada inmoralidad, que hasta suele festejarse risueñamente, en su personaje “el viejo Vizcacha, ladrón, decidor y perdulario”, y que desde 1879 se enraizó en nuestra sociedad. Imagino que Hernández lo caracterizaba para evitarlo y no para imitarlo. Veamos algo de “la inflación”: alguien, sin fundamento alguno dijo que la inflación este año alcanzaría el 30% hasta diciembre, pero al día siguiente, ¡sí, al día siguiente!, todos los precios subieron ese 30%y un poco más “por si las moscas”. Pero, adjetivado a los más adecuadamente, esto en verdad es un verdadero robo. Claro está que en un país donde todos creen que deben ganar salarios de jueces, o 10 veces más que lo que ganan, estos robos podrían pasar desapercibidos. Un solo ejemplo: días pasados fui a comprar la tapita plástica del recipiente de agua del radiador de mi auto. En un negocio, un repuestero me cobró $ 80 y la pagué por necesidad. Por fortuna era más grande y volví a cambiarla a los 5 minutos. Entonces me ofreció “la importada” a $ 180. Solicité entonces la devolución del dinero y tras una larga pelea lo conseguí. Luego me fui a otro repuestero que localicé en la computadora con precios actualizados. Allí me cobraron sólo $ 40. Por lo tanto, el primer negocio le gana más de un 400% al mismo producto. Entonces, ¿esto es inflación, picardía criolla o simplemente un robo?
Federico Vázquez
La conquista social
Siempre sorprende la brutalidad mafiosa cuando ya no tienen argumentos y saben que no tendrán los votos necesarios. Operan, difaman, ensucian, amenazan, ocultan, incitan, desprecian, mienten. Se dicen custodios de la democracia y el bienestar social, pero fueron cómplices de los que nos mataron, nos robaron, nos vendieron, nos rifaron, nos quitaron hijos, bienes, libertades, ahorros, trabajo, toda seguridad y los sueños durante décadas. Vuelven. Son los mismos, con los mismos procedimientos y aprietes. Son soberbios, peligrosos y articulados en banda para insistir en despojarnos, ofendernos, debilitarnos. Para que inmersos en el caos y la sospecha que generan respiremos el miedo y el espanto, y no podamos pensar. Sudan, respiran, conspiran y vomitan odio a cada paso, en cada palabra, en cada acción. Y nos señalan por sostener nuestros sueños, nuestras mínimas conquistas. Porque aún falta mucho, y mientras estos siniestros jueguen en los resquicios sociales, no habrá descanso ni conquista social asegurada.
Francisco Centurión
Ave María s/n, San Pedro de Colalao
Fiscal Nisman
Ampliando las inquietudes de los lectores Lionti y Eudal (cartas del 2/2 y del 15/2) propondría que se pusiera el nombre del fiscal Alberto Nisman a una de las calles del Barrio Kennedy. Esto sería un homenaje integral a quien fuera, en los últimos tiempos, un asiduo visitante al equipo de asesores de la embajada de EEUU en Buenos Aires.
Dora Lazarte
Payró 3.505
San Miguel de Tucumán
Recuerdo del padre Parrado
Un ángel retornó al cielo hace una semana: el padre Emilio Parrado. El suelo de Famaillá conoció sus primeros pasos en el camino a su consagración a Dios y al prójimo. En la capital de Tucumán, en Muñecas y Paraguay, fundó la parroquia Nuestra Señora de Fátima, el 13 de mayo de 1955, trabajando arduamente. Luego la escuela, el colegio, el club de básquet, un cine y un comedor donde alimentaba a ancianos desamparados. Me permito hablar de nuestro párroco, por tantos años que nos guió a quienes lo conocimos y tratamos. Por su ejemplo de servidor infatigable y entrega Dios a su feligresía. Para nosotros, ahora de la tercera edad (antes niños), hablar de Nuestra Señora de Fátima es recordar al Padre Parrado.
Elena Rivadeneira
Erradicación de las villas
Hace unos pocos días estuve en la capital tucumana visitando a mi madre y quedé pasmada al ver como la gente que vive en la villa que llaman “El triángulo”, que está ubicada en la calle Rondeau al 2400, enfrentó a los efectivos de la policía, porque habían “agarrado” a uno de ellos robando un vehículo. Mi pregunta entonces está dirigida a las autoridades correspondientes: ¿no es que se iban a erradicar las villas de las zonas céntricas? de la ciudad. Realmente es una lástima ver que ocurren estos hechos en un barrio generalmente tranquilo, tan lindo y lleno de comercios. Ojalá que llegue una solución rápida para que los vecinos vivan en paz, sin zozobras.
Karina Sofía de los Angeles
Ruidos
Cansados de reclamar por las continuas agresiones sonoras que se multiplican en toda la ciudad, emitimos nuestro sincero agradecimiento por el editorial del sábado 14/2, que sabiamente expresa cómo este flagelo deteriora la salud de los que debemos soportar resignados tanto ruido. Me adhiero y comparto que “urgen medidas municipales que reduzcan esta agresión sonora convertida en algo habitual. Debe respetarse y proteger a los niños de corta edad, a los mayores, a los enfermos, etcétera. Hago oportuna la nota para agregar que también se controlen urgentemente los gimnasios que aturden con música que sale estridente a la calle. Agrego también a los taxistas, que circulan con la radio a todo volumen. Al reclamarles, nos atropellan verbalmente. Si la queja no tiene eco favorable, tendremos que unirnos y demandar a la Municipalidad.
Alejandra Pérez Ortega
EL PERONISMO
En el libro “La Razón de mi vida”, Evita dice: “He decidido escribir, no para contradecir ni refutar a nadie”. Allí mismo agrega que al mundo “le hace falta una esperanza que Dios convierta en realidad”. Con este prólogo ratifico mi carta (“Nepotismo y peronismo”, 12/2) en todo su contenido, pues el nepotismo es una de las graves falencias de las instituciones que deben corregirse con compromiso ciudadano y sentido de pertenencia. El propio Jorge Bergoglio en 2010 -hoy Papa Francisco-, en su conversación con el rabino Abraham Skorka, dice que “participar de la vida política es una manera de honrar la democracia”. Claro que participar no significa ser desconsiderado ni mostrar un antiperonismo exacerbado como lo hizo Melitón Saldaño (carta “la herencia del peronismo”, 13/2), a quien, pese a decirme amigo, no lo conozco ni puedo ubicarlo por la dirección que acompaña a su firma. Es raro que en Simoca nadie lo conozca, tampoco los funcionarios policiales consultados ni el propio juez de Paz. En todo caso, “Las Cejas de Aroca” pertenece a una comuna rural del anterior territorio del departamento de Chicligasta, que nunca menciona y pone Simoca, actual departamento desde 1976. Volviendo a mi carta original, bien es sabido que el histórico 17 de octubre de 1945, generó la adhesión de la mayoría de los argentinos, ratificado el 24 de febrero de 1946 con el triunfo del partido Laborista. Además es obvio que el gobierno tuvo muchos dirigentes de otros partidos, pues nacía el Justicialismo, donde hombres como Arturo Jauretche y Discépolo acompañaron este movimiento. Pero el meollo de mis expresiones se fundamenta, expresamente, en certeros comentarios de periodistas de LA GACETA, a los que muchos esquivan mirando para otro lado. Qué bien cae este refrán: “Al que tiene pecado, le pica cuando le echan agua bendita”. En cuanto a los personalismos, no hay que mirar lejos ni tan atrás, ya que Simoca está llena de nombres que nada tuvieron que ver con el pueblo, olvidando por ejemplo a Dardo Molina. En referencia a Evita, ella está por encima de paupérrimas apreciaciones. El padre Amado Dip sostenía que Evita supera todas las fronteras pues su corazón expresa la justicia y el amor. Nuestro poeta Ángel Leiva escribió: “Evita, la abanderada de los trabajadores de América Latina o también la enemiga política de muchos”. Mi pública militancia en la vida me enseñó no sólo a valorar a quienes piensan o creen distinto sino también a respetarlos y admirarlos. No es el caso de los que “rebolian la media” y quizás tienen resentimientos escondidos y sufren cuando el pueblo, la juventud y los más pobres exaltan las conquistas sociales del Justicialismo. Ser o no ser, esa es la cuestión. Con esto finalizo mi participación en este tema, y ojalá exista un encuentro personal que nos haga sentir que para “un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.
Esteban Lito Ledesma
Mitre 496, Simoca
Choques en Bolívar y La Rioja
Otro violento accidente que milagrosamente no arrojó víctimas mortales tuvo lugar en la famosa esquina de Bolívar y La Rioja, frente a la mismísima DAU. Involucró a dos vehículos, y uno de ellos terminó desplazándose por la vereda 30 metros, y en su recorrido “rayó” los frentes de las casas. Gracias a Dios no venía nadie caminando porque hubiera sido un desastre. ¿Costará tanto a las autoridades municipales ser sensibles a un pedido para que instalen un semáforo de una vez por todas? Para “vivir la ciudad”, como se publica en todos los medios, parece no alcanzar la voz de los vecinos que vivimos aterrados ante los estruendos de choques que casi a diario ocurren en esa esquina. En la ochava noroeste las colisiones terminan con autos y motos subiendo la vereda y aveces llegan a las puertas de los domicilios. En la cuadra hay dos escuelas a la que concurren muchos niños. No podemos especular con la protección de Dios, que de por sí ya hizo milagros en esa esquina. ¿Hasta cuándo y dónde debemos reclamar? ¿Acaso hay que cortar la calle, como está de moda, o poner lomos de burro improvisados para impedir la imprudencia de los automovilistas? El que calla otorga dice un proverbio, y la trágica responsabilidad del que genera el accidente y la Municipalidad que ignora los reclamos vecinales, son sus interlocutores. Aún queda algo de esperanza para que las autoridades respondan con hechos y no con propaganda.
Alejandro Báscolo
Imagen de la provincia
En el “falta mucho por hacer”, me gustaría que en estos meses que le restan a este Gobierno provincial, como a los próximos gobernantes, le dieran prioridad en su gestión al mejoramiento de la imagen de Tucumán. Para ello hace necesario a nivel provincial, utilizar (en el buen sentido de la palabra) toda la mano de obra de los diversos planes sociales a fin de erradicar la inmundicia que nos rodea a lo largo y ancho de la provincia. Y luego de limpiarla, lo más importante, mantenerla. Por el solo hecho de ver todo limpio en forma permanente, la gente acostumbrada en tirar la basura en cualquier parte de seguro se abstendrá de hacerlo. A nivel municipal, que al aeropuerto y a la terminal de ómnibus ingresen sólo los taxis modelo 2005 en adelante, que posean portaequipajes, aire acondicionado, cinturones de seguridad, etcétera, y que sus choferes sean amables y estén bien vestidos. A nivel comunal, que las terminales de ómnibus (ejemplo San Pedro de Colalao), tengan las comodidades mínimas para que, cuando el turista se baje, tenga una muy buena primera impresión, y que sus plazas y calles estén limpias. Debemos tener presente que para los turistas “no hay una segunda primera impresión”.
Rodolfo Emilio Castillo
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