16 Febrero 2015
Según la Policía danesa, los atentados no fueron obra de un terrorista islámico
No creen que haya sido entrenado por los yihadistas en Oriente Medio. El sábado había matado a dos personas y herido a otras cinco en el corazón de Copenhague Ayer abatieron a un joven de 22 años, que tenía antecedentes por violencia de pandillas y posesión de armas
NOCHE DE DOLOR. Los daneses dejaron flores y velas fuera de la sinagoga, uno de los objetivos del atacante. reuters
COPENHAGUE.- Era danés, tenía 22 años y un prontuario de violencia, actividades relacionadas con pandillas y posesión de armas. Ese fue, según la Policía, el autor de los atentados que conmovieron al país el sábado. Lo encontraron ayer y lo mataron en un enfrentamiento a tiros. Su nombre no trascendió.
Jens Madsen, jefe de la agencia de espionaje de Dinamarca, sostuvo que el sujeto era conocido por los servicios de Inteligencia y que probablemente actuó solo, inspirado en el asalto del mes pasado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.
Dos civiles -el guardia de una sinagoga y un cineasta- murieron, mientras que cinco policías resultaron heridos durante los ataques registrados el sábado en la capital danesa.
Testigos de los ataques en Copenhague destacaron que el individuo realizó hasta 40 disparos contra un café que había organizado un evento sobre libertad de expresión, al que invitó a Lars Vilks. Ese artista sueco había recibido amenazas de muerte por dibujar la cabeza del profeta Mahoma en el cuerpo de un perro. Vilks salió ileso.
Posteriormente, el hombre armado fue a una sinagoga cercana donde el guardia, que protegía una ceremonia de confirmación de una joven, fue abatido.
La Policía, que había divulgado previamente una fotografía del sospechoso vestido con un grueso abrigo invernal y un sombrero de lana granate, no cree que haya recibido entrenamiento en campamentos yihadistas en Oriente Medio. El objetivo principal del atacante probablemente era el evento de libre expresión con Vilks.
Miles de daneses dejaron flores ayer frente a la sinagoga. “Somos una nación pequeña y este tipo de cosas no pasan aquí”, enfatizó Frederikke Baastrup, una estudiante de 28 años. Reflejó una sensación generalizada de conmoción, en un país orgulloso de su reputación por la seguridad y la tolerancia social.
Mientras tanto, la Policía acordonó varias secciones en un barrio predominantemente de inmigrantes y retuvo a varias personas para interrogarlas.
En alerta
Las autoridades danesas han permanecido en alerta desde que dos terroristas islamistas mataron a 17 personas en tres días de violencia en París. “Dinamarca y Francia son las mismas naciones, sienten la misma tristeza pero también el mismo deseo de resistir, combatir y derrotar al terrorismo”, expresó el presidente francés, Francois Hollande.
“Atacan los mismos objetivos, atacan lo que somos, lo que representamos, los valores de la libertad, el estado de derecho, de que todos los ciudadanos, cualquiera sea su religión, deben ser capaces de disfrutar”, agregó.
La primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, comentó que los ataques fueron un acto terrorista pero que no se trata del comienzo de una guerra entre Occidente y el Islam. “Cuando disparas balas letales sin misericordia contra gente inocente que participa de un debate, cuando atacas a la comunidad judía, atacas a nuestra democracia -dijo Thorning-Schmidt en las afueras de la sinagoga-. Nosotros haremos todo lo posible por proteger a nuestra comunidad judía”.
Dinamarca se convirtió en blanco de ataques hace 10 años cuando el diario Jyllands-Posten publicó caricaturas que se burlaban del profeta Mahoma, imágenes que provocaron protestas en todo el mundo musulmán. Muchos musulmanes consideran cualquier representación del profeta como una blasfemia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que los ataques posiblemente continuarían y que Israel daría la bienvenida a los judíos de Europa que estén dispuestos a mudarse a ese país.
Jens Madsen, jefe de la agencia de espionaje de Dinamarca, sostuvo que el sujeto era conocido por los servicios de Inteligencia y que probablemente actuó solo, inspirado en el asalto del mes pasado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.
Dos civiles -el guardia de una sinagoga y un cineasta- murieron, mientras que cinco policías resultaron heridos durante los ataques registrados el sábado en la capital danesa.
Testigos de los ataques en Copenhague destacaron que el individuo realizó hasta 40 disparos contra un café que había organizado un evento sobre libertad de expresión, al que invitó a Lars Vilks. Ese artista sueco había recibido amenazas de muerte por dibujar la cabeza del profeta Mahoma en el cuerpo de un perro. Vilks salió ileso.
Posteriormente, el hombre armado fue a una sinagoga cercana donde el guardia, que protegía una ceremonia de confirmación de una joven, fue abatido.
La Policía, que había divulgado previamente una fotografía del sospechoso vestido con un grueso abrigo invernal y un sombrero de lana granate, no cree que haya recibido entrenamiento en campamentos yihadistas en Oriente Medio. El objetivo principal del atacante probablemente era el evento de libre expresión con Vilks.
Miles de daneses dejaron flores ayer frente a la sinagoga. “Somos una nación pequeña y este tipo de cosas no pasan aquí”, enfatizó Frederikke Baastrup, una estudiante de 28 años. Reflejó una sensación generalizada de conmoción, en un país orgulloso de su reputación por la seguridad y la tolerancia social.
Mientras tanto, la Policía acordonó varias secciones en un barrio predominantemente de inmigrantes y retuvo a varias personas para interrogarlas.
En alerta
Las autoridades danesas han permanecido en alerta desde que dos terroristas islamistas mataron a 17 personas en tres días de violencia en París. “Dinamarca y Francia son las mismas naciones, sienten la misma tristeza pero también el mismo deseo de resistir, combatir y derrotar al terrorismo”, expresó el presidente francés, Francois Hollande.
“Atacan los mismos objetivos, atacan lo que somos, lo que representamos, los valores de la libertad, el estado de derecho, de que todos los ciudadanos, cualquiera sea su religión, deben ser capaces de disfrutar”, agregó.
La primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, comentó que los ataques fueron un acto terrorista pero que no se trata del comienzo de una guerra entre Occidente y el Islam. “Cuando disparas balas letales sin misericordia contra gente inocente que participa de un debate, cuando atacas a la comunidad judía, atacas a nuestra democracia -dijo Thorning-Schmidt en las afueras de la sinagoga-. Nosotros haremos todo lo posible por proteger a nuestra comunidad judía”.
Dinamarca se convirtió en blanco de ataques hace 10 años cuando el diario Jyllands-Posten publicó caricaturas que se burlaban del profeta Mahoma, imágenes que provocaron protestas en todo el mundo musulmán. Muchos musulmanes consideran cualquier representación del profeta como una blasfemia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que los ataques posiblemente continuarían y que Israel daría la bienvenida a los judíos de Europa que estén dispuestos a mudarse a ese país.
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