13 Febrero 2015
EN SU SALSA. Distaulo disfruta del mate y la pelota, ayer, en el patio frontal de la casa de su tío en el Gran Buenos Aires. foto gentileza / alejo distaulo
Para Alejo Distaulo (19 años), el camino a la gloria no necesariamente respeta las estaciones tradicionales de cualquier futbolista. El actual jugador de River (integra el equipo de reserva) empezó a patear la pelota en una escuelita en su San Pablo natal, hizo inferiores en Atlético, pero se fue hasta la Liga para debutar en Primera con San Pablo. Pasó a Almirante Brown de Lules donde salió campeón y desde donde se lo llevó el “Millonario”, sin escalas. Ahora, el delantero está muy cerca de convertirse en un nuevo refuerzo “decano” para seguir dándole ribetes inesperados a su carrera.
“No hay nada concretado pero hablé con mi representante y está de cerca de hacerse. Me encantaría llegar a un club tan grande”, admitió Distaulo desde la casa de su tío en Villa Adelina, al norte del Gran Buenos Aires. La dirigencia de Atlético responde lo mismo: “casi, casi”, admite un vocero.
El jugador sigue entrenándose con la Reserva de River pero tiene decidido marcharse a préstamo. A Atlético o a otro club como Mitre de Santiago, que también lo tentó.
“Necesito rodaje y aunque sé que la voy a tener que pelear sea donde sea, quiero jugar este año”, adelantó Distaulo. Ganarse un lugar por ahora se hace complicado en el “Millonario” pero él tampoco se resigna, solo quiere una oportunidad para mostrarse.
“Venir desde Almirante a River fue un salto muy grande y me tuve que adaptar a un fútbol totalmente diferente. Fue muy dura esa primera etapa”. Quizás en esas palabras se explique parte del extraño itinerario de su carrera.
Entrenadores como Pastor Ovejero, José Ernesto Campos, Alberto Marti, Jorge Salas y hasta Gustavo Zapata (ex entrenador de la Reserva de River) fueron los que forjaron el carácter y las viejas y nuevas características de Alejo.
“Allá (en Tucumán) el juego era mucho más apretado, con mucho choque, como a mí me gusta. Acá (en River) es más rápido y la preparación física es clave”, contó.
Quizás la B Nacional, aunque juegue en Tucumán, lo espere con el mismo ritmo, pero a su favor, el ganador del premio al mejor futbolista del año 2014 para LA GACETA, tiene lo más importante. “Voy a estar cerca de mi familia y mis seres queridos. Eso es clave. Ojalá se dé”, concluyó.
“No hay nada concretado pero hablé con mi representante y está de cerca de hacerse. Me encantaría llegar a un club tan grande”, admitió Distaulo desde la casa de su tío en Villa Adelina, al norte del Gran Buenos Aires. La dirigencia de Atlético responde lo mismo: “casi, casi”, admite un vocero.
El jugador sigue entrenándose con la Reserva de River pero tiene decidido marcharse a préstamo. A Atlético o a otro club como Mitre de Santiago, que también lo tentó.
“Necesito rodaje y aunque sé que la voy a tener que pelear sea donde sea, quiero jugar este año”, adelantó Distaulo. Ganarse un lugar por ahora se hace complicado en el “Millonario” pero él tampoco se resigna, solo quiere una oportunidad para mostrarse.
“Venir desde Almirante a River fue un salto muy grande y me tuve que adaptar a un fútbol totalmente diferente. Fue muy dura esa primera etapa”. Quizás en esas palabras se explique parte del extraño itinerario de su carrera.
Entrenadores como Pastor Ovejero, José Ernesto Campos, Alberto Marti, Jorge Salas y hasta Gustavo Zapata (ex entrenador de la Reserva de River) fueron los que forjaron el carácter y las viejas y nuevas características de Alejo.
“Allá (en Tucumán) el juego era mucho más apretado, con mucho choque, como a mí me gusta. Acá (en River) es más rápido y la preparación física es clave”, contó.
Quizás la B Nacional, aunque juegue en Tucumán, lo espere con el mismo ritmo, pero a su favor, el ganador del premio al mejor futbolista del año 2014 para LA GACETA, tiene lo más importante. “Voy a estar cerca de mi familia y mis seres queridos. Eso es clave. Ojalá se dé”, concluyó.
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