Dosis de erotismo light en la pantalla

Dosis de erotismo light en la pantalla

“50 sombras de Grey” decepcionó a los críticos de cine en su avant mundial en Alemania

FUERA DEL CELULOIDE. Alfombra roja para Dakota Johnson y Jamie Dornan. reuters FUERA DEL CELULOIDE. Alfombra roja para Dakota Johnson y Jamie Dornan. reuters
13 Febrero 2015

Elena Box - Agencia DPA

Sin duda, la adaptación de “Cincuenta sombras de Grey” era una de las películas del año. Sobre ella habían corrido ríos de tinta, aunque los estudios Universal se ocuparon de que se supiera muy poco de su verdadera carga erótica. Y cuando la prensa pudo por fin verla en la Berlinale el miércoles, la sensación general fue: “¿tanto revuelo para esto?”

En realidad, la sorpresa no fue tanta. Inspirada en el primer volumen de la trilogía de E.L. James, que consiguió un éxito sin precedentes para el género con la venta de unos 100 millones de ejemplares, la película había obtenido la calificación R en Estados Unidos. Y eso significa que, pese a incluir “contenido para adultos”, los menores de 17 años podrán verla acompañados de sus padres.

En torno a esa edad tenían algunas de las adolescentes que desde primera hora del miércoles hacían cola frente al Zoo Palast de Berlín para ver en carne y hueso a Christian Grey y Anastasia Steele. Y es que el norirlandés Jamie Dornan y la estadounidense Dakota Johnson sólo están aquí para sus fans, pues la presentación en el festival no incluyó comparecencia alguna ante los medios.

A lo largo de aproximadamente dos horas, la hija de Melanie Griffith y Don Johnson se mete en la piel de la joven Anastasia (Ana para los amigos), una estudiante de Filología inglesa que, por hacerle un favor a una amiga, acaba entrevistando al atractivo y multimillonario empresario Grey (Dornan). Y el flechazo es inmediato. Sin embargo, Grey se cierra de plano a tener una relación “como la gente normal”. “El romance no es lo mío. Y tengo unos gustos muy especiales”, advierte a la inexperta Ana antes de “cortejarla” con frases como “Yo no hago el amor. Yo follo. Duro”. Cuando intuye la curiosidad de ella, le muestra por fin lo que esconde su “sala de juegos”, iniciándola en un viaje que la joven no está segura de querer emprender.

En su segundo largometraje tras el biopic de John Lennon “Nowhere boy”, la británica Sam Taylor-Johnson tuvo que lidiar con material de alto voltaje para mantenerse fiel al libro sin perjudicar la futura taquilla. Y es que a juzgar por el revuelo que generaba cada nuevo fotograma del filme y el éxito de la preventa de entradas para el estreno comercial, la película está llamada a batir récords.

Así, y como se había anunciado, se ve mucha piel desnuda, sí, pero la cineasta apuesta más por el erotismo de lo que no se muestra que por el sexo salvaje y sadomasoquista del libro. Grey despliega ante los ojos de una asustada Anastasia su colección de “juguetes”, pero en la práctica todo resulta “muy light”, en palabras de un periodista. No hay nada pornográfico, sino que se trata más bien de una historia de amor con escenas algo subidas de tono.

No obstante, y pese a la decepción de muchos, la crítica destacó el buen hacer de los dos jóvenes y casi desconocidos intérpretes: tras “Crazy in Alabama” (la ópera prima de su padrastro Antonio Banderas) o “Need for speed”, éste es el primer papel protagonista para Johnson, mientras que el ex modelo Dornan, que debutó como amante de María Antonieta en el filme de Sofia Coppola, lidera actualmente el reparto de la serie “The fall” (“La caza”).

Así, los seguidores más puristas de la trilogía tendrán que esperar la secuela -que ya se ha confirmado- si quieren ver a Anastasia y Christian realmente metidos en algo más fuerte. Mientras, al ritmo del “Crazy In love” de Beyoncé, deberán conformarse con esta versión romántica que, siguiendo una estudiada estrategia de marketing, llega puntual para San Valentín.

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