Por Mariana Apud
09 Febrero 2015
EN EL CEMENTO. Los talentosos ex campeones de Roland Garros, el torneo más prestigioso que se juega sobre polvo de ladrillo, mostraron sus dotes también en el cemento del Complejo Democracia. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll
Cuando están juntos hay una conexión entre ellos. Los dos días en los que se mostraron en público en Tafí del Valle, Guillermo Vilas y Gastón Gaudio se veían como amigos. Abrazados, siempre sonriendo en complicidad, charlando distendidamente y bromeando.
Son amigos con mucho en común, aunque Gaudio insistió en que no está en la misma órbita que Vilas. No se siente una leyenda, como él mismo califica a “Willy”. Pero según la leyenda, Gaudio sí puede ubicarse en ese universo selecto. “Para mí es una leyenda porque el tenis que él puso en la cancha fue y es para no perdérselo. Cuando uno gana un Grand Slam entra en un lugar mágico”, explicó Vilas.
Y hasta reveló detalles, esos personales, para reforzar la categorización que hace del “Gato” de Temperley. “Me llamó una vez para que lo fuera a visitar y la casa en la que estaba era a la par de la que yo vivía. Después puse un poco de música y él puso todas cosas iguales. Él no sabía nada de eso porque nunca habíamos tenido esas charlas de ‘me gustan estos actores’ o ‘me gustan estos lugares para comer’. Terminamos en el mismo lugar”, describió.
“Hay una química que con otra gente no se logra; la pasamos bien juntos. Tiene la magia de los genios, que no la provocan muchos”, elogió Gaudio. Esta vez, les tocó terminar juntos en Tafí del Valle.
La cancha del Complejo Democracia tendrá el antecedente de haber sido estrenada con dos de los mejores reveses a una mano que pudieron verse en la historia del tenis. A Gaudio lo deslumbró el revés de “Willy” y, más aun, la época que protagonizó el mejor tenista argentino de todos los tiempos. “Había magia y poesía con ellos. Uno siempre piensa que la tapa del pasado fue mejor: veo fantasía en esos jugadores. Quizás dentro de 20 o 30 años, cuando veamos a Nadal o a Federer, cuando ya estén en el pasado, los vamos a ver así, pero ahora son muy contemporáneos. Deberíamos esperar un par de años para ver si nosotros tendremos alguna magia o fantasía”, explicó.
Esas gestiones...
Precisamente, por estos días, Vilas podría obtener un reconocimiento más a esas cualidades que Gaudio destacó. Sería hacer justicia para “Willy” y también para los que aprecian el óptimo rendimiento de un tenista. “La revisión del ranking se da cuando existen elementos nuevos y eso es lo que se está haciendo conmigo”, explicó el ex número dos del mundo, que debería haber alcanzado el número uno. Es que el año 1977 fue el más exitoso en la carrera deportiva no sólo de Vilas, sino de cualquier jugador del circuito. Sin embargo, el sistema de promedio que tenía el ranking puso a fin de año al estadounidense Jimmy Connors como líder, siendo que “Jimbo” exhibió un rendimiento muy por debajo comparado al de “Willy”. Vilas ganó 16 títulos, incluidos dos Grand Slam (Roland Garros y el US Open), mientras que Connors ganó ocho coronas sin ningún Grand Slam.
La situación motivó que Vilas, en 2007, hiciera gestiones para que se recalculara la clasificación. En el último Abierto de Australia volvió a agitarse la cuestión, pero Vilas se manejará hasta la resolución con diplomacia. “Está la gente que se encarga de esas cosas. No tengo ninguna expectativa porque no quiero meterle presión a nadie. No escuché nada más y se sigue trabajando en el tema. Tampoco me gusta hablar de quien debería haber sido número uno porque sería de muy mal gusto”, se limitó a opinar.
Aunque no oficialmente, sino sentimentalmente, ayer Vilas y también Gaudio se sintieron los números uno en el corazón de Tafí del Valle.
Son amigos con mucho en común, aunque Gaudio insistió en que no está en la misma órbita que Vilas. No se siente una leyenda, como él mismo califica a “Willy”. Pero según la leyenda, Gaudio sí puede ubicarse en ese universo selecto. “Para mí es una leyenda porque el tenis que él puso en la cancha fue y es para no perdérselo. Cuando uno gana un Grand Slam entra en un lugar mágico”, explicó Vilas.
Y hasta reveló detalles, esos personales, para reforzar la categorización que hace del “Gato” de Temperley. “Me llamó una vez para que lo fuera a visitar y la casa en la que estaba era a la par de la que yo vivía. Después puse un poco de música y él puso todas cosas iguales. Él no sabía nada de eso porque nunca habíamos tenido esas charlas de ‘me gustan estos actores’ o ‘me gustan estos lugares para comer’. Terminamos en el mismo lugar”, describió.
“Hay una química que con otra gente no se logra; la pasamos bien juntos. Tiene la magia de los genios, que no la provocan muchos”, elogió Gaudio. Esta vez, les tocó terminar juntos en Tafí del Valle.
La cancha del Complejo Democracia tendrá el antecedente de haber sido estrenada con dos de los mejores reveses a una mano que pudieron verse en la historia del tenis. A Gaudio lo deslumbró el revés de “Willy” y, más aun, la época que protagonizó el mejor tenista argentino de todos los tiempos. “Había magia y poesía con ellos. Uno siempre piensa que la tapa del pasado fue mejor: veo fantasía en esos jugadores. Quizás dentro de 20 o 30 años, cuando veamos a Nadal o a Federer, cuando ya estén en el pasado, los vamos a ver así, pero ahora son muy contemporáneos. Deberíamos esperar un par de años para ver si nosotros tendremos alguna magia o fantasía”, explicó.
Esas gestiones...
Precisamente, por estos días, Vilas podría obtener un reconocimiento más a esas cualidades que Gaudio destacó. Sería hacer justicia para “Willy” y también para los que aprecian el óptimo rendimiento de un tenista. “La revisión del ranking se da cuando existen elementos nuevos y eso es lo que se está haciendo conmigo”, explicó el ex número dos del mundo, que debería haber alcanzado el número uno. Es que el año 1977 fue el más exitoso en la carrera deportiva no sólo de Vilas, sino de cualquier jugador del circuito. Sin embargo, el sistema de promedio que tenía el ranking puso a fin de año al estadounidense Jimmy Connors como líder, siendo que “Jimbo” exhibió un rendimiento muy por debajo comparado al de “Willy”. Vilas ganó 16 títulos, incluidos dos Grand Slam (Roland Garros y el US Open), mientras que Connors ganó ocho coronas sin ningún Grand Slam.
La situación motivó que Vilas, en 2007, hiciera gestiones para que se recalculara la clasificación. En el último Abierto de Australia volvió a agitarse la cuestión, pero Vilas se manejará hasta la resolución con diplomacia. “Está la gente que se encarga de esas cosas. No tengo ninguna expectativa porque no quiero meterle presión a nadie. No escuché nada más y se sigue trabajando en el tema. Tampoco me gusta hablar de quien debería haber sido número uno porque sería de muy mal gusto”, se limitó a opinar.
Aunque no oficialmente, sino sentimentalmente, ayer Vilas y también Gaudio se sintieron los números uno en el corazón de Tafí del Valle.
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