08 Febrero 2015
la gaceta / fotos de inés quinteros orio
Por segundo año consecutivo, el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) se propone sesionar miércoles (de por medio) a las 17. En su despacho en la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Claudia Sbdar, titular del órgano desde 2013, explica que la vocación de acelerar los procesos de preselección de jueces fue más fuerte que el apego a la regla de la sesión pública previsible. Tal precepto rigió la vida del CAM durante los mandatos de sus pares Antonio Gandur y Daniel Posse (2009-2012), donde hubo más de 60 coberturas de vacantes judiciales.
Cautelosa y verborrágica a la vez, Sbdar se declara partidaria de la pluralidad y de la rotación en las instituciones. Y asegura que su ciclo termina en octubre y que no hay por qué temer que la Escuela Judicial sea colonizada por la endogamia académica.
-¿En qué situación está el objetivo de llevar al día el trámite de los concursos?
-La respuesta es altamente satisfactiva porque en 2014 hemos tramitado 30 concursos, declaramos desiertos dos y elevamos 12 ternas al Gobierno. Todas las vacantes están en proceso de cobertura. Hemos desarrollado una labor exitosa teniendo en cuenta que, con el tiempo, el trámite es más complejo, por ejemplo, en cuanto a la integración del jurado. Pero siendo bastante rigurosos y con la secretaría a full, conseguimos un buen resultado. Incluso hemos llamado a concurso cuatro cargos creados para Banda del Río Salí y dos de Ejecución de Sentencia...
-¿Ello explica por qué el CAM comenzó 2014 con 15 procesos de selección y ahora tiene 16, más tres en carpeta?
-Sí. Hemos sesionado 26 veces a lo largo de 10 meses y medio hábiles. También hay que considerar el trabajo realizado para poner en marcha la Escuela Judicial. Otro ámbito muy importante es el Foro Federal de Consejos de la Magistratura, que organiza capacitaciones en el país y afuera. En virtud de esa institución, tuve el privilegio de ser invitada a cursos de derechos humanos en Estados Unidos e Italia, donde pude conocer al papa Francisco. En esa ocasión, fui designada para articular un plan concreto de formación con la Universidad de La Sapienza (Roma), que ya está avanzando.
-¿Están dadas las condiciones para terminar este año el proceso de preselección de un vocal para la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción?
-Espero que sí.
-¿Qué sensación le produjo el hecho de que la Corte haya dado la razón a Guillermo Acosta, juez y aspirante a camarista de Apelaciones?
-Es una decisión jurisdiccional. El CAM podía impugnarla pero hemos priorizado la necesidad de cubrir el cargo (N. de la R.: está vacante desde febrero de 2013, por la jubilación de Elva Jiménez, hermana del ministro público Edmundo Jiménez).
-Hace un año le preguntamos si el CAM analizaba seleccionar a su personal por concurso, que, por otra parte, es el mecanismo que establece el reglamento. Usted dijo: “sí, por qué no, hay que pensarlo”. ¿Puede ser ese un objetivo para 2015?
-Ese fue el objetivo en 2014 y siguió siéndolo todo el tiempo. Los cargos nuevos no han sido cubiertos. La idea era concursar los cargos de secretario y director de la Escuela (N. de la R.: fueron designados Ganami e Isabel Rico Velaz), y seguir con el resto del personal. Ese era, es y seguirá siendo nuestro norte.
-¿El no haber tenido este régimen de ingreso dañó la imagen del CAM, sobre todo por las designaciones discrecionales que expuso el trámite de los concursos de la Escuela?
-La decisión de seleccionar personal por concurso fue planteada, a diferencia de lo que pasó en las gestiones anteriores.
-La designación de Ganami rompió el consenso que había reinado en el CAM desde 2010...
-Hay que distinguir unanimidad de consenso. Me parece saludable para el sistema democrático que haya opiniones y criterios distintos.
-¿Cómo hará la Escuela para evitar la endogamia académica?
-Los consejeros son excelentes representantes de sus estamentos: no hay por qué pensar en eso. Y serán los alumnos los que evalúen al plantel docente.
-El Gobierno no otorgó los fondos para construir la sede que el CAM había solicitado. ¿Qué harán al respecto?
-Todavía no lo hemos conversado.
-En octubre se acaba su mandato. ¿Ya tiene planes?
-Mi ciclo está cumplido. Los cambios son muy buenos para las instituciones y soy una ferviente votadora de la rotación.
-Había cierta expectativa de que pudiese ser postulada como reemplazante de Raúl Zaffaroni en la Corte de la Nación...
-Nunca estuvo en mis planes. Desconozco las expectativas y la posibilidad.
Cautelosa y verborrágica a la vez, Sbdar se declara partidaria de la pluralidad y de la rotación en las instituciones. Y asegura que su ciclo termina en octubre y que no hay por qué temer que la Escuela Judicial sea colonizada por la endogamia académica.
-¿En qué situación está el objetivo de llevar al día el trámite de los concursos?
-La respuesta es altamente satisfactiva porque en 2014 hemos tramitado 30 concursos, declaramos desiertos dos y elevamos 12 ternas al Gobierno. Todas las vacantes están en proceso de cobertura. Hemos desarrollado una labor exitosa teniendo en cuenta que, con el tiempo, el trámite es más complejo, por ejemplo, en cuanto a la integración del jurado. Pero siendo bastante rigurosos y con la secretaría a full, conseguimos un buen resultado. Incluso hemos llamado a concurso cuatro cargos creados para Banda del Río Salí y dos de Ejecución de Sentencia...
-¿Ello explica por qué el CAM comenzó 2014 con 15 procesos de selección y ahora tiene 16, más tres en carpeta?
-Sí. Hemos sesionado 26 veces a lo largo de 10 meses y medio hábiles. También hay que considerar el trabajo realizado para poner en marcha la Escuela Judicial. Otro ámbito muy importante es el Foro Federal de Consejos de la Magistratura, que organiza capacitaciones en el país y afuera. En virtud de esa institución, tuve el privilegio de ser invitada a cursos de derechos humanos en Estados Unidos e Italia, donde pude conocer al papa Francisco. En esa ocasión, fui designada para articular un plan concreto de formación con la Universidad de La Sapienza (Roma), que ya está avanzando.
-¿Están dadas las condiciones para terminar este año el proceso de preselección de un vocal para la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción?
-Espero que sí.
-¿Qué sensación le produjo el hecho de que la Corte haya dado la razón a Guillermo Acosta, juez y aspirante a camarista de Apelaciones?
-Es una decisión jurisdiccional. El CAM podía impugnarla pero hemos priorizado la necesidad de cubrir el cargo (N. de la R.: está vacante desde febrero de 2013, por la jubilación de Elva Jiménez, hermana del ministro público Edmundo Jiménez).
-Hace un año le preguntamos si el CAM analizaba seleccionar a su personal por concurso, que, por otra parte, es el mecanismo que establece el reglamento. Usted dijo: “sí, por qué no, hay que pensarlo”. ¿Puede ser ese un objetivo para 2015?
-Ese fue el objetivo en 2014 y siguió siéndolo todo el tiempo. Los cargos nuevos no han sido cubiertos. La idea era concursar los cargos de secretario y director de la Escuela (N. de la R.: fueron designados Ganami e Isabel Rico Velaz), y seguir con el resto del personal. Ese era, es y seguirá siendo nuestro norte.
-¿El no haber tenido este régimen de ingreso dañó la imagen del CAM, sobre todo por las designaciones discrecionales que expuso el trámite de los concursos de la Escuela?
-La decisión de seleccionar personal por concurso fue planteada, a diferencia de lo que pasó en las gestiones anteriores.
-La designación de Ganami rompió el consenso que había reinado en el CAM desde 2010...
-Hay que distinguir unanimidad de consenso. Me parece saludable para el sistema democrático que haya opiniones y criterios distintos.
-¿Cómo hará la Escuela para evitar la endogamia académica?
-Los consejeros son excelentes representantes de sus estamentos: no hay por qué pensar en eso. Y serán los alumnos los que evalúen al plantel docente.
-El Gobierno no otorgó los fondos para construir la sede que el CAM había solicitado. ¿Qué harán al respecto?
-Todavía no lo hemos conversado.
-En octubre se acaba su mandato. ¿Ya tiene planes?
-Mi ciclo está cumplido. Los cambios son muy buenos para las instituciones y soy una ferviente votadora de la rotación.
-Había cierta expectativa de que pudiese ser postulada como reemplazante de Raúl Zaffaroni en la Corte de la Nación...
-Nunca estuvo en mis planes. Desconozco las expectativas y la posibilidad.
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