04 Febrero 2015
Hay pruebas suficientes para considerar que los soldados Carlos Fricker, Juan Toledo Pimentel y Carlos Cajal, y el sargento Alberto Lai fueron víctimas del mismo mecanismo represivo que aniquiló al conscripto riojano Alberto Ledo, según Enrique Romero. Ese dirigente peronista disidente presentó este lunes un escrito en el Juzgado Federal N°1 en el que advierte sobre las supuestas coincidencias, y solicita, por un lado, la acumulación de las investigaciones y, por el otro, la incorporación de un documento aportado en su momento por Luis Duhalde, ex secretario de Derechos Humanos de la Nación.
En principio, Daniel Bejas, juez federal N°1, ha de correr vista de la presentación al fiscal Carlos Brito para que este dictamine. Hasta ayer, el juzgado no había girado los papeles a la Fiscalía Federal N°1, que interviene en la causa “Ledo”. En ese expediente, Brito solicitó que César Milani, jefe del Ejército ascendido por este Gobierno, sea citado a prestar declaración indagatoria como presunto falsificador del legajo de deserción de Ledo y encubridor del homicidio del conscripto desaparecido en Monteros, en junio de 1976 (tres meses después del golpe de Estado). Bejas tiene pendiente pronunciarse sobre este requerimiento así como resolver si excluye o no al legajo del expediente. Ese planteo fue formulado por la defensa de Milani a mediados de diciembre, una semana antes de que Brito pidiese la indagatoria.
Romero, que no es parte en la causa, solicitó la extracción de la caja fuerte del juzgado del documento original que había dejado Duhalde en 2010. “Esos papeles son de relevancia absoluta para la investigación de la desaparición de Ledo porque demuestran acabadamente que el sector de inteligencia del Ejército hizo un informe detallado de las organizaciones de Montoneros y del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo a fines de 1975 y comienzos de 1976”, expresó. Y añadió que Ledo estaba explícitamente identificado como responsable gremial y reivindicativo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. “Ello implica que Milani, integrante del equipo de inteligencia que confeccionó el informe, efectivamente sabía sobre las actividades que desarrollaba la víctima aún antes de que este ingresase al Ejército para cumplir el servicio militar”, coligió Romero.
El dirigente del partido Perón dijo que Ledo desapareció en Tucumán durante el mismo mes en el que Toledo Pimentel, Cajal y Lai fallecieron como consecuencia de un atentado. Romero añadió que unos días antes Fricker fue fusilado por personal de inteligencia a las órdenes del represor Antonio Domingo Bussi.
En principio, Daniel Bejas, juez federal N°1, ha de correr vista de la presentación al fiscal Carlos Brito para que este dictamine. Hasta ayer, el juzgado no había girado los papeles a la Fiscalía Federal N°1, que interviene en la causa “Ledo”. En ese expediente, Brito solicitó que César Milani, jefe del Ejército ascendido por este Gobierno, sea citado a prestar declaración indagatoria como presunto falsificador del legajo de deserción de Ledo y encubridor del homicidio del conscripto desaparecido en Monteros, en junio de 1976 (tres meses después del golpe de Estado). Bejas tiene pendiente pronunciarse sobre este requerimiento así como resolver si excluye o no al legajo del expediente. Ese planteo fue formulado por la defensa de Milani a mediados de diciembre, una semana antes de que Brito pidiese la indagatoria.
Romero, que no es parte en la causa, solicitó la extracción de la caja fuerte del juzgado del documento original que había dejado Duhalde en 2010. “Esos papeles son de relevancia absoluta para la investigación de la desaparición de Ledo porque demuestran acabadamente que el sector de inteligencia del Ejército hizo un informe detallado de las organizaciones de Montoneros y del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo a fines de 1975 y comienzos de 1976”, expresó. Y añadió que Ledo estaba explícitamente identificado como responsable gremial y reivindicativo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. “Ello implica que Milani, integrante del equipo de inteligencia que confeccionó el informe, efectivamente sabía sobre las actividades que desarrollaba la víctima aún antes de que este ingresase al Ejército para cumplir el servicio militar”, coligió Romero.
El dirigente del partido Perón dijo que Ledo desapareció en Tucumán durante el mismo mes en el que Toledo Pimentel, Cajal y Lai fallecieron como consecuencia de un atentado. Romero añadió que unos días antes Fricker fue fusilado por personal de inteligencia a las órdenes del represor Antonio Domingo Bussi.
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