Ni la cordillera frena a los runners tucumanos
Cinco equipos de corredores de la provincia participarán de una de las carreras más exigentes del mundo: la Marathon Cruce de los Andes Extreme 506K. Se trata de una competencia que une La Serena, en Chile, con la provincia de San Juan y que atraviesa la cordillera de los Andes. Para destacar: varios de los corredores tucumanos son debutantes en este tipo de competencias.
Correr está en su sangre. Los mantiene vivos. Por eso llevarán al extremo esa pasión. Por primera vez, cinco equipos representarán a Tucumán en la 24° edición de la Marathon Cruce de los Andes Extreme 506K, una de las competencias de fondo más exigentes del planeta. Se trata de una prueba de relevos, con 12 postas de 42 kilómetros por equipos que se lleva a cabo de manera ininterrumpida, tanto de día como de noche.
La carrera se desarrollará del jueves al sábado entre Chile y Argentina. Comenzará en la ciudad chilena de La Serena, avanzará por el Paso de Agua Negra (a 4.722 metros de altura sobre el nivel del mar) y finalizará -tres días después- en el parque Triásico Ischigualasto, en la provincia de San Juan. El intenso recorrido llevará a los competidores -muchos de ellos debutantes en 42K- por caminos de asfalto y de tierra; los hará soportar fuertes vientos, temperaturas superiores a los 30° en algunos tramos, y varios grados bajo cero y hasta nieve, en otros; y les regalará conmovedores paisajes con lagunas, penitentes y ríos de deshielo.
En primera persona
“Lo destacable de esta carrera es el contacto con la naturaleza. Tenés una gran diversidad de paisajes y de temperaturas. Eso es impagable”, explica Lucas Cerúsico, uno de los referentes del Tucumán Running Group Los Andes, que lidera Ángel García. “Es prácticamente una prueba de autosuficiencia. La organización no está detrás tuyo. Por eso le llaman extremo. La logística la tenés que armar vos”, agrega el preparador físico que ya participó tres veces de la competencia. Si bien en su grupo hay atletas de renombre, ninguno vive de correr. “Son personas comunes, trabajadores. Tienen que cumplir horarios. Esto demuestra que entrenando uno puede llegar a participar de algo que parece imposible”, remarca.
Tucumán Team Los Andes, que capitanea Mario Retali, es uno de los favoritos a quedarse con el título. En cuatro participaciones, ganaron dos veces el trofeo y el año pasado terminaron segundos. “Creemos que somos un equipo competitivo. Tratamos de hacer todo lo que se pueda para parecer un equipo profesional, pero no lo somos. Se conformó un equipo con mixtura para una carrera con mixturas”, advierte. “El esfuerzo se da en los meses anteriores. La carrera es el broche de oro a todo el esfuerzo que se hace entrenando, trabajando y en lo económico. Poder competir es la cereza del postre. Todo lo anterior es lo más difícil”, considera.
Marcela Acevedo comanda 100% Caña de Azúcar, uno de los tres equipos tucumanos debutantes y el único integrado sólo por mujeres. “Armar el grupo no costó nada. Tenemos dos corredoras de elite, otras muy buenas en aventura y ultramaratón, y otras que son amateur, mujeres apasionadas por esto. Varias tienen más de 45 años”, cuenta. Y apuesta: “no nos asusta el número 506. Nos hace grandes”. Parte del grupo se entrenó bajo las órdenes de Sergio Acuña.
A conquistar los Andes
Al pie del cerro fue formado por Emilio Sica. Primero sumó amigos que comparten esta pasión y luego abrió el juego para otros corredores. “Hicimos todo lo que teníamos que hacer. Estamos bien como equipo, amigos y competidores”, señala. Será el debut en el evento para la mayoría de los integrantes, entre los que se encuentra Miguel Gianfrancisco, de 67 años. “No me asusta que sean 506 kilómetros, pero no cualquiera hace lo que vamos a hacer nosotros. Me genera mucha emoción y respeto. La carrera es un 70 % mental. Si hiciste las cosas bien, no te puede salir mal”, agrega Sica.
Los más experimentados también le ponen el pecho al Cruce. De la mano de Rafael Lucena se conformó Tucumán Master, el primer equipo netamente de corredores veteranos (de entre 40 y 68 años) en participar, según explica el subcapitán, Alejandro Medina. “Este equipo se formó en la pérgola del parque 9 de Julio, que es donde entrenamos con la Agrupación de Juan Pablo Juárez. Lo vivimos con mucha emoción y alegría. Poder competir y que todos terminen muy bien será un logro muy importante. Varios van a competir por primera vez en 42 kilómetros. Todos somos debutantes en esta competencia”, manifiesta.
- ¿Qué opinan del hecho de que haya cinco equipos tucumanos?
- (Cerúsico) Es muy positivo. Es un síntoma de lo que está pasando con el running en la provincia.
- (Retali) Es gratificante. El primer equipo fue creado y armado por mí, a pesar de las opiniones en contra. Ahora hay cuatro equipos más que nos siguen.
- (Acevedo) Es muy importante. De 20 equipos que participan, cinco son de Tucumán. Me llena de orgullo. Esto te da la pauta de lo que el running representa en Tucumán.
- (Sica) Me gusta que Tucumán sea protagonista en las competencias de afuera. Aquí podemos competir entre nosotros, pero allá todos somos Tucumán.
- (Medina) La expectativa es muy importante para la provincia. Internamente hay un “bichito” que te pica y que te dice que ninguno quiere llegar último.
- ¿Con qué objetivos van al Cruce?
- (Cerúsico) El primer objetivo siempre es llegar. El segundo es mejorar las marcas del año pasado (52 horas y media).
- (Retali) Vamos a ver si mejoramos la suerte del año pasado. El trabajo anual se hace pensando en ganar. El año pasado no se dio. Cuando no se dan los resultados, hay que aprender a dar un paso atrás y mejorar.
- (Acevedo) El objetivo es terminar. Si podemos tener podio, sería maravilloso. Completar la carrera es la meta principal.
- (Sica) El primer objetivo es completar las 12 postas. El segundo es que cada uno deje todo, de acuerdo con sus condiciones. Nos gustaría llegar entre los cinco primeros.
- (Medina) Vamos con el objetivo de completar cada uno su posta, haciendo el mejor tiempo posible. Puede haber sorpresas con nuestro equipo. Estamos bien preparados.
El equipo es todo
El runner está acostumbrado a competir en soledad, para y contra sí mismo. Pero todo esto cambia en el Cruce de los Andes, ya que si uno de los participantes no completa su etapa, todo el equipo queda descalificado. En eso coinciden en los cinco grupos. “En esta competencia un corredor solo no es nadie. En el equipo es todo”, menciona Retali. Cerúsico respalda a su colega: “con los años uno se vuelve individualista. Corrés solo y por vos. Aquí tenés una presión superior; tenés que estar comprometido. Es quizá la única oportunidad que tiene un maratonista de pensar en equipo”.
Sica, que ya participó, también sostiene que hay que dejar todo por el compañero. “No podes abandonar. No podes quedarte. Lo principal es pensar en otro. Si vos te quedas, el otro no larga. Podés ir súper entrenado, pero allá la altura te puede jugar en contra. A todas esas cosas las tenemos en cuenta”, indica.
Una frase muy conocida entre los runners es que las medallas se ganan en los entrenamientos y que en las competencias sólo se retiran. Para poder hacerle frente a la Cordillera, los tucumanos tuvieron que dedicarles un tiempo especial a las sesiones de práctica. “Sacrificamos horas de compartir con la familia, con los hijos y, algunas, con los nietos”, cuenta Acevedo. “Hemos dejado de compartir algunos domingos y sábados al mediodía por entrenar. La mayoría tiene compromisos con la familia, el marido, los hijos y el trabajo”, remarca.
“Requiere mucha perseverancia”, explica Medina. “Tenés que trazarte un objetivo y cumplirlo. Y así te perdés de cosas, como una salida el fin de semana o el hecho de no tomar alcohol. Hay que tener mucha conducta con los descansos”, advierte.
Para hacerle frente a este enorme desafío, los capitanes tucumanos conformaron grupos heterogéneos. Combinaron atletas de calles, para las etapas más llanas, con corredores de aventura y de ultramaratones, para los tramos más duros por terrenos (ripio y tierra) y por la altura. Entrenaron durante meses hasta seis veces por semana, algunos en doble turno, y eligieron caminos de San Javier, El Cadillal, Raco, Villa Nougués, Amaicha, Anfama y Cachi (Salta), entre otros, para tratar de simular lo que enfrentarán en la cordillera. Todo esto fue apoyado con un plan de nutrición adecuado y un chequeo médico completo. Los equipos buscaron sponsors e hicieron rifas para poder costear los traslados y la logística, tanto en Argentina como en Chile.
Los equipos
Tucumán Running Group Los Andes
Mirta Rojo; Carlos Farall; Alfredo Sayavedra; César Chaparro; Ángel Rivero; Ángel García (capitán); Lucas Yacomo; Damián Espinillo; Constanza Vélez; Sergio Lencina, Lucas Cerúsico; Carlos Ibarra; Ignacio Neme Scheij; José Corbalán; Pablo del Pino; Cristian Anfuso; Tony Foder.
Al Pie del Cerro
Ezequiel Chavarría, Daniel Lazarte; Oscar Mamaní; Daniel Ruiz Riera; Sergio Acuña; Alvaro Carrasco; Francisco Villareal; Christian Linares; Raul Olea; Antonio Ruiz Riera; Horacio Buteler; Miguel Gianfrancisco; Emilio Sica (capitán) y Sebastián Disilvestre.
100% Caña de Azúcar
Marcela Acevedo (capitana); Sandra Herrmann; Teresa Figueroa; Elizabeth Reyven; María Eugenia Gallardo; Lorena Olivera; Mariana Lopez Naón; Bettina Cuart; Raquel Huaita; Clara Saslaver; Lorena Naranjo; Marina Polito; Maria Inés Salvatierra; Laura Alvizua; Lilia Iturre; Marcelo Aguilera (coordinador).
Tucumán Team Los Andes
Lucas Santillán; Luis Ortiz: Marcos Alfonso: Rafael Lencina; Matías Haedo; Luis Gálvez; Jonathan Wheeler; Pablo Drube; Daniel Zelaya; Juan Pablo Briga; Hector Rizzotti; Aldo Gordillo; Martín Córdoba; Mario Retali (capitán); Agustina Abalsa.
Tucumán Master
Alejandro Medina; Cristian Arevalo; Pablo Rodríguez; Rufino Valdez; Hipótilo Belizán; Carlos González; Carlos Valdez; Carlos Berrera; Fernando Busto; Augusto Pereyra; Jorge Zelaya; Rafael Lucena (capitán); José Moyano; Juan Carlos Abregú.