Por Leo Noli
01 Febrero 2015
IMPECABLE. Chávez, que cuida el balón ante el achique de Mercado, marcó el 3-0 y asistió a Palacios en el 2-0 del “Xeneize”. TÉLAM
Puede decirse que Boca terminó anoche de cerrar un enero maravilloso. Humilló, primero, a River en Mar del Plata con suplentes; después dejó a Vélez sin Libertadores y ayer demolió con otro equipo mezclado a un River que del campeón de la Sudamericana sólo tiene el título, porque su fútbol, parece, desapareció por arte de magia.
La seriedad con la que Boca encerró el cubo de ideas de River fue notoria, tal es así que estuvo tan atento que le sacó máximo provecho a los errores constantes de su archirrival. Así llegó el 1-0, por un pase mal dado de Funes Mori y un remate furibundo de Cristaldo. River era un soldado de plomo pero amurallado al suelo. Cero movilidad. Su defensa estuvo demasiado larga, mal coordinada y poco pícara ante los apurones del “Xeneize”.
Estuvo tan mal parado el equipo de Marcelo Gallardo que de un córner a favor, que concluyó en un despeje del enemigo, Andrés Chávez vio lanzado al tucumano Sebastián Palacios y lo dejó libre de marca. Mirada levantada y 2-0.
Así fueron sucediéndose unos a otros los aciertos de Boca contra las pifias y las pésimas decisiones de un “Millonario” realmente pobre en su condición de mejor club del continente. En ofensiva fue una sombra. Y para colmo de los colmo, sus hombres abusaron de la pierna fuerte. Así comenzó la sangría de expulsiones (Mayada, Sánchez y Gutiérrez) y de goles de Boca.
Chávez liquidó el partido a los 30’. El segundo tiempo estuvo de relleno y para que el “Xeneize” continúe maltratando a River con los goles de Calleri y Bentancur.
La seriedad con la que Boca encerró el cubo de ideas de River fue notoria, tal es así que estuvo tan atento que le sacó máximo provecho a los errores constantes de su archirrival. Así llegó el 1-0, por un pase mal dado de Funes Mori y un remate furibundo de Cristaldo. River era un soldado de plomo pero amurallado al suelo. Cero movilidad. Su defensa estuvo demasiado larga, mal coordinada y poco pícara ante los apurones del “Xeneize”.
Estuvo tan mal parado el equipo de Marcelo Gallardo que de un córner a favor, que concluyó en un despeje del enemigo, Andrés Chávez vio lanzado al tucumano Sebastián Palacios y lo dejó libre de marca. Mirada levantada y 2-0.
Así fueron sucediéndose unos a otros los aciertos de Boca contra las pifias y las pésimas decisiones de un “Millonario” realmente pobre en su condición de mejor club del continente. En ofensiva fue una sombra. Y para colmo de los colmo, sus hombres abusaron de la pierna fuerte. Así comenzó la sangría de expulsiones (Mayada, Sánchez y Gutiérrez) y de goles de Boca.
Chávez liquidó el partido a los 30’. El segundo tiempo estuvo de relleno y para que el “Xeneize” continúe maltratando a River con los goles de Calleri y Bentancur.
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