23 Enero 2015
FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) lanzó ayer una histórica medida dentro de su política monetaria, al anunciar un programa de compras de bonos gubernamentales que inyectará cientos de miles de millones de euros en dinero nuevo a la alicaída economía de la zona euro.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que el banco comprará títulos públicos de los gobiernos a partir de marzo y hasta fines de septiembre de 2016, a pesar de la oposición del Bundesbank, el Banco Federal Alemán, y de las preocupaciones en Berlín de que los países proclives a elevar el gasto frenen sus reformas económicas.
Junto con los esquemas ya existentes para comprar deuda privada y canalizar cientos de miles de millones de euros en préstamos baratos a los bancos, el nuevo plan de flexibilización cuantitativa destinará 60.000 millones de euros (U$S 69.000 millones) por mes a la economía, expresó Draghi.
Para septiembre del próximo año, se habrán creado más de 1 billón de euros, la última gran herramienta de política monetaria que le queda al BCE para revivir el crecimiento económico y proteger a la región de una deflación.
La oleada de dinero impresionó al mercado, provocando una caída del euro de dos centavos, a 1,14108 dólares y un alza de las acciones europeas a un máximo de siete años.
El anticipo de una acción drástica por parte del BCE había llevado al banco central de Suiza a abandonar su techo para el franco, mientras que Dinamarca, cuya moneda está atada al euro, se vio forzada a recortar las tasas de interés -por segunda vez esta semana- en anticipación a una oleada de dinero.
En un sondeo de una agencia de noticias internacional, economistas consideraron que el plan del BCE de comprar bonos soberanos y activos privados no será suficiente para que la inflación suba, según el objetivo del organismo. (Reuters)
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que el banco comprará títulos públicos de los gobiernos a partir de marzo y hasta fines de septiembre de 2016, a pesar de la oposición del Bundesbank, el Banco Federal Alemán, y de las preocupaciones en Berlín de que los países proclives a elevar el gasto frenen sus reformas económicas.
Junto con los esquemas ya existentes para comprar deuda privada y canalizar cientos de miles de millones de euros en préstamos baratos a los bancos, el nuevo plan de flexibilización cuantitativa destinará 60.000 millones de euros (U$S 69.000 millones) por mes a la economía, expresó Draghi.
Para septiembre del próximo año, se habrán creado más de 1 billón de euros, la última gran herramienta de política monetaria que le queda al BCE para revivir el crecimiento económico y proteger a la región de una deflación.
La oleada de dinero impresionó al mercado, provocando una caída del euro de dos centavos, a 1,14108 dólares y un alza de las acciones europeas a un máximo de siete años.
El anticipo de una acción drástica por parte del BCE había llevado al banco central de Suiza a abandonar su techo para el franco, mientras que Dinamarca, cuya moneda está atada al euro, se vio forzada a recortar las tasas de interés -por segunda vez esta semana- en anticipación a una oleada de dinero.
En un sondeo de una agencia de noticias internacional, economistas consideraron que el plan del BCE de comprar bonos soberanos y activos privados no será suficiente para que la inflación suba, según el objetivo del organismo. (Reuters)