Un problema más para las economías regionales

Un problema más para las economías regionales

23 Enero 2015
Las economías regionales refieren a todas aquellas actividades productivas que se localizan fuera de la zona pampeana. La producción de esas economías, históricamente, estuvo destinada al mercado interno. Esas actividades productivas se organizan por medio de circuitos de producción, que son encadenamientos de eslabones o etapas que en conjunto dan lugar a un proceso de producción: el eslabón agrícola es donde se desarrollan las actividades primarias para la industrialización de la materia prima y el industrial es donde se desarrollan las actividades secundarias para la manufacturación de la materia prima. Este eslabón se encuentra en algunos casos en la misma región de producción primaria porque la materia prima debe ser procesada inmediatamente para que no se eche a perder.

En nuestra provincia, las actividades azucarera, citrícola, hortícola, tabacalera y, porque no, la ganadería y la producción de granos son y deberían ser consideradas como tales para diferenciarlas de otros tipos de actividades pampeanas.

En esta época la siembra de granos continua con los últimos lotes de soja en Tucumán, se sigue sembrando algo de maíz y el poroto será lanzado en estos días.

En lo referente a la citricultura y la zafra azucarera, esas áreas terminaron con diferentes resultados. Los citricultores, que tuvieron fruta suficiente tras los daños originados por la sequía y las heladas pasadas, pudieron acomodar un poco la gran caída productiva con los buenos precios que se registraron, tanto en fruta fresca como para industria.

Los cañeros, en cambio, pudieron remontar la última temporada en cuanto a cantidad y calidad de materia prima con respeto a la campaña pasada, pero pocos pudieron vender a precios rentables, ya que la sobreoferta del endulzante en el mercado interno no permitió que el valor mejorara lo esperado por la actividad, a pesar de la retención de azúcar destinada a la exportación.

Los tabacaleros están terminando de levantar su cosecha y llevándola a los secaderos para el curado final, aparentemente, con buenos resultados productivos, aunque ahora llega el momento crucial de la comercialización.

Nuestra provincia se mueve económicamente al compás de los resultados que tengan estas actividades, por lo que cualquier problema que logre afectarlas influye directamente en la actividad económica y social provincial.

Hace unos días se publicaron un articulo en La Nación sobre los efectos que tiene la economía rusa sobre nuestras economías regionales, ya que este destino es muy importante debido a que muchos productos son exportados a esa país.

Es el caso de la producción de manzanas, peras y uvas frescas en el Alto Valle y en Mendoza; limones, azúcar y frutas secas del noroeste argentino (NOA); cítricos dulces (naranjas y mandarinas) en el nordeste (NEA); carnes congeladas, manteca y quesos, y la producción de maní en la región central del país. En los últimos años, las economías regionales se han visto fuertemente afectadas por la caída de los niveles de competitividad como consecuencia de la inflación y el incremento de los costos en dólares, la suba de impuestos y el déficit de infraestructura. Ahora se le suma este nuevo escollo.

El año pasado el rublo se devaluó en casi 70%, lo que significa una pérdida del poder de compra de la moneda rusa. La Federación Rusa representa ventas totales por U$S 1.100 millones (el 3% del total del comercio exterior argentino), pero para algunas economías regionales este mercado es vital.

En ese contexto, sólo considerando los citrus, peras y manzanas y ciruelas, se trata de un mercado que supera los U$S 800 millones, según las exportaciones del año pasado, consignó por su parte la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Los dirigentes de esta confederación han señalado que, ante esas malas señales, se deberían aplicar políticas activas por parte de nuestros agregados agrícolas en los principales países para conservar mercados existentes, y promocionar los productos regionales a nuevos destinos y consumidores. Por ello, se requiere generar accesibilidad ante la caída de la competitividad.

La situación de Rusia, como dijimos, es otro aspecto que se suma a una larga lista de problemas que afectan a las economías regionales, que también debe ser considerada y darle mucha importancia. Es muy importante que las autoridades provinciales tengan en cuenta que el NOA y la provincia deben tener una política bien diferenciada para nuestras producciones, ya que si aplican medidas como si fueran economías pampeanas, seguramente, menos productores seguirán en el camino. Es fundamental que las decisiones políticas provinciales apunten a cómo hacer llegar esos considerandos a las autoridades nacionales para el bien general.

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