22 Enero 2015
CATAMARCA.- Un empleado del Correo Argentino del departamento catamarqueño de Andalgalá fue detenido luego de denunciar que dos hombres lo habían obligado a abrir las oficinas de la localidad de Aconquija, de donde era encargado, y sustrajeron $ 150.000 para después llevarlo nuevamente a su hospedaje y dejarlo atado con alambres.
Fuentes judiciales informaron que con la ayuda de cámaras de seguridad primero se pudo visualizar a cuatro sospechosos, pero cuando fueron interrogados por la Policía su participación fue descartada.
El denunciante manifestó que se hallaba durmiendo en un hostal de Aconquija, a 180 kilómetros al norte de la capital provincial, cuando dos hombres altos, muy robustos y con tonada tucumana lo despertaron cerca de las 4 de la madrugada.
Siempre según su relato, tras apuntarle con un arma de fuego, lo obligaron a que les entregara todas sus pertenencias.
Según declaró, los ladrones -no conformes con esto- lo llevaron en un auto hasta las oficinas del correo local, donde se desempeña como encargado, y lo obligaron a abrir la puerta de ingreso.
Según el encargado, los ladrones robaron $ 150.000, tras lo cual volvieron al coche que los trasportaba y lo llevaron nuevamente a su hospedaje, donde lo ataron con alambres para que no pudiera movilizarse y dar aviso a las autoridades.
El hombre aseguró que logró librarse de sus ataduras pasadas las 5 de la mañana y se comunicó con la Policía departamental.
La causa llegó a manos de la fiscal de Segunda Circunscripción Judicial, Marta Nieva, quien dispuso que se secuestren las filmaciones de las cámaras del correo.
La visualización de las imágenes mostró que a las 4 un auto se detuvo frente al correo y cuatro hombres descendieron del vehículo.
Luego, se pudo determinar que los hombres eran empleados judiciales de Tucumán que estaban parando en otro hospedaje, por lo que la Policía procedió a interrogarlos.
Los empleados -cuya descripción física no coincidía con la ofrecida por el denunciante- permitieron que sus pertenencias, automóvil y habitación fueran revisadas, pero no se encontró nada que los incriminara con la denuncia.
Según declararon, pararon a esa hora de la madrugada frente al correo porque su automóvil se había descompuesto, lo cual fue corroborado por los policías, que determinaron que efectivamente el vehículo estaba roto y había sido llevado a un taller mecánico.
Para avanzar en la pesquisa, se convocó a una comitiva de Criminalística de la Policía provincial que interrogó a varios testigos y recabó pruebas que incriminaron en el robo al encargado, cuya detención fue dispuesta por la fiscal. (Télam)
Fuentes judiciales informaron que con la ayuda de cámaras de seguridad primero se pudo visualizar a cuatro sospechosos, pero cuando fueron interrogados por la Policía su participación fue descartada.
El denunciante manifestó que se hallaba durmiendo en un hostal de Aconquija, a 180 kilómetros al norte de la capital provincial, cuando dos hombres altos, muy robustos y con tonada tucumana lo despertaron cerca de las 4 de la madrugada.
Siempre según su relato, tras apuntarle con un arma de fuego, lo obligaron a que les entregara todas sus pertenencias.
Según declaró, los ladrones -no conformes con esto- lo llevaron en un auto hasta las oficinas del correo local, donde se desempeña como encargado, y lo obligaron a abrir la puerta de ingreso.
Según el encargado, los ladrones robaron $ 150.000, tras lo cual volvieron al coche que los trasportaba y lo llevaron nuevamente a su hospedaje, donde lo ataron con alambres para que no pudiera movilizarse y dar aviso a las autoridades.
El hombre aseguró que logró librarse de sus ataduras pasadas las 5 de la mañana y se comunicó con la Policía departamental.
La causa llegó a manos de la fiscal de Segunda Circunscripción Judicial, Marta Nieva, quien dispuso que se secuestren las filmaciones de las cámaras del correo.
La visualización de las imágenes mostró que a las 4 un auto se detuvo frente al correo y cuatro hombres descendieron del vehículo.
Luego, se pudo determinar que los hombres eran empleados judiciales de Tucumán que estaban parando en otro hospedaje, por lo que la Policía procedió a interrogarlos.
Los empleados -cuya descripción física no coincidía con la ofrecida por el denunciante- permitieron que sus pertenencias, automóvil y habitación fueran revisadas, pero no se encontró nada que los incriminara con la denuncia.
Según declararon, pararon a esa hora de la madrugada frente al correo porque su automóvil se había descompuesto, lo cual fue corroborado por los policías, que determinaron que efectivamente el vehículo estaba roto y había sido llevado a un taller mecánico.
Para avanzar en la pesquisa, se convocó a una comitiva de Criminalística de la Policía provincial que interrogó a varios testigos y recabó pruebas que incriminaron en el robo al encargado, cuya detención fue dispuesta por la fiscal. (Télam)