22 Enero 2015
Una curiosidad de “Mortdecai: artista del engaño” es que se entrenará en la Argentina un día antes que en Estados Unidos, el país de donde es oriunda. La película vuelve a reunir al director David Koepp con el protagonista Johnny Deep, dueto responsable de “La ventana secreta”.
Ambos están a cargo de un elenco con probada eficiencia para una comedia que, para mejor, tiene pinceladas del delicado e irónico humor británico, que supieron expresar tan bien Peter Sellers y Terry Thomas, entre muchos otros, dos de las referencias confesas de Deep al componer a su personaje.
La historia gira alrededor de Charlie Mortdecai, un excéntrico comerciante de arte que aprovecha su simpatía, su buen gusto por las cosas caras y su refinamiento para hacer negocios que varias veces rozan la ilegalidad. Todo se complica cuando va detrás de una pintura de Goya robada por los nazis, donde estarían anotados los datos de una voluminosa cuenta bancaria que le serviría para recomponer sus destruidas finanzas. Por supuesto, no es el único que busca el cuadro, sino que debe disputarlo con espías rusos e ingleses y terroristas internacionales, y frente al asedio de su propia esposa, de la que huye más que ante los asesinos profesionales.
El filme se basa en una popular trilogía novelística sobre este carismático antihéroe, escrita por Kyril Bonfiglioli en un tono satírico y provocador.
Ambos están a cargo de un elenco con probada eficiencia para una comedia que, para mejor, tiene pinceladas del delicado e irónico humor británico, que supieron expresar tan bien Peter Sellers y Terry Thomas, entre muchos otros, dos de las referencias confesas de Deep al componer a su personaje.
La historia gira alrededor de Charlie Mortdecai, un excéntrico comerciante de arte que aprovecha su simpatía, su buen gusto por las cosas caras y su refinamiento para hacer negocios que varias veces rozan la ilegalidad. Todo se complica cuando va detrás de una pintura de Goya robada por los nazis, donde estarían anotados los datos de una voluminosa cuenta bancaria que le serviría para recomponer sus destruidas finanzas. Por supuesto, no es el único que busca el cuadro, sino que debe disputarlo con espías rusos e ingleses y terroristas internacionales, y frente al asedio de su propia esposa, de la que huye más que ante los asesinos profesionales.
El filme se basa en una popular trilogía novelística sobre este carismático antihéroe, escrita por Kyril Bonfiglioli en un tono satírico y provocador.