Hay vida después del descenso

Hay vida después del descenso

Cuatro casos que confirman que el deporte más popular del mundo es símbolo de revancha

22 Enero 2015

Más de uno lo cataloga como una mancha imborrable o la herida que más duele, que parece matar... Pero, más allá de las explicaciones y las mil interpretaciones, descender en el fútbol argentino resulta el peor fracaso para cualquier profesional, seguro. Sin embargo, siempre hay revancha. El fútbol la permite. Es como de su propiedad. Se trata de la particularidad más esperada para los que fallan y por eso levantarse después de caerse, o tocar fondo con el descenso, es posible. Volver a brillar también.

Un destacado cuarteto del torneo de Transición que pasó y que consagró a Racing campeón tras 13 años es el modelo perfecto para la ocasión: Leandro Pisculichi (en River), Ezequiel Videla (en la “Academia”), Jonathan Calleri y Marcelo Meli (en Boca) se destacaron en grandes tras haberse ido a “la B” con sus anteriores equipos. Ellos tuvieron su revancha y de descendidos se transformaron en refuerzos de primera. Fueron figura en sus nuevas casas y de un torneo a otro cotizaron alto. Se convirtieron en el ejemplo a seguir para los que erradamente piensan que revivir acá, en el deporte más popular del mundo, es imposible.

Leonardo Pisculichi

Nacido el 18/01/1984, en La Matanza, Buenos Aires. Llegó a River el 8 de julio de 2014 tras descender con Argentinos. El volante siempre fue el distinto pero sólo con el correr de los partidos se volvió clave en el juego del “Millonario” al que compararon con una maquinita. No tardó en marcar ya que aportó lo suyo para el 2-0 de River sobre Central en la segunda fecha del torneo (había debutado en el 0-0 con Ferro, por Copa Argentina). Marcó cinco goles en el torneo y dos en la Copa Sudamericana en 27 partidos que disputó con “la banda”. Sus víctimas fueron, entre otros, Independiente, San Lorenzo y, claro, Boca. A “Leo” no le pesó la camiseta y con el zurdazo al arco de Agustín Orion para el triunfo de River en la “semi” copera se abrió las puertas al amor eterno para los hinchas de Núñez. Además, fue figura y resultó elegido “El” jugador de la Copa tras sus dos asistencias/centros en la final ante Atlético Medellín, de Colombia.

Publicidad

Ezequiel Videla

Nacido el 15/01/1988, en Cosquín, Córdoba. Llegó a Racing el 2 de julio de 2014 tras descender con Colón. El mediocampista se volvió pilar del equipo campeón que entre sus líneas tuvo a experimentados como Sebastián Saja y Diego Milito. Lo que aportó fue sacrificio, y sobre todo equilibrio para conectar la primera línea con la última. Algunos se animaron a compararlo con Adrián Bastía, que en el último título de Racing (en 2001) se robó todos los aplausos con las mismas credenciales que en el torneo de Transición presentó “Monito”. “Ojalá el día de mañana no sea el Bastía de 2001 sino que sea recordado por mí mismo. Es una ilusión personal que no me quita el sueño. Pero para eso uno debe darle algo al club”, decía antes de saber que su deseo se haría realidad y que tras 19 partidos su nombre quedaría etiquetado en la historia grande de la “Academia” de Avellaneda con el título conseguido en diciembre.

Jonathan Calleri

Nacido el 23/09/1993, en Ciudad de Buenos Aires. Llegó a Boca el 27 de junio de 2014 tras descender con All Boys. El “Xeneize” había comprado el 30% de su pase cuando aún se desempeñaba allí y al sumarlo confirmó que no fue un mal negocio. En Boca, “Jony” fue de menor a mayor,. Se ganá la confianza (y la titularidad) a base de goles. Su primer partido fue un amistoso con Nacional de Montevideo, donde captó toda la atención al vestir la 10 que el ídolo Juan Román Riquelme había dejado y se dio el gusto de marcar el gol del triunfo. Luego llegarían seis más por el torneo y dos por Copa (los primeros de su joven carrera en una competencia internacional). Su debut en la red fue el recordado gol del honor de un Boca que en la cuarta fecha perdió 3-1 con Estudiantes, lo que provocaría la salida de Carlos Bianchi. Los 24 partidos que lleva jugados como delantero en La Ribera le dan la chance de seguir luciéndose.

Publicidad

Marcelo Meli

Nacido el 20/06/1992 en Salto, Buenos Aires. Llegó a Boca el 3 de julio de 2014 tras descender con Colón. El volante no tuvo lugar mientras Bianchi comandó el equipo, hasta la fecha cuatro. Pero cuando el “Virrey” se fue él se destapó gracias a la chance que le dio Rodolfo Arruabarrena, que ni bien agarró el equipo (en la quinta jornada) lo hizo debutar. Aquella vez, y con él en cancha, Boca sumó de a tres por segunda vez en el torneo tras vencer 3-1 a Vélez y Meli marcó su primer gol (y único hasta el momento) con la camiseta azul y amarilla. Además, fue figura esa tarde y se fue ovacionado por toda La Bombonera... Luego vendrían 18 partidos más, entre torneo y Sudamericana, todos los que volvieron al volante la figura del equipo, el motorcito. El todoterreno que partido a partido exigió el motor y así resultó el mejor de los refuerzos de Boca, que pretende en 2015 recuperar la gloria con la obtención al menos un título.

Comentarios