El calibre pone un límite

El calibre pone un límite

Por Ariel Farías Sánchez, perito balístico de la Policía

21 Enero 2015
La pericia que se puede hacer ante un resultado negativo consiste en un cálculo de probabilidades con los disparos que realizan otras personas con la misma arma. Se toman cinco, 10 o 15 nuevas muestras, y se hace un cálculo de probabilidades en base a la cantidad de personas a las que les dejó residual de los metales en sus manos. Si de 10 muestras, por ejemplo, hay cuatro que dan negativo, hay una probabilidad de un 40% de que el arma no deje residual al ser disparada. Para esto debe usarse la misma clase de cartucho, marca y fabricante.

Un arma calibre 22 tiene una ventana de expulsión a la derecha. El cartucho tiene un fulminante periférico, por lo que la cantidad de metal que arroja es menor a, por ejemplo, una 9 mm o una calibre 11.25. Los cartuchos de las armas calibre 22 son de los más chicos que hay en el mercado, por lo que es menor la cantidad de micropartículas que va a quedar en la mano de quien dispara.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios