20 Enero 2015
El PEN liberó archivos sobre la identidad de los espías
El juez Lijo busca preservar los elementos de prueba de los que disponía Nisman La Casa Rosada ordenó a la Secretaría de Inteligencia que otorgue a la Justicia los nombres de los espías mencionados por Nisman. El impulso que tomará el expediente
BUENOS AIRES.- La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ordenó durante la tarde de ayer a la Secretaría de Inteligencia (SI) que desclasifique información que había solicitado el fiscal Alberto Nisman antes de su sorpresiva muerte, ocurrida el domingo.
De esta forma el titular de la SI, Oscar Parrilli, autorizó la desclasificación “de todo otro material, archivo e información de inteligencia vinculado a la investigación del atentado contra la AMIA”. La medida levanta el secreto que preservaba información y la identidad de los espías que aparecerían en las escuchas que Nisman utilizó para argumentar su denuncia y el pedido de indagatoria a la Presidenta, a la que acusó de encubrir el atentado contra la mutual judia AMIA que dejó 85 muertos en 1994.
Instrucciones expresas
Mediante una nota oficial, Parrilli notificó a la jueza María Servini de Cubría que por “expresa instrucción” de la presidenta autorizó desclasificar la información de inteligencia solicitada por Nisman vinculada a la causa AMIA y relacionada a la firma del Memorándum de Entendimiento entre la Argentina e Irán, foco de la resonante denuncia realizada por el fiscal el pasado miércoles.
El fiscal había pedido a la SI “la desclasificación de la identidad, las acciones, los hechos y circunstancias correspondientes al personal de inteligencia que surge del producido de las intervenciones telefónicas de los abonados” a cuatro número telefónicos que detalla.
“Desconociéndose el contendido de la denuncia presentada” por Nisman, Parrilli solicitó a la jueza “tenga a bien proceder a identificar los nombres del personal de este organismo (SI) que se encontrarían referidos en la mentada denuncia a efecto de proceder al levantamiento del secreto de los mismos”.
En su denuncia, Nisman había asegurado que espías de la SI estaban en la lista de sospechados de delito de encubrimiento del atentado. El fiscal había solicitado formalmente que se desclasificaran archivos e identidades para no violar la ley de inteligencia.
Asunto de feria
Servini de Cubría estaba a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4 de Ariel Lijo durante el receso de enero, y había decidido posponer el trámite de la denuncia de Nisman hasta que regresara el titular de esa oficina, previsto inicialmente para febrero. Sin embargo, el retorno de Lijo al país se concretó ayer, luego de conocida la noticia del fallecimiento del fiscal.
El jueves pasado, Servini de Cubría había resuelto que los pedidos que había realizado el fiscal Nisman en su denuncia para que los principales sospechosos no salieran del país no requerían una inmediata atención y entendió que posponer su resolución no pondría en peligro el éxito de estas medidas.
Finalmente ayer, a su regreso al país, el juez Lijo habiltó el tratamiento de la denuncia como asunto de feria y ordenó “medidas urgentes para el aseguramiento de la prueba” sobre la que se basó Nisman para denunciar a la jefa de Estado.
En ese contexto, Lijo “dispuso una diligencia en el día de la fecha en la sede de la Unidad Fiscal de Investigaciones del atentado a la AMIA, para incautar y asegurar todos los discos compactos, donde están grabadas las intervenciones telefónicas, y toda la documentación detallada en la denuncia”, explicó el Poder Judicial en su página de internet.
Además, Lijo le pidió a su colega Rodolfo Canicoba Corral -quien la semana pasada descalificó la presentación de Nisman e incluso deslizó que pudo haberse extralimitado en sus funciones- que le enviara “todos los antecedentes y documentación” relacionados con las intervenciones telefónicas que cimentaron la denuncia de Nisman.
Con esta decisión, Lijo se metió de lleno en la causa luego de que el propio Canicoba Corral había dicho que Nisman debió haber enviado a sorteo su acusación para que recayera en uno de los 12 jueces federales. Sin embargo, Nisman entendió que formaba parte de otro de los hechos de encubrimiento en la megacausa AMIA, por la que ya fueron procesados y enviados a juicio oral el ex juez Juan José Galeano y el ex presidente Carlos Menem.
Lijo llegó a su despacho ayer pasadas las 12 y la primera medida que adoptó, tras la declaración de asunto de feria, fue la de enviar a uno de sus secretarios a que se apersonara en la sede de la Unidad Fiscal AMIA, que conducía Nisman. Así, los centenares de CDs de audio, donde se hallan grabadas las conversaciones telefónicas que sirvieron de sostén para la denuncia, quedaron depositados en el juzgado federal 4. El fiscal que interviene en el caso es Ramiro González, quien también se encuentra en los Tribunales de Comodoro Py.
Asimismo, le requirió al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 6, donde tramita la investigación del atentado a la sede de la AMIA., todos los antecedentes y documentación vinculados a las intervenciones de dichas líneas telefónicas. (DPA-DYN-Especial)
De esta forma el titular de la SI, Oscar Parrilli, autorizó la desclasificación “de todo otro material, archivo e información de inteligencia vinculado a la investigación del atentado contra la AMIA”. La medida levanta el secreto que preservaba información y la identidad de los espías que aparecerían en las escuchas que Nisman utilizó para argumentar su denuncia y el pedido de indagatoria a la Presidenta, a la que acusó de encubrir el atentado contra la mutual judia AMIA que dejó 85 muertos en 1994.
Instrucciones expresas
Mediante una nota oficial, Parrilli notificó a la jueza María Servini de Cubría que por “expresa instrucción” de la presidenta autorizó desclasificar la información de inteligencia solicitada por Nisman vinculada a la causa AMIA y relacionada a la firma del Memorándum de Entendimiento entre la Argentina e Irán, foco de la resonante denuncia realizada por el fiscal el pasado miércoles.
El fiscal había pedido a la SI “la desclasificación de la identidad, las acciones, los hechos y circunstancias correspondientes al personal de inteligencia que surge del producido de las intervenciones telefónicas de los abonados” a cuatro número telefónicos que detalla.
“Desconociéndose el contendido de la denuncia presentada” por Nisman, Parrilli solicitó a la jueza “tenga a bien proceder a identificar los nombres del personal de este organismo (SI) que se encontrarían referidos en la mentada denuncia a efecto de proceder al levantamiento del secreto de los mismos”.
En su denuncia, Nisman había asegurado que espías de la SI estaban en la lista de sospechados de delito de encubrimiento del atentado. El fiscal había solicitado formalmente que se desclasificaran archivos e identidades para no violar la ley de inteligencia.
Asunto de feria
Servini de Cubría estaba a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4 de Ariel Lijo durante el receso de enero, y había decidido posponer el trámite de la denuncia de Nisman hasta que regresara el titular de esa oficina, previsto inicialmente para febrero. Sin embargo, el retorno de Lijo al país se concretó ayer, luego de conocida la noticia del fallecimiento del fiscal.
El jueves pasado, Servini de Cubría había resuelto que los pedidos que había realizado el fiscal Nisman en su denuncia para que los principales sospechosos no salieran del país no requerían una inmediata atención y entendió que posponer su resolución no pondría en peligro el éxito de estas medidas.
Finalmente ayer, a su regreso al país, el juez Lijo habiltó el tratamiento de la denuncia como asunto de feria y ordenó “medidas urgentes para el aseguramiento de la prueba” sobre la que se basó Nisman para denunciar a la jefa de Estado.
En ese contexto, Lijo “dispuso una diligencia en el día de la fecha en la sede de la Unidad Fiscal de Investigaciones del atentado a la AMIA, para incautar y asegurar todos los discos compactos, donde están grabadas las intervenciones telefónicas, y toda la documentación detallada en la denuncia”, explicó el Poder Judicial en su página de internet.
Además, Lijo le pidió a su colega Rodolfo Canicoba Corral -quien la semana pasada descalificó la presentación de Nisman e incluso deslizó que pudo haberse extralimitado en sus funciones- que le enviara “todos los antecedentes y documentación” relacionados con las intervenciones telefónicas que cimentaron la denuncia de Nisman.
Con esta decisión, Lijo se metió de lleno en la causa luego de que el propio Canicoba Corral había dicho que Nisman debió haber enviado a sorteo su acusación para que recayera en uno de los 12 jueces federales. Sin embargo, Nisman entendió que formaba parte de otro de los hechos de encubrimiento en la megacausa AMIA, por la que ya fueron procesados y enviados a juicio oral el ex juez Juan José Galeano y el ex presidente Carlos Menem.
Lijo llegó a su despacho ayer pasadas las 12 y la primera medida que adoptó, tras la declaración de asunto de feria, fue la de enviar a uno de sus secretarios a que se apersonara en la sede de la Unidad Fiscal AMIA, que conducía Nisman. Así, los centenares de CDs de audio, donde se hallan grabadas las conversaciones telefónicas que sirvieron de sostén para la denuncia, quedaron depositados en el juzgado federal 4. El fiscal que interviene en el caso es Ramiro González, quien también se encuentra en los Tribunales de Comodoro Py.
Asimismo, le requirió al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 6, donde tramita la investigación del atentado a la sede de la AMIA., todos los antecedentes y documentación vinculados a las intervenciones de dichas líneas telefónicas. (DPA-DYN-Especial)