A cuidarse de las otitis en las piletas

En tiempos de pileta, playa o río, las infecciones en los oídos suelen ser visitantes indeseadas. Por ello, el Ministerio de Salud de la nación lanzó una serie de recomendaciones para prevenir esos males. En primer lugar, resaltó la importancia de evitar el uso de hisopos para quitar el agua o la cera: contrariamente a lo que se cree, los hisopos, en lugar de limpiar el conducto auditivo, sacan la delicada capa de piel que lo protege.

Palabra de especialista
“Al sacar precozmente la última capa de piel que protege el conducto, este queda mucho más vulnerable a que ingresen bacterias”, explicó Margarita Acosta, coordinadora del Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia. “Además -añadió-, si los pacientes son portadores de cerumen (tapones de cera), terminan empujándolo al fondo del oído y su extracción es más difícil”.

Volvamos a las piletas: si ha quedado agua en el oído, una gotita de alcohol permitirá una rápida evaporación del agua, destacó Aldo Yanco, integrante del mismo programa. Ambos profesionales insistieron en la necesidad de prevenir las otitis externas “autoprovocadas”, es decir las que se producen por efectuar maniobras con los dedos o las uñas para sacar el agua.

La enfermedad
La otitis es una infección o una inflamación de cualquier sección del oído causada por diferentes microorganismos. Existen dos tipos: la otitis media y la externa. La primera involucra el oído medio; es común en la primera infancia y en general, la causa es infecciosa. La externa, conocida también como “otitis del nadador”, se produce por la entrada de agua o por traumatismos. Los síntomas son dolor de oído, sensación de oído tapado, picazón y, a veces, supuración. Si aparecen estos síntomas hay que consultar enseguida al médico. Las otitis de este tipo suelen tratarse con gotas para los oídos que contienen antibióticos y esteroides para reducir la hinchazón del canal auditivo. Es importante seguir correctamente las indicaciones del médico.