19 Enero 2015
CAPTURA DE TV
BUENOS AIRES.- Las mil y una noches es clásico y a la vez innovador. Es un culebrón con buenos y malos, heroínas bellas, galanes recios, mejores amigos relegados a las sombras, decisiones difíciles de tomar y enamorados con una pasión urgente pero cientos de obstáculos que vencer hasta lograr consolidar su relación. Pero también es una historia que pone sobre la mesa condimentos que pican, que hay que saborear con cuidado, con curiosidad, porque son esos ingredientes los que le cambian el sabor y lo convierten en algo distinto. Pero, ¿qué hay detrás de esta novela que hipnotiza a los amantes de los culebrones?
Algunas claves para entender su suceso:
La historia. Plantea un dilema ético fuerte desde el primer momento. Sherezade es una talentosa arquitecta que, para salvar la vida de su hijo, debe aceptar pasar una noche de sexo con su jefe, Onur, a cambio de dinero. El deseo irrefrenable del hombre y el conflicto interno de ella, pero al mismo tiempo la atracción por él, harán que nazca el amor. Un amor teñido por los traumas del pasado y los fantasmas del presente. ¿Es posible enamorarse de un hombre tras recibir una propuesta indecente? ¿Es confiable una mujer que usa su cuerpo para conseguir lo que quiere? ¿Qué es más fácil de entregar, dinero o el corazón?
Lealtad al género. A diferencia de las ficciones nacionales de los últimos tiempos, Las mil y una noches es un melodrama romántico hecho y derecho. Sin espacio para gags, chistes o golpes de comedia, en el culebrón turco la tensión no le da respiro al televidente. Las intrigas entre los hermanos por la heroína, la internación del hijo de ella, los conflictos de poder en los clanes familiares, apenas son matizados por los momentos donde irrumpe el romance, en miradas fulminantes de deseo.
Producción de nivel. Con 125 mil dólares de inversión por capítulo, la televisión turca invierte fuerte en sus superproducciones. Saltan a la vista los espectaculares vistas de Estambul, las escenografías monumentales por donde se mueven los personajes, las vestimentas a la usanza del país.
De la ficción a la realidad. La telenovela fue el escenario del amor que nació entre la actriz Bergüzar Korel y el galán Halit Ergenç. Como tantas otras parejas de novelas, su relación cruzó la pantalla chica e hizo que la pareja sea una de las más famosas y queridas de Turquía.
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