19 Enero 2015
“Cano no quiere gobernar, sino ser senador eterno”
El legislador contó que el radical lo dejó plantado, que a su padre lo trataron “muy mal” y que Manzur debe dar respuestas a la comunidad. El titular de Fuerza Republicana sostiene que el PRO es un partido manejado desde Buenos Aires y que el gobernador usa el avión sanitario para pasear. Las cuentas en Suiza.
DIFERENTE. Ricardo Bussi elogia a su padre, pero dice que él busca consensos. la gaceta / foto de antonio ferroni(archivo)
A Ricardo Bussi le gusta que sus palabras resuenen. Así como en el recinto de la Legislatura, frente a la mesa del café en el que dialoga con LA GACETA, el líder de Fuerza Republicana acentúa las consonantes para enfatizar sus ideas. El discurso de Bussi es, en estilo, pronunciación y contenido, muy similar al que profesó su padre, el fallecido ex gobernador y ex militar Antonio Domingo Bussi, condenado en 2008 por crímenes de lesa humanidad en la dictadura. Aunque avanza sobre la senda que dejó su progenitor, el legislador también está dispuesto a hacer su camino para llegar a la Gobernación. “Aspiro a constituirme en referente de una moral distinta”, expresó. Y aseguró que intentó conformar alianzas con José Cano, pero dijo que el radical lo dejó “plantado”.
- La Constitución provincial ya no le permite ser candidato a legislador. ¿Buscará la Gobernación?
- Está definido así. Si bien me hubiera encantado participar por la Intendencia capitalina, el partido me ha pedido una cobertura provincial. Y me debo desde hace muchos años a Fuerza Republicana. No voy a esquivar el desafío.
- ¿Y cuál fue el argumento que le dieron en el partido?
- Los dirigentes del interior están buscando llegar a algún cargo, como legislador o concejal, y necesitan la cobertura del apellido Bussi.
- ¿La idea es crecer en cuanto a estructura? Hoy FR sólo tiene un edil en la Capital, Claudio Viña...
- Así es, no tenemos concejales en el interior. El ataque furibundo que lanzó desde el Gobierno nacional el kirchnerismo en contra de la figura de mi padre nos ha mellado verdaderamente, lo hemos sentido en las elecciones de 2007, 2009 y 2011. Pero por suerte en 2013 comenzó un resurgimiento de FR, por lo agotado del discurso kirchnerista. Reivindicando los valores de Bussi hemos crecido. Llegar a la Gobernación es para nosotros un desafío difícilmente alcanzable, aunque no improbable. Aspiramos a ensanchar nuestro espacio para poder defender los valores que fundaron a FR: la familia, el orden, la seguridad, el respeto al prójimo y el cumplimiento de la ley. Lo primero que haré si soy electo será convocar a un grupo de notables tucumanos par que revisen la gestión de Alperovich, que está plagada de hechos de corrupción. Aspiro a ser el fundador de una nueva moral pública tucumana.
- Usted arriesga bastante con la candidatura a gobernador. ¿No le preocupa quedar sin cargo?
- Bueno, pero antes de las elecciones tenemos las PASO, en las que estamos obligados a participar. No está definido; supongo que voy a encabezar una de las listas de cargos legislativos nacionales.
- Fuerza Republicana tiene varios dirigentes, pero sólo se asocia el partido al apellido Bussi....
- Eso tiene sus ventajas y desventajas. Las ventajas son que es un partido claro, que responde a una premisa y a una forma de ver la cosa pública. La desventaja es que por ahí faltan dirigentes de peso que coadyuven al esfuerzo de juntar los votos necesarios para tener un éxito contundente.
- ¿Hay chances de alianzas entre FR y otros partidos?
- Hemos debatido esa posibilidad en el partido. Por ajustada mayoría ganó la postura de la apertura, y de conversar con José Cano, particularmente. Lo hice. Lo llamé por teléfono, me citó a una mesa de diálogo a la ciudad de Buenos Aires. Me hizo gastar $ 3.000 en el viaje y me dejó plantado. Esto fue hace unos dos meses. Lo usual es que el segundo se junte con el tercero para ganarle al primero. Hoy Cano arma un frente electoral que tiene menos vocación de poder que yo de astronauta. ¡Se junta con el doceavo! Eso demuestra que Cano no quiere gobernar la provincia, sino ser un senador eterno.
- ¿Qué pasó tras el “plantón”?
- Un asesor de Cano se comunicó con un colaborador mío para pedirme que haga un asado en mi casa. Me hicieron comprar la carne y tampoco fueron. Estos hechos hablan por sí solos. Cano elige juntarse con gente que no tiene votos. Uno es repartidor de planes sociales del kirchnerismo, como Federico Masso. El peronismo en 2013 le ganó al Acuerdo Cívico por un 10% de los votos. Es justamente la cantidad que sacó FR. Entonces, no es casual que no quiera conversar con nosotros. Quiere recuperar la banca en el Senado que tuvo que cederle a Silvia Elías de Pérez.
- ¿Y con el macrismo?
- Con el PRO tucumano tenemos total coincidencia. Nos interesa. Todos los dirigentes de ese espacio llegaron desde FR. Pero tienen la dificultad de Buenos Aires. Temen que lo que les pueda sumar FR en Tucumán les reste allá. Esas cuentas no convienen a nuestra provincia, pero sí a los porteños, y el PRO se maneja desde el puerto.
- Juan Manzur podría ser su rival por parte del oficialismo. ¿Cómo fue la convivencia con él en la Legislatura, entre 2007 y 2009?
- Manzur es un hombre que debe respuestas a la comunidad. Tiene abiertos procesos muy importantes, sin resolución. En estas circunstancias, no debería ser apoyado por el gobernador; Alperovich debería estimular candidaturas intachables, pero él tampoco lo es, así que no podemos pedirle eso.
- En su campaña habla mucho sobre inseguridad. ¿Cómo encararía este problema?
- Primero, sería el primer cumplidor irrestricto de la ley. Me preocuparía mucho de constituirme en un referente moral de los tucumanos. Luego tendría mucho control sobre todos los funcionarios del Estado, incluida la Policía, y a partir de ahí exigir el cumplimiento de la ley a la ciudadanía. No me cabe duda de que es de arriba hacia abajo. Si el gobernador se va en avión sanitario de paseo, luego no puede castigar al motochorro. También hay que refundar la Policía y reformular el proceso penal…
- Su padre ya fue gobernador. ¿Qué repetiría de lo que él hizo, y qué no repetiría?
- Repetiría las visitas diarias a los hospitales; establecería una conciencia de esfuerzo como herramienta de progreso; recuperaría el orden, porque Tucumán es el sálvese quien pueda; hoy la mugre domina el escenario público, y esas cosas Bussi las resolvió acertadamente. Pero corregiría el aislamiento que tuvo; por su temperamento y su formación no apostaba a la búsqueda de consenso, y yo creo que eso es fundamental.
- En el recinto, el oficialista Iván Llorens Dip le endilgó cuentas en Suiza. ¿Cómo es la situación?
- Mi papá tenía una cuenta en Suiza de U$S 100.000, en la época del “1 a 1”. Eso debe ser el 2% del patrimonio de Llorens Dip, que nadie sabe cómo lo consiguió. Mi papá lo obtuvo con 60 años de trabajo; no creo que Llorens Dip haya trabajado 60 días en su vida. A papá lo han tratado muy mal; recuerdo en el juicio político, le hacían aparecer 16 propiedades, y eran bienes que había tenido y de los que se había desprendido para comprar otros. Son campañas de difamación que nunca en la vida se han visto. Sin embargo, ganó todas las elecciones a las que se presentó. Es fácil criticarlo hoy, y hacer política con el cuero de Bussi, pero cuando la mafia de los Ale era muy fuerte y contaba con el auspicio del peronismo, él les puso la topadora para recuperar el orden. Tenía unos huevos como jamás los mostró nadie. Cristina y Alperovich dejaron pasar una oportunidad increíble en esta década. Por eso, cuando hace un poco de calor se corta la luz y el agua. Ahora, más que nunca, tenemos que acordarnos de Bussi.
- La Constitución provincial ya no le permite ser candidato a legislador. ¿Buscará la Gobernación?
- Está definido así. Si bien me hubiera encantado participar por la Intendencia capitalina, el partido me ha pedido una cobertura provincial. Y me debo desde hace muchos años a Fuerza Republicana. No voy a esquivar el desafío.
- ¿Y cuál fue el argumento que le dieron en el partido?
- Los dirigentes del interior están buscando llegar a algún cargo, como legislador o concejal, y necesitan la cobertura del apellido Bussi.
- ¿La idea es crecer en cuanto a estructura? Hoy FR sólo tiene un edil en la Capital, Claudio Viña...
- Así es, no tenemos concejales en el interior. El ataque furibundo que lanzó desde el Gobierno nacional el kirchnerismo en contra de la figura de mi padre nos ha mellado verdaderamente, lo hemos sentido en las elecciones de 2007, 2009 y 2011. Pero por suerte en 2013 comenzó un resurgimiento de FR, por lo agotado del discurso kirchnerista. Reivindicando los valores de Bussi hemos crecido. Llegar a la Gobernación es para nosotros un desafío difícilmente alcanzable, aunque no improbable. Aspiramos a ensanchar nuestro espacio para poder defender los valores que fundaron a FR: la familia, el orden, la seguridad, el respeto al prójimo y el cumplimiento de la ley. Lo primero que haré si soy electo será convocar a un grupo de notables tucumanos par que revisen la gestión de Alperovich, que está plagada de hechos de corrupción. Aspiro a ser el fundador de una nueva moral pública tucumana.
- Usted arriesga bastante con la candidatura a gobernador. ¿No le preocupa quedar sin cargo?
- Bueno, pero antes de las elecciones tenemos las PASO, en las que estamos obligados a participar. No está definido; supongo que voy a encabezar una de las listas de cargos legislativos nacionales.
- Fuerza Republicana tiene varios dirigentes, pero sólo se asocia el partido al apellido Bussi....
- Eso tiene sus ventajas y desventajas. Las ventajas son que es un partido claro, que responde a una premisa y a una forma de ver la cosa pública. La desventaja es que por ahí faltan dirigentes de peso que coadyuven al esfuerzo de juntar los votos necesarios para tener un éxito contundente.
- ¿Hay chances de alianzas entre FR y otros partidos?
- Hemos debatido esa posibilidad en el partido. Por ajustada mayoría ganó la postura de la apertura, y de conversar con José Cano, particularmente. Lo hice. Lo llamé por teléfono, me citó a una mesa de diálogo a la ciudad de Buenos Aires. Me hizo gastar $ 3.000 en el viaje y me dejó plantado. Esto fue hace unos dos meses. Lo usual es que el segundo se junte con el tercero para ganarle al primero. Hoy Cano arma un frente electoral que tiene menos vocación de poder que yo de astronauta. ¡Se junta con el doceavo! Eso demuestra que Cano no quiere gobernar la provincia, sino ser un senador eterno.
- ¿Qué pasó tras el “plantón”?
- Un asesor de Cano se comunicó con un colaborador mío para pedirme que haga un asado en mi casa. Me hicieron comprar la carne y tampoco fueron. Estos hechos hablan por sí solos. Cano elige juntarse con gente que no tiene votos. Uno es repartidor de planes sociales del kirchnerismo, como Federico Masso. El peronismo en 2013 le ganó al Acuerdo Cívico por un 10% de los votos. Es justamente la cantidad que sacó FR. Entonces, no es casual que no quiera conversar con nosotros. Quiere recuperar la banca en el Senado que tuvo que cederle a Silvia Elías de Pérez.
- ¿Y con el macrismo?
- Con el PRO tucumano tenemos total coincidencia. Nos interesa. Todos los dirigentes de ese espacio llegaron desde FR. Pero tienen la dificultad de Buenos Aires. Temen que lo que les pueda sumar FR en Tucumán les reste allá. Esas cuentas no convienen a nuestra provincia, pero sí a los porteños, y el PRO se maneja desde el puerto.
- Juan Manzur podría ser su rival por parte del oficialismo. ¿Cómo fue la convivencia con él en la Legislatura, entre 2007 y 2009?
- Manzur es un hombre que debe respuestas a la comunidad. Tiene abiertos procesos muy importantes, sin resolución. En estas circunstancias, no debería ser apoyado por el gobernador; Alperovich debería estimular candidaturas intachables, pero él tampoco lo es, así que no podemos pedirle eso.
- En su campaña habla mucho sobre inseguridad. ¿Cómo encararía este problema?
- Primero, sería el primer cumplidor irrestricto de la ley. Me preocuparía mucho de constituirme en un referente moral de los tucumanos. Luego tendría mucho control sobre todos los funcionarios del Estado, incluida la Policía, y a partir de ahí exigir el cumplimiento de la ley a la ciudadanía. No me cabe duda de que es de arriba hacia abajo. Si el gobernador se va en avión sanitario de paseo, luego no puede castigar al motochorro. También hay que refundar la Policía y reformular el proceso penal…
- Su padre ya fue gobernador. ¿Qué repetiría de lo que él hizo, y qué no repetiría?
- Repetiría las visitas diarias a los hospitales; establecería una conciencia de esfuerzo como herramienta de progreso; recuperaría el orden, porque Tucumán es el sálvese quien pueda; hoy la mugre domina el escenario público, y esas cosas Bussi las resolvió acertadamente. Pero corregiría el aislamiento que tuvo; por su temperamento y su formación no apostaba a la búsqueda de consenso, y yo creo que eso es fundamental.
- En el recinto, el oficialista Iván Llorens Dip le endilgó cuentas en Suiza. ¿Cómo es la situación?
- Mi papá tenía una cuenta en Suiza de U$S 100.000, en la época del “1 a 1”. Eso debe ser el 2% del patrimonio de Llorens Dip, que nadie sabe cómo lo consiguió. Mi papá lo obtuvo con 60 años de trabajo; no creo que Llorens Dip haya trabajado 60 días en su vida. A papá lo han tratado muy mal; recuerdo en el juicio político, le hacían aparecer 16 propiedades, y eran bienes que había tenido y de los que se había desprendido para comprar otros. Son campañas de difamación que nunca en la vida se han visto. Sin embargo, ganó todas las elecciones a las que se presentó. Es fácil criticarlo hoy, y hacer política con el cuero de Bussi, pero cuando la mafia de los Ale era muy fuerte y contaba con el auspicio del peronismo, él les puso la topadora para recuperar el orden. Tenía unos huevos como jamás los mostró nadie. Cristina y Alperovich dejaron pasar una oportunidad increíble en esta década. Por eso, cuando hace un poco de calor se corta la luz y el agua. Ahora, más que nunca, tenemos que acordarnos de Bussi.
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