Por LA GACETA
19 Enero 2015
En ocasiones, la política suele estar vinculada con poderes ocultos, como la droga y la prostitución, no solo en nuestro país. El empresario, ex primer ministro y líder de la centroderecha italiana, Silvio Berlusconi, fue acusado en varias oportunidades de organizar fiestas escandalosas y orgías con la participación de adolescentes. Hace un año, fue condenado a siete años de cárcel por prostitución de una menor y abuso de poder. En la vecina provincia de Salta, el intendente de El Bordo, Juan Rosario Mazzone, se vio involucrado en un episodio confuso y se halla en una difícil situación institucional.
En las redes sociales circularon fotos, donde se veía al funcionario juntos a menores en ropas íntimas. El martes pasado, el Concejo Deliberante de esa localidad salteña le inició un proceso de destitución al intendente por ese motivo. En sesión extraordinaria, los ediles votaron finalmente a favor de la destitución y la intervención del ejecutivo municipal. El Concejo le solicitó al gobernador Juan Urtubey que interviniera el municipio. El jueves, el fiscal de la ciudad de Güemes lo imputó por “corrupción de menores”. La investigación penal contra el intendente se había iniciado de oficio, luego de que se difundieran fotos de funcionario. Este se defendió, argumentando que había prestado su casa a los remiseros de la localidad para una fiesta de fin de año, y que había pasado a saludar unos minutos. Por su parte, el titular de la Cámara de Diputados de Salta afirmó que si es necesario llamaría a sesión extraordinaria para tratar el pedido de intervención del municipio. En su descargo al Concejo Deliberante al que tuvo acceso LA GACETA Salta, el intendente dijo: “En el interior de la provincia es muy común que las chicas usen su ropa interior para bañarse, simplemente por razones económicas”, se justificó en el descargo que ayer al mediodía presentó en el Concejo Deliberante, y al que tuvo acceso. “En cuanto a mí, estaba con el torso al aire porque hacía un gran calor, sin ninguna connotación sexual... La prueba más cabal de que no hubo fiesta impropia es el hecho de que yo concurrí a dicho asado con mi señora, su hijo menor, mi cuñada y su hijo menor”, aseveró el jefe municipal.
No es la primera vez que un intendente salteño se ve involucrado en el submundo de la prostitución. En agosto de 2013, el intendente de Salvador Mazza fue detenido cuando se hallaba en un local dedicado a la prostitución, en el centro de la ciudad de Salta, tras lo cual dijo que creía estar en la “casa de una familia amiga”. El funcionario cayó preso en el marco de una serie de allanamientos realizados por una causa de trata de personas, que permitió la liberación de más de 60 mujeres, entre ellas, menores de edad.
En pro de la dilucidación del caso, tal vez hubiese sido conveniente suspender provisoriamente de su cargo al intendente para facilitar la investigación que determine su culpabilidad o inocencia.
Estos escandalosos episodios nos llevan a reflexionar acerca de la importancia de mantener una conducta intachable, especialmente cuando se ocupa un cargo en la función pública. Los representantes elegidos por la ciudadanía deberían ser siempre un ejemplo de transparencia en sus actos en todos los ámbitos, incluyendo el privado. Si un gobernante no es el primero en dar el ejemplo, no le puede pedir luego a la ciudadanía que sea respetuosa de las leyes.
En las redes sociales circularon fotos, donde se veía al funcionario juntos a menores en ropas íntimas. El martes pasado, el Concejo Deliberante de esa localidad salteña le inició un proceso de destitución al intendente por ese motivo. En sesión extraordinaria, los ediles votaron finalmente a favor de la destitución y la intervención del ejecutivo municipal. El Concejo le solicitó al gobernador Juan Urtubey que interviniera el municipio. El jueves, el fiscal de la ciudad de Güemes lo imputó por “corrupción de menores”. La investigación penal contra el intendente se había iniciado de oficio, luego de que se difundieran fotos de funcionario. Este se defendió, argumentando que había prestado su casa a los remiseros de la localidad para una fiesta de fin de año, y que había pasado a saludar unos minutos. Por su parte, el titular de la Cámara de Diputados de Salta afirmó que si es necesario llamaría a sesión extraordinaria para tratar el pedido de intervención del municipio. En su descargo al Concejo Deliberante al que tuvo acceso LA GACETA Salta, el intendente dijo: “En el interior de la provincia es muy común que las chicas usen su ropa interior para bañarse, simplemente por razones económicas”, se justificó en el descargo que ayer al mediodía presentó en el Concejo Deliberante, y al que tuvo acceso. “En cuanto a mí, estaba con el torso al aire porque hacía un gran calor, sin ninguna connotación sexual... La prueba más cabal de que no hubo fiesta impropia es el hecho de que yo concurrí a dicho asado con mi señora, su hijo menor, mi cuñada y su hijo menor”, aseveró el jefe municipal.
No es la primera vez que un intendente salteño se ve involucrado en el submundo de la prostitución. En agosto de 2013, el intendente de Salvador Mazza fue detenido cuando se hallaba en un local dedicado a la prostitución, en el centro de la ciudad de Salta, tras lo cual dijo que creía estar en la “casa de una familia amiga”. El funcionario cayó preso en el marco de una serie de allanamientos realizados por una causa de trata de personas, que permitió la liberación de más de 60 mujeres, entre ellas, menores de edad.
En pro de la dilucidación del caso, tal vez hubiese sido conveniente suspender provisoriamente de su cargo al intendente para facilitar la investigación que determine su culpabilidad o inocencia.
Estos escandalosos episodios nos llevan a reflexionar acerca de la importancia de mantener una conducta intachable, especialmente cuando se ocupa un cargo en la función pública. Los representantes elegidos por la ciudadanía deberían ser siempre un ejemplo de transparencia en sus actos en todos los ámbitos, incluyendo el privado. Si un gobernante no es el primero en dar el ejemplo, no le puede pedir luego a la ciudadanía que sea respetuosa de las leyes.