15 Enero 2015
BIENVENIDA. Una multitud llenó las calles de Manila para la llegada del Papa. REUTERS
MANILA, Filipinas.- Decenas de miles de personas se agolparon en las calles de la capital de Filipinas, Manila, para dar la bienvenida al Papa Francisco, que visita por primera vez la nación asiática con mayor población católica, en medio de una de las operaciones de seguridad más intensas en la historia del país.
Otros pontífices que han visitado Filipinas en el pasado fueron blancos de intentos de asesinato, lo que llevó al despliegue de casi 50.000 soldados y policías en la capital y la provincia central de Leyte para la estadía papal de este fin de semana.
Las campanas de las iglesias de todo el país repicaron simultáneamente cuando el avión en que viajaba Francisco aterrizó en la base aérea de Villamor en Manila. El pontífice llegó a Filipinas procedente de Sri Lanka, donde realizó una visita de dos días.
El presidente de Filiipinas, Benigno Aquino, y una veintena de representantes del gobierno y la Iglesia católica recibieron al papa, que vio cómo el viento le arrebataba el solideo de la cabeza nada más aterrizar y no lo recuperó hasta 10 minutos después.
Aquino besó el anillo del papa y conversó brevemente con él, antes de que dos huérfanos le obsequiasen con flores y unos 1.200 niños interpretasen un baile de bienvenida.
Fuera del aeropuerto, decenas de milies de personas emocionadas agitaban banderas o pañuelos al paso del convoy en el que pasaba el papa camino de la Nuncia Apostólica, lugar en el que se alojará durante su visita.
Límites a la libertad de expresión
Ocho días después del atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, Francisco aseguró que si bien la libertad de expresión es un "derecho humano fundamental", tiene un límite, que es el de no ofender. Lo dijo en una conferencia de prensa de 50 minutos que concedió en el vuelo que lo llevaba desde Sri Lanka a Filipinas.
"No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", dijo Francisco ante una pregunta realizada por el grupo francófono de periodistas del vuelo papal.(Reuters-DPA)
Otros pontífices que han visitado Filipinas en el pasado fueron blancos de intentos de asesinato, lo que llevó al despliegue de casi 50.000 soldados y policías en la capital y la provincia central de Leyte para la estadía papal de este fin de semana.
Las campanas de las iglesias de todo el país repicaron simultáneamente cuando el avión en que viajaba Francisco aterrizó en la base aérea de Villamor en Manila. El pontífice llegó a Filipinas procedente de Sri Lanka, donde realizó una visita de dos días.
El presidente de Filiipinas, Benigno Aquino, y una veintena de representantes del gobierno y la Iglesia católica recibieron al papa, que vio cómo el viento le arrebataba el solideo de la cabeza nada más aterrizar y no lo recuperó hasta 10 minutos después.
Aquino besó el anillo del papa y conversó brevemente con él, antes de que dos huérfanos le obsequiasen con flores y unos 1.200 niños interpretasen un baile de bienvenida.
Fuera del aeropuerto, decenas de milies de personas emocionadas agitaban banderas o pañuelos al paso del convoy en el que pasaba el papa camino de la Nuncia Apostólica, lugar en el que se alojará durante su visita.
Límites a la libertad de expresión
Ocho días después del atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, Francisco aseguró que si bien la libertad de expresión es un "derecho humano fundamental", tiene un límite, que es el de no ofender. Lo dijo en una conferencia de prensa de 50 minutos que concedió en el vuelo que lo llevaba desde Sri Lanka a Filipinas.
"No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", dijo Francisco ante una pregunta realizada por el grupo francófono de periodistas del vuelo papal.(Reuters-DPA)
Temas
Filipinas
Lo más popular