“Respeto a Alperovich, pero yo soy Juan Manzur”

“Respeto a Alperovich, pero yo soy Juan Manzur”

El ministro de Salud de la Nación se mostró confiado en que encabezará la fórmula oficialista para los comicios provinciales de este año El vicegobernador, en uso de licencia, estima que será sobreseído en la causa que lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito. “Tomo mis propias decisiones”

PREPARADO. Manzur afirmó que acumuló experiencia y que se siente en condiciones para gobernar Tucumán. la gaceta / foto de franco vera PREPARADO. Manzur afirmó que acumuló experiencia y que se siente en condiciones para gobernar Tucumán. la gaceta / foto de franco vera
12 Enero 2015
Dos conceptos quedan manifiestos cuando se pasa por el tamiz la entrevista que el ministro de Salud de la Nación -vicegobernador, en uso de licencia-, Juan Manzur, dio a LA GACETA: que aunque considera dirigentes de primer nivel a la senadora Beatriz Rojkés y al secretario de Obras Públicas de la Nación, José López -nombres que también suenan como precandidatos por el oficialismo- está confiado en que él será el elegido de José Alperovich; y que aunque respeta al mandatario se esmera por diferenciarse de este. Manzur destacó lo que se hizo durante los casi 12 años de alperovichismo; pero subrayó que llegó el momento de pasar a otra instancia. Remarcó que se siente preparado para gobernar. Evitó hablar de la oposición, y dijo sentirse confiado en que será sobreseído en la causa judicial que lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito.

- ¿Cuándo dejará el cargo nacional y volverá a Tucumán?

- Si bien ya estoy mucho tiempo en Tucumán, este año, que es netamente político, se irá dando naturalmente el tiempo para dedicarme de lleno (a la campaña). Pero hay que entender la política como parte de la gestión. Uno debe esbozar ideas, propuestas, qué es lo que quiere hacer; pero no puede descuidar el día a día.

- ¿La salud es el caballito de batalla de este Gobierno?

- Varios tópicos identifican a esta gestión; uno es la salud. Esto es porque quizá sea el bien más preciado de una persona. El único capital que tiene el pobre es su salud. Por eso el Estado debe cuidar que la gente esté sana. Y si se enferma, que pueda atenderse lo mejor posible. En 2003, la situación sanitaria de Tucumán no era buena; empezamos una gestión y hoy se mejoró. Pero también hay que decir que no estamos bien. Se arreglaron centros de salud, se equiparon y se hicieron hospitales nuevos, se refaccionaron otros; pero hay que seguir trabajando.

- Además de esto, ¿qué habría que acentuar los próximos años?

- La educación. En Tucumán se hicieron 400 escuelas; no hay antecedentes en la historia. La infraestructura está; los conserjes, maestros, directores, administrativos están. El gran desafío ahora es que todas las criaturas vayan a la escuela; que empiecen en jardín, que terminen el secundario y que puedan seguir estudiando. Ahora, cuando uno se embarca en proyectos de estas características debe ser consciente de que no es de hoy para mañana. Las acciones espasmódicas en políticas públicas no conducen a nada. No se puede hacer nada si no se planifica. Hay que tener mirada a mediano y a largo plazo, no se puede hacer una cosa hoy, otra mañana, y pasado otra. Hay que hacer políticas sustentables en el tiempo. Entramos en un proceso en el cual los hospitales, las escuelas, las viviendas, el agua potable están; ahora debemos pensar el Tucumán del futuro, del Bicentenario.

- ¿Se siente con experiencia para gobernar?

- Sí. Pude ejercer varios cargos de responsabilidad y de conducción. No se puede improvisar, hay que tener claro hacia dónde uno va, para qué está. Yo fui acumulando experiencia a lo largo de estos tiempos: fui secretario de Salud en La Matanza (Buenos Aires). Luego, desde 2003, asumí acá; después me tocó presidir la Convención Constituyente. Luego (secundé) dos veces al gobernador, y desde 2009 soy ministro de la Nación. Son roles en los que uno va adquiriendo experiencia; un capital enorme que no se hace de un día para otro, son vivencias y aprendizajes importantes.

- De sus eventuales rivales, ¿alguno improvisa?

- Por la oposición, por el que piensa distinto y actúa con convicción, tengo un profundo respeto; pero no me gusta opinar de los otros.

- ¿Se siente preparado?

- Obviamente. Nunca asumí un compromiso para el que no me sienta preparado; creo que estoy en condiciones. Lo digo con mucha humildad, y es mi modesta opinión. Siempre pienso en estar a la altura de las circunstancias. Hoy tengo un bagaje de conocimiento y experiencia; creo que puedo ser un instrumento para ayudar a los tucumanos.

- ¿Siente que encabezará la fórmula del alperovichismo? Porque aún suenan Rojkés y López...

- Es la riqueza de nuestro espacio; son dirigentes importantes que tiene nuestro proyecto político. Un secretario de Obras Públicas de la Nación, que ayudó mucho a Tucumán. Y “Betty” es una mujer con experiencia, técnicamente sólida, que se sometió varias veces a la voluntad popular, y que hasta hace muy poquito fue la tercera autoridad del país. Dirigentes de fuste. Por ahí no todos opinamos igual, y es lógico. Saben del aprecio, cariño y respeto que siento por José Alperovich. Pero yo no soy José Alperovich, soy Juan Manzur; con otra vivencia, otra experiencia, otra impronta. Tengo mis sueños, mis anhelos, y una visión de qué es lo que quiero hacer en la provincia, y hacia dónde quiero ir.

- Pero no contestó. ¿Será el candidato, junto a Osvaldo Jaldo?

- Yo creo que sí, creo que sí. Y Osvaldo es un hombre con mucha experiencia, un hombre del interior. Desde 1983 pasó por todos los cargos; siempre leal al equipo que hoy conduce el gobernador. Tiene todas las credenciales.

- ¿Será distinto a Alperovich?

- Somos personas distintas. Y eso hay que entenderlo; y nadie se debe asustar porque sea así; es lo normal, lo lógico. Yo vine acompañando a José como ministro, como convencional, dos veces como vicegobernador; pero tomo mis decisiones. Cada uno tiene su impronta, y el deseo de qué acciones piensa desarrollar.

- ¿Cree que será sobreseído?

- Sí. Siempre estuve muy tranquilo, siempre dije la verdad, nunca oculté nada. Hay que ser muy respetuoso de la Justicia; es un poder del Estado; y todos los dirigentes políticos debemos estar siempre prestos a cualquier requerimiento, a cualquier planteo o duda. Ya fui sobreseído; ahora las otras instancias deben definir; pero estoy tranquilo, tengo la conciencia tranquila, y siempre dije la verdad.

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