12 Enero 2015
Las profundas diferencias políticas entre el intendente de Concepción, Osvaldo Morelli, y la mayoría de los ediles de esa ciudad volvieron a tumbar una sesión del Concejo Deliberante.
En pleno receso, el jefe municipal había citado para el viernes a las 9.30 a una sesión extraordinaria a los concejales. Sin embargo, el cónclave no pudo concretarse por falta de quórum. Según el radical Carlos Olarte, la convocatoria había sido formulada de “manera irregular y sin el tratamiento protocolar que dicta el reglamento del Concejo”. “El llamado a extraordinarias fue por teléfono y pretendía ser a libro cerrado, ya que en ningún momento se pasaron copias de los proyectos a tratar a los concejales para conocer su contenido, en su mayoría presentados por el Departamento Ejecutivo Municipal”, justificó el opositor. Aún más, el radical describió una situación curiosa que habría tenido lugar horas antes de la sesión. “La convocatoria fue tan poco formal que el Orden del Día se pasó entre los concejales por WhatsApp, ya que no se hizo llegar como corresponde con 48 horas de anterioridad a los despachos de los ediles y sin las firmas ni los sellos correspondientes a un llamado a sesión”, alertó.
En el frustrado debate, Morelli pretendía conseguir la aprobación de una prórroga del Presupuesto 2014 de la Municipalidad, además de una ampliación de $ 58 millones sobre ese mismo cálculo de gastos para el año que finalizó, estimado en $ 202 millones. Precisamente, ya en diciembre el intendente no había logrado reunir al Concejo para que esa ampliación presupuestaria fuera aprobada en sesión. Aquella vez, faltaron a la cita siete de los 10 concejales.
En pleno receso, el jefe municipal había citado para el viernes a las 9.30 a una sesión extraordinaria a los concejales. Sin embargo, el cónclave no pudo concretarse por falta de quórum. Según el radical Carlos Olarte, la convocatoria había sido formulada de “manera irregular y sin el tratamiento protocolar que dicta el reglamento del Concejo”. “El llamado a extraordinarias fue por teléfono y pretendía ser a libro cerrado, ya que en ningún momento se pasaron copias de los proyectos a tratar a los concejales para conocer su contenido, en su mayoría presentados por el Departamento Ejecutivo Municipal”, justificó el opositor. Aún más, el radical describió una situación curiosa que habría tenido lugar horas antes de la sesión. “La convocatoria fue tan poco formal que el Orden del Día se pasó entre los concejales por WhatsApp, ya que no se hizo llegar como corresponde con 48 horas de anterioridad a los despachos de los ediles y sin las firmas ni los sellos correspondientes a un llamado a sesión”, alertó.
En el frustrado debate, Morelli pretendía conseguir la aprobación de una prórroga del Presupuesto 2014 de la Municipalidad, además de una ampliación de $ 58 millones sobre ese mismo cálculo de gastos para el año que finalizó, estimado en $ 202 millones. Precisamente, ya en diciembre el intendente no había logrado reunir al Concejo para que esa ampliación presupuestaria fuera aprobada en sesión. Aquella vez, faltaron a la cita siete de los 10 concejales.
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