El expediente del caso Rigourd no volvió a la fiscalía

El expediente del caso Rigourd no volvió a la fiscalía

Querellantes responsabilizaron a la jueza.

11 Enero 2015
“Sorprende la actitud de la jueza de Feria (Mirta Lenis de Vera) que no devuelve la causa principal al fiscal (Guillermo Herrera), contribuyendo a la dilación de la investigación que queda paralizada, cuando fue esa conducta la que en su momento le atribuyó al fiscal”, afirmó el abogado Nicolás Pedro Brito, uno de los querellantes en la causa en la que se investiga una presunta asociación ilícita liderada por Jorge Rigourd, que habría estafado a varios ahorristas.

Brito es representante, junto a Fernando Poviña, de Ricardo Pasquini, una de las presuntas víctimas de la estafa que habría desplegado Rigourd junto a su socio Hugo Sánchez y a sus empleados Jorge Cosentino y Santiago Pasquini, de acuerdo con la imputación que realizó el fiscal Herrera.

La operatoria habría consistido en haberse apropiado del dinero que los ahorristas depositaron en la financiera Cofin (propiedad de Rigourd y Sánchez). Antes de que comience la feria judicial de enero, Lenis de Vera había rechazado el pedido del fiscal para que se dicte la prisión preventiva en contra de los dueños de la financiera.

Para llegar a esa resolución, la magistrada había solicitado que le remitan todo el expediente, y dictaminó que el fiscal había tenido una nula actividad investigativa mientras Rigourd y Sánchez estuvieron detenidos. Según denunció Brito, la causa no regresó a la fiscalía. Casualmente, Lenis de Vera y Herrera quedaron a cargo de la feria judicial durante la primera quincena de enero.

Una de las denuncias

Las distintas denuncias que realizaron los ahorristas mencionan a Rigourd, a Sánchez y a otros empleados. Herrera, hasta aquí, imputó a Cosentino y a Santiago Pasquini. Este último había sido mencionado en la presentación que hicieron Brito y Poviña, en la que se detalla cómo había sido la inversión de Ricardo Pasquini.

El denunciante mencionó que comenzó a operar con Arpenta (luego Cofin) a través de Santiago Pasquini en 2009. Los registros de las entregas de dinero eran informales, según se consigna en la presentación de la querella.

En abril del año pasado, a medida que perdía la confianza en el empleado por las demoras en cumplir con lo pactado, Ricardo Pasquini empezó a pedir la restitución del dinero. La respuesta siempre fue la misma: no había liquidez, pero estaba la promesa de la inversión del predio de la ex papelera, en avenida Mate de Luna al 1.900.

“(Santiago) Pasquini ofrece cedernos su parte en el terreno de la papelera, lo que fue aceptado en el acto por nosotros ... (luego) se arrepintió argumentando que no perjudicaría a sus hermanos”, afirmó Ricardo Pasquini. Ese fue el momento en el que se quebró del todo la confianza, y avanzó esta denuncia por estafas, señalando a Rigourd como el cabecilla de la maniobra.

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