10 Enero 2015
FELIZ. “Venir a trabajar a Tucumán es el sueño de todo profesional. Es una provincia que respira fútbol”, dijo Tempesta (izq.). foto gentileza del diario república de san luis
Con la ansiedad propia de quien sabe que está por dar el paso más importante de su carrera como técnico, Osvaldo Darío Tempesta recibió ayer la llamada de Oscar Mirkin que lo confirmaba como el nuevo responsable táctico del plantel de San Martín.
“Era algo que presentía que se iba a concretar, sobre todo luego de la charla que mantuve con el presidente. Pero quería ser respetuoso y esperar a que ellos lo anunciaran a la prensa. Estoy orgulloso de poder ir a trabajar a un club de la jerarquía de San Martín, que es el objetivo de cualquier técnico que pretenda trascender en esta profesión”, aseguró el flamante entrenador del “santo” cuando LG Deportiva lo entrevistó telefónicamente, mientras goza de sus últimos días de vacaciones en La Plata.
Tempesta, que la temporada anterior estuvo dirigiendo a Juventud Unida de San Luis, sabe que viene a un club que tiene la obligación de ganar hasta en los entrenamientos. “Es ‘Deportivo Ganar’. Eso lo tengo bien asumido desde el mismo momento que surgió la posibilidad de ir a trabajar a San Martín. Estos son los desafíos que todo entrenador pretende asumir. No cualquiera puede darse el gusto de estar en una entidad de su prestigio. Y esto va más allá de la categoría que milite. Lo mismo ocurre con Talleres de Córdoba, otro de los clubes más grandes de la categoría”, aseguró el entrenador, de 54 años.
Un rol asumido
Tempesta, como hombre de fútbol que es desde sus inicios como futbolista de las inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, reconoce que para que los proyectos futbolísticos perduren deben estar acompañados de resultados. “Acá somos conscientes de que con jugar lindo y vistoso no alcanza. Eso ocurre en cualquier club que uno va a trabajar. En la medida que vayas consiguiendo éxitos, al juego se lo puede ir mejorando”, señaló.
El nuevo técnico no duda en reconocer que cada vez que vino a Tucumán se fue impactado por cómo se vive el fútbol en el Jardín de la República. “Una imagen que nunca olvidaré fue aquella vez que eliminamos a Atlético en su propio estadio con Guillermo Brown de Puerto Madryn, en la temporada 2006/07. Fue tremendo observar a 25.000 hinchas mudos por haber quedado afuera del torneo. Otra más reciente, en la temporada anterior, cuando dirigía a Juventud de San Luis jugamos con San Martín en La Ciudadela. Recuerdo que era tan ensordecedor el aliento del hincha que aunque me paraba al borde del campo no podía hacerme escuchar por mis jugadores. Ahora, a ese aliento lo voy a tener a favor mío”, reconoció emocionado el entrenador.
Por el momento, Tempesta quiere disfrutar de sus últimos días de vacaciones porque sabe que dentro de unos días empezará a escribir las páginas más destacadas de su carrera como técnico de San Martín. En Tucumán lo esperan con los brazos abiertos y con el deseo de que él sea quien acabe con el calvario “santo”.
“Era algo que presentía que se iba a concretar, sobre todo luego de la charla que mantuve con el presidente. Pero quería ser respetuoso y esperar a que ellos lo anunciaran a la prensa. Estoy orgulloso de poder ir a trabajar a un club de la jerarquía de San Martín, que es el objetivo de cualquier técnico que pretenda trascender en esta profesión”, aseguró el flamante entrenador del “santo” cuando LG Deportiva lo entrevistó telefónicamente, mientras goza de sus últimos días de vacaciones en La Plata.
Tempesta, que la temporada anterior estuvo dirigiendo a Juventud Unida de San Luis, sabe que viene a un club que tiene la obligación de ganar hasta en los entrenamientos. “Es ‘Deportivo Ganar’. Eso lo tengo bien asumido desde el mismo momento que surgió la posibilidad de ir a trabajar a San Martín. Estos son los desafíos que todo entrenador pretende asumir. No cualquiera puede darse el gusto de estar en una entidad de su prestigio. Y esto va más allá de la categoría que milite. Lo mismo ocurre con Talleres de Córdoba, otro de los clubes más grandes de la categoría”, aseguró el entrenador, de 54 años.
Un rol asumido
Tempesta, como hombre de fútbol que es desde sus inicios como futbolista de las inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, reconoce que para que los proyectos futbolísticos perduren deben estar acompañados de resultados. “Acá somos conscientes de que con jugar lindo y vistoso no alcanza. Eso ocurre en cualquier club que uno va a trabajar. En la medida que vayas consiguiendo éxitos, al juego se lo puede ir mejorando”, señaló.
El nuevo técnico no duda en reconocer que cada vez que vino a Tucumán se fue impactado por cómo se vive el fútbol en el Jardín de la República. “Una imagen que nunca olvidaré fue aquella vez que eliminamos a Atlético en su propio estadio con Guillermo Brown de Puerto Madryn, en la temporada 2006/07. Fue tremendo observar a 25.000 hinchas mudos por haber quedado afuera del torneo. Otra más reciente, en la temporada anterior, cuando dirigía a Juventud de San Luis jugamos con San Martín en La Ciudadela. Recuerdo que era tan ensordecedor el aliento del hincha que aunque me paraba al borde del campo no podía hacerme escuchar por mis jugadores. Ahora, a ese aliento lo voy a tener a favor mío”, reconoció emocionado el entrenador.
Por el momento, Tempesta quiere disfrutar de sus últimos días de vacaciones porque sabe que dentro de unos días empezará a escribir las páginas más destacadas de su carrera como técnico de San Martín. En Tucumán lo esperan con los brazos abiertos y con el deseo de que él sea quien acabe con el calvario “santo”.
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