08 Enero 2015
Por amor a una mujer, John Wick (Keanu Reeves) ha abandonado hace ya cinco años su trabajo como asesino profesional a las órdenes de la mafia rusa en Nueva York. Sin embargo, en ese tiempo, su esposa ha contraído una enfermedad terminal y, consciente de su destino, le deja un regalo: una cachorra llamada Daisy, que ha comprado en secreto antes de morir y que el viudo recibe por correo tiempo después.
La sucesión de situaciones tristes se volverá dramática cuando Wick se cruce en una estación de servicio con un trío de mafiosos que le roba el auto y, en medio del tiroteo, mata a la mascota. Este episodio será motivo suficiente para que el ex sicario se reencuentre con su oficio de siempre.
El diario La Nación ha destacado que, a sus 50 años, Reeves sigue prefiriendo asumir la mayoría de las escenas que implican destrezas físicas. “Siempre trato de hacer todo lo que puedo en cuanto a la interpretación física. Lo disfruto, me encanta la acción. De esa forma, el espectador tiene la sensación de estar recorriendo el mismo camino que el protagonista”, declaró hace poco el actor.
La sucesión de situaciones tristes se volverá dramática cuando Wick se cruce en una estación de servicio con un trío de mafiosos que le roba el auto y, en medio del tiroteo, mata a la mascota. Este episodio será motivo suficiente para que el ex sicario se reencuentre con su oficio de siempre.
El diario La Nación ha destacado que, a sus 50 años, Reeves sigue prefiriendo asumir la mayoría de las escenas que implican destrezas físicas. “Siempre trato de hacer todo lo que puedo en cuanto a la interpretación física. Lo disfruto, me encanta la acción. De esa forma, el espectador tiene la sensación de estar recorriendo el mismo camino que el protagonista”, declaró hace poco el actor.
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