Amaya negó que la capital le deba al PE $ 670 millones

Amaya negó que la capital le deba al PE $ 670 millones

El intendente reclama refinanciar la deuda La decisión del Gobierno de no reeditar este año el Pacto Social y de convocar a los intendentes a que analicen la deuda que sus municipios mantienen con la Provincia y vean cómo empiezan a saldarla no cayó bien en dos jefes municipales que hoy se encuentran más alejados del alperovichismo: Domingo Amaya (San Miguel de Tucumán) y Juan Enrique Orellana (Famaillá)

 prensa Municipalidad de San Miguel de Tucumán prensa Municipalidad de San Miguel de Tucumán
06 Enero 2015
La matemática es una ciencia exacta; pero a veces en asuntos políticos resulta conveniente afinar el lápiz al momento de escribir algunos números. Eso se desgrana de las declaraciones del intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, que rechazó de plano las cifras difundidas por el Gobierno, respecto de las deudas que los municipios mantienen con la Provincia.

“El informe que da hoy el Ministerio del Interior es poco serio; porque el municipio de San Miguel de Tucumán es el que más se ha desendeudado en estos años, que ha trabajado con mucha responsabilidad y hemos honrado la deuda”, afirmó Amaya, quien suena desde su sector como precandidato para suceder al gobernador, José Alperovich.

Los números a los que se refiere el intendente fueron publicados ayer en LA GACETA. Para el caso del municipio de la capital, la Provincia reconoce una deuda de poco más de $ 670 millones, aunque precisa que está sujeta a ajustes. “Sus números no coinciden con los nuestros. Por ejemplo, ahí figura Consadep con (más de $ 50 millones), cuando en nuestros registros figuran $ 8 millones. Además, no refleja el compromiso del gobernador, de febrero de 2014, que dijo que no se cobrará más el CER ni los intereses al municipio, y ellos lo siguen reflejando. Es mucha plata la que se le carga al municipio en ese informe. Por eso le digo que no es serio”, puntualizó Amaya.

De acuerdo al informe oficial, la Municipalidad de la capital es la que más debe a la Provincia. Pero Amaya relativizó esto. “Si vamos a medir el tema deuda, no somos los que más debemos; porque si hacemos una relación a lo que se difundió -que, insisto, no es la deuda real- estaríamos en $ 1.000 por cada ciudadano que habita en San Miguel de Tucumán; hay municipios que es cuatro veces eso. Si medimos la deuda debemos hacerlo en valores relativos”, reclamó. Y aunque admitió la deuda, precisó que no la contrajo su gestión: “la hemos heredado, y la venimos honrando y pagando; y me puedo jactar que somos uno de los pocos municipios del país que bajamos la planta de personal. Cuando llegamos teníamos casi 6.000 personas, hoy tenemos 5.300”.

El intendente formuló estas declaraciones tras supervisar obras en el bulevar Bernabé Aráoz, entre avenidas Roca e Independencia. “Todo lo que estamos haciendo en los espacios públicos, en las calles, es con ingresos propios, genuinos, del municipio”, expresó.

Tal afirmación disparó la pregunta respecto de si se podrán sostener el nivel y el ritmo de las obras, ahora que el Poder Ejecutivo decidió no renovar este año el Pacto Social y citar a los intendentes a analizar de qué manera empiezan a saldar la deuda que mantienen con la Provincia. “Hace mucho tiempo venimos luchando, pidiendo la refinanciación de la deuda. La Provincia la obtuvo de la Nación en tres oportunidades; el municipio no. Debemos preservar las instituciones; no buscamos salir del Pacto ni pelearnos con nadie; pero si debemos financiarnos solos lo haremos, siempre que se respete lo que pedimos: la refinanciación es un paso muy importante para que el municipio no se vea ahogado y pueda seguir brindando servicio a la gente”, manifestó.

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