03 Enero 2015
BUSCA UN TRUEQUE. Díaz es el emblema de Talleres y Atlético quiere sumarlo para pelear el ascenso a Primera. A cambio del enganche, ofreció a Gastón Giménez. FOTO DE lavoz.com.ar (ARCHIVO)
A menos de una semana para el inicio formal de la pretemporada, en Atlético comenzaron a acelerar los tantos con el tema refuerzos y, a su vez, a mostrar sus intenciones de sumar los futbolistas que pidió Juan Manuel Azconzábal.
Por eso, cuando parecía que estaba caído el pase del colombiano Cristian Palomeque, desde 25 de Mayo y Chile salió un fax con destino a las oficinas de Atlético Nacional de Medellín, Colombia, dueño del pase del extremo que pidió el entrenador. Jugaron al “desinteresado” y volvieron a atacar.
¿Por qué volvió a la carga? Después de oficializar sus intenciones de sumar al moreno, hubo un principio de acuerdo entre las partes. Lo que sigue complicando el sí definitivo es el precio del contrato de Palomeque. En dólares y a un precio importante, teniendo en cuenta la categoría. Desde el Monumental no pierden la fe.
Conocido el caso de Palomeque, aparecieron otros, como la casi inminente llegada del volante central Raúl Poclaba, de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Poclaba era unas de las fijas a arribar a Atlético desde antes de Navidad. Lo que esperaban en el “decano” es que el representante del nacido en Libertador General San Martín les envíe el OK de la rescisión de vínculo de su pupilo con el “lobo” jujeño. Todavía no llegó, aunque aseguran que está al caer.
Lo que también está casi cocinado es un trueque. ¿Cómo? Sí, un intercambio de fichas.
Atlético busca quedarse con Agustín Díaz, el capitán y figura de Talleres (Córdoba) que viene de fracasar en su intento por ascender a la B Nacional.
Díaz es su mejor hombre, pero según dicen en la “T”, el estratega pidió cambiar de aires. Dio todo por la institución, no alcanzó; lo lamenta, pero su carrera debe continuar.
Ahí es donde Atlético apareció como opción. Azconzábal quiere sí o sí a Díaz (para pelear puesto con Francisco Grahl) y para no hablar de dinero, ofreció ceder los servicios de Gastón Giménez, el volante central que no terminó de convencer al entrenador. Giménez es un jugador de proyección, pero sus altibajos en la última temporada lo hicieron quedar al margen, inclusive, de varias convocatorias, tanto con Héctor Rivoira (el que lo trajo) como con el “Vasco”.
Se vienen horas de definiciones, de sorpresas, porque entre mañana y el lunes, además de estos tres posibles refuerzos, caerá a la bolsa un central. A ellos habrá que sumárseles dos carrileros, un lateral zurdo y un goleador. Y todos deben decir presente antes de viajar a Salta, como solicitó el DT.
Por eso, cuando parecía que estaba caído el pase del colombiano Cristian Palomeque, desde 25 de Mayo y Chile salió un fax con destino a las oficinas de Atlético Nacional de Medellín, Colombia, dueño del pase del extremo que pidió el entrenador. Jugaron al “desinteresado” y volvieron a atacar.
¿Por qué volvió a la carga? Después de oficializar sus intenciones de sumar al moreno, hubo un principio de acuerdo entre las partes. Lo que sigue complicando el sí definitivo es el precio del contrato de Palomeque. En dólares y a un precio importante, teniendo en cuenta la categoría. Desde el Monumental no pierden la fe.
Conocido el caso de Palomeque, aparecieron otros, como la casi inminente llegada del volante central Raúl Poclaba, de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Poclaba era unas de las fijas a arribar a Atlético desde antes de Navidad. Lo que esperaban en el “decano” es que el representante del nacido en Libertador General San Martín les envíe el OK de la rescisión de vínculo de su pupilo con el “lobo” jujeño. Todavía no llegó, aunque aseguran que está al caer.
Lo que también está casi cocinado es un trueque. ¿Cómo? Sí, un intercambio de fichas.
Atlético busca quedarse con Agustín Díaz, el capitán y figura de Talleres (Córdoba) que viene de fracasar en su intento por ascender a la B Nacional.
Díaz es su mejor hombre, pero según dicen en la “T”, el estratega pidió cambiar de aires. Dio todo por la institución, no alcanzó; lo lamenta, pero su carrera debe continuar.
Ahí es donde Atlético apareció como opción. Azconzábal quiere sí o sí a Díaz (para pelear puesto con Francisco Grahl) y para no hablar de dinero, ofreció ceder los servicios de Gastón Giménez, el volante central que no terminó de convencer al entrenador. Giménez es un jugador de proyección, pero sus altibajos en la última temporada lo hicieron quedar al margen, inclusive, de varias convocatorias, tanto con Héctor Rivoira (el que lo trajo) como con el “Vasco”.
Se vienen horas de definiciones, de sorpresas, porque entre mañana y el lunes, además de estos tres posibles refuerzos, caerá a la bolsa un central. A ellos habrá que sumárseles dos carrileros, un lateral zurdo y un goleador. Y todos deben decir presente antes de viajar a Salta, como solicitó el DT.
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