“Contar un cuento te conecta con el otro”

En el principio de todo están los cuentos. Los relatos. Las palabras. Dice la antropología -y lo ratifica la neurobiología- que los hombres somos básicamente narradores. Nos gusta escuchar historias. Las llevamos en los genes. Nuestros antepasados, por ejemplo, eran analfabetos; no sabían leer ni escribir, pero sí sabían contar. Un arte que el colombiano-chileno Daniel Hernández ha cultivado desde pequeño y que hoy lo comparte en todo el mundo. Licenciado en Artes Escénicas de la Academia Superior de Artes de Bogotá, Hernández se lanzó al mundo como actor, narrador oral, gestor cultural, músico y docente. Este fin de semana se presentará en Tucumán (ver cronograma aparte) y, por eso, dialogó con LA GACETA.

- ¿Por qué nos gusta que nos cuenten cuentos, seamos niños o viejos?

- Porque contar un cuento te conecta con el otro. Nos miramos a los ojos, y viajamos juntos por los escenarios del cuento. Estos escenarios a su vez se construyen con el imaginario de cada uno haciendo de esta manera propio el relato sin imágenes pre diseñadas.

- ¿Cómo hacen hoy los narradores orales para encontrar material?

- Todo se puede contar. Las fuentes son infinitas. Contamos aun del boca a boca (cuentos contados por otros narradores o por narradores espontáneos), de la literatura escrita, desde la anécdota o de la tradición oral. También se cuentan películas, cortos, noticias e incluso las historias que no se pueden contar.

- ¿Hay clásicos de la narración oral?

- Existen algunos cuentos que por su estructura y contenido son bastante apetecidos por narradores y narradoras de oficio. Muchas veces se ponen de moda incluso por cierta veneración que se puede tener en lo escrito con algunos autores. Pero yo diría que a diferencia de la literatura escrita en el arte de narrar podemos encontrar un sin fin de cuentos maravillosamente contados y que podrían ser clásicos del repertorio de aquellos cultores que hemos dedicado la vida a este oficio.

- ¿Por qué son clásicos? ¿Dónde están las claves para convertirse en un clásico de la narración oral?

- Visto lo anterior, es difícil considerar un cuento oral como clásico o sea, “contado por muchos”. Incluso suele suceder que cuando un cuento comienza a ponerse de moda en el medio, corre el peligro de ser estigmatizado al considerar que todo el mundo lo cuenta y, por eso mismo, dejar de ser contado.

- ¿Qué atributos imprescindible debe tener un narrador oral?

- Para mí, sobre todo debe tener oficio. ¡Contando es como se aprende a contar! Por otra parte debe tener autocrítica, no quedarse en la dimensión del creer sino del crear.

- ¿Tienen la misma capacidad de recepción el público urbano que el rural?

- Sí. La capacidad de recepción es la misma. Simplemente el narrador debe ser consciente de que ambos públicos manejan diferentes códigos y referentes comunes.

- ¿Los temas son los mismos para ambos públicos?

- Yo planteo que si bien hay ciertas temáticas para los diferentes grupos etarios, hay que hacerle caso al los cuentos, ellos tienen sabiduría milenaria y saben cuando y a quien ser contados.