Desde primeras horas de hoy ya puede pagarse el boleto interurbano con la “Metropolitana”
Durante todo enero el plástico convivirá con la compra del pasaje mediante dinero, y hasta marzo los abonos no sufrirán modificaciones En marzo anunciarán una nueva metodología en lo que respecta a los abonos y a los pases para discapacitados. En tanto, estos se seguirán usando como se lo hace ahora
Desde primera hora de hoy los usuarios de las líneas interurbanas de colectivos -de la 100 a la 142- podrán abonar su viaje con la tarjeta Metropolitana. Lo anunció el representante del sector empresario, Sergio Berreta, tras el acto de lanzamiento del sistema plástico. “Ya empezó la distribución de 100.000 tarjetas, en forma gratuita. Los tradicionales puntos de venta de abonos de cada empresa están entregando los plásticos; el único requisito es la carga de $ 30. A partir de mañana (por hoy) está instalada toda la red para la compra y la carga de la tarjeta”, dijo Berreta.
El acto se realizó en el salón Blanco de la Casa de Gobierno. Además de Berreta estuvieron el gobernador, José Alperovich, el presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Jorge Gassenbauer, el secretario de Transporte, Benjamín Nieva, y el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), César González.
Según se había anunciado días atrás, se dispondrán más de 160 puntos de venta y de recarga de la tarjeta -entre otros, agencias de quiniela, quioscos y las empresas-, por las ciudades del Gran San Miguel de Tucumán (Alderetes, Banda del Río Salí, Las Talitas, Lules, Tafí Viejo y Yerba Buena), área de cobertura del servicio interurbano de colectivos. Además de la entrega gratuita de plásticos, se venderán unas 150.000 tarjetas, a $ 15, más el monto que se quiera cargar.
Berreta precisó que este sistema de pago electrónico convivirá con el pago con dinero en efectivo durante todo enero. Pero subrayó que, de acuerdo a lo acordado con el Gobierno y con la dirigencia de UTA, a partir del 1 de febrero sólo se podrá abonar estos viajes con el plástico.
El empresario también se refirió a la modalidad para usuarios de abonos y de pases por discapacidad. “Hasta nuevo aviso, estos métodos siguen funcionando como lo hacen ahora. En marzo haremos un anuncio”, adelantó. Y recordó que la tarjeta Ciudadana -rige para viajes de líneas urbanas dentro de San Miguel de Tucumán- será totalmente compatible con la Metropolitana; es decir, quien cuente con una no precisa obtener la otra.
Berreta destacó el papel del Estado. “Acompañó, puso la tarjeta en manos de quien debe estar, los empresarios. Nos puso normas, nos pautó, nos exigió, nos controló, y hoy estamos lanzando la tarjeta”, dijo. Y aunque admitió que se dieron demoras -el lanzamiento estaba previsto para el 15 de octubre-, señaló que en ningún lugar del país la puesta en vigencia se dio antes de los seis meses. Finalmente, invitó al usuario a visitar el sitio www.metropolitana.com.ar: “verán los puntos de venta y de recarga habilitados”.
González subrayó dos cuestiones que afectan a los choferes, sobre las cuales incidirá la implementación del nuevo sistema. “La implementación de la tarjeta era indispensable por la situación (de inseguridad) que vivíamos, y por la multiplicidad de tareas que hace el trabajador de empresa interurbana, que administra hasta cuatro boletos. Esto aliviana esas tareas y el chofer sólo se dedicará a conducir. Además, no manejará dinero. En San Miguel de Tucumán los hechos delictivos que sufríamos desaparecieron con la Ciudadana. Y con la Metropolitana ocurrirá lo mismo”, estimó.
PUNTO DE VISTA
“Discusión equivocada”
Gustavo Wallberg - Políticas públicas (Federalismo y Libertad)
La discusión por el precio del boleto en San Miguel de Tucumán repite argumentos de hace años porque el esquema tarifario está mal armado. Parece que el colectivo es para quien tiene menor poder adquisitivo y, por tanto, debe subsidiarse. Pero habría también consciencia de que los costos deben cubrirse: se atiende el pedido empresario, pero nunca la cifra reclamada. En consecuencia, este termina subsidiando al pasajero. Pero si la decisión de la comunidad es subsidiar al usuario entonces esta debe pagar el subsidio. Y sería más satisfactorio si este fuera explícito. Dentro del pensamiento predominante ello se lograría si la Municipalidad pagara a la firma la diferencia entre lo que recauda por boletos y los costos de explotación. Entonces, cuando se discutiera la tarifa se vería sólo su importancia como subsidio en vez de considerar el uso contradictorio de fuente de ingresos empresarios. Por supuesto, este esquema requiere un mecanismo -que debería funcionar ahora-: el control del servicio. Esto es, un cuerpo de profesionales, transparente, que vigile costos y condiciones de prestación. Una auditoría de servicios públicos a cuyos resultados de gestión tenga acceso cualquier vecino y con sensibilidad a las iniciativas de grupos ajenos al Gobierno municipal. No es lo único posible de hacer, pero sería una mejora.