29 Diciembre 2014
La UCR exige que Cristina separe a Milani
El diputado Cano y el senador por Jujuy Gerardo Morales consideran que la Presidenta debe relevarlo para facilitar la investigación El candidato a gobernador destacó el rol del fiscal Brito, que el martes solicitó que Milani sea citado a declaración indagatoria por la desaparición del conscripto Ledo
CRÍTICAS. La designación de Milani al frente del Ejército fue cuestionada por referentes políticos y por organismos de derechos humanos no kirchneristas. dyn (archivo)
Los parlamentarios de la Unión Cívica Radical (UCR) Gerardo Morales (senador por Jujuy) y José Cano (diputado por nuestra Provincia) exigieron a la presidenta, Cristina Fernández, que separe de su cargo al jefe del Estado Mayor del Ejército argentino, César Gerardo del Corazón de Jesús Milani. En noviembre de 2012, estos radicales habían denunciado al militar ante la Justicia federal, por su presunta responsabilidad en la desaparición del conscripto riojano Alberto Agapito Ledo -ocurrida en Monteros, en 1976-, y pidieron que se especifique qué tareas había desempeñado en nuestra provincia durante la dictadura y durante el Operativo Independencia. La versión ofrecida por el Ejército a los familiares de Ledo señalaba que este había desertado de la fuerza, pero luego se supo que el acta de deserción -presuntamente confeccionada y firmada por Milani- había sido falsificada.
“Genocida”
“Un genocida no puede seguir al frente del Ejército de la democracia”, afirmaron Morales y Cano, quienes el año pasado aportaron pruebas en la causa por la desaparición de Ledo. Morales, jefe de la bancada de senadores de la UCR, también había denunciado a Milani por enriquecimiento ilícito.
El martes de la semana pasada, el fiscal federal N° 1, Carlos Brito, solicitó al juez federal N° 1, Daniel Bejas, que cite a prestar declaración indagatoria a Milani. En su escrito, el fiscal consideró que el soldado Ledo no había desertado, sino que fue privado ilegítimamente de la libertad y, luego, asesinado; y que el militar habría intervenido en esos hechos con el supuesto carácter de encubridor y de falsificador de documentos públicos. Entre las irregularidades que detectó Brito figuran una carátula tachada (la palabra “Accidente” mecanografiada aparece suprimida por “Deserción” escrita a mano), y fechas y lugares inconsistentes. La defensa de Milani recusó el lunes pasado al fiscal con el argumento del “temor de falta de objetividad”. “A 31 años de democracia los argentinos no nos merecemos un jefe del Ejército represor y genocida. Milani debe rendir cuentas ante la justicia y la Presidenta deber facilitar la investigación, relevándolo de su cargo”, cuestionó Morales.
Al momento de su desaparición -el 17 de junio de 1976-, Ledo tenía 21 años, estudiaba Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, y cumplía el servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja. La “causa Ledo” se abrió en 2007, pero había quedado inactiva desde 2008. Se reactivó el año pasado, a partir de las críticas que se dieron en el marco del ascenso de Milani, paso previo a su designación como jefe del Estado Mayor del Ejército argentino.
Rol clave
Cano destacó la actuación de Brito, con declaraciones que suenan como una velada crítica al próximo fiscal federal N° 2, Pablo Camuña. El pliego de este recibió el miércoles el acuerdo del Senado, con la excepción de los opositores -entre ellos, Morales-; y jurará hoy ante la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Cano y Morales habían acusado a Camuña -de reconocida adhesión al Gobierno nacional- por el archivo de la causa que involucraba a Milani. “En mayo habíamos reclamado conocer el avance de la investigación por la desaparición de Ledo. El activo rol de los fiscales federales en las causas de lesa humanidad es central y fundamental. En particular en casos como este, de sumarios por deserción, que fueron un modo de encubrir la desaparición de soldados durante el terrorismo de Estado y que ha contado con quien hoy dirige al Ejército”, manifestó Cano.
Otras voces, todas opositoras aunque no todas enroladas a un partido político, también se habían pronunciado por la separación de Milani del cargo que ostenta, y porque este se someta a la investigación judicial. Entre otros, la ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) Graciela Fernández Meijide y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
“Genocida”
“Un genocida no puede seguir al frente del Ejército de la democracia”, afirmaron Morales y Cano, quienes el año pasado aportaron pruebas en la causa por la desaparición de Ledo. Morales, jefe de la bancada de senadores de la UCR, también había denunciado a Milani por enriquecimiento ilícito.
El martes de la semana pasada, el fiscal federal N° 1, Carlos Brito, solicitó al juez federal N° 1, Daniel Bejas, que cite a prestar declaración indagatoria a Milani. En su escrito, el fiscal consideró que el soldado Ledo no había desertado, sino que fue privado ilegítimamente de la libertad y, luego, asesinado; y que el militar habría intervenido en esos hechos con el supuesto carácter de encubridor y de falsificador de documentos públicos. Entre las irregularidades que detectó Brito figuran una carátula tachada (la palabra “Accidente” mecanografiada aparece suprimida por “Deserción” escrita a mano), y fechas y lugares inconsistentes. La defensa de Milani recusó el lunes pasado al fiscal con el argumento del “temor de falta de objetividad”. “A 31 años de democracia los argentinos no nos merecemos un jefe del Ejército represor y genocida. Milani debe rendir cuentas ante la justicia y la Presidenta deber facilitar la investigación, relevándolo de su cargo”, cuestionó Morales.
Al momento de su desaparición -el 17 de junio de 1976-, Ledo tenía 21 años, estudiaba Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, y cumplía el servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja. La “causa Ledo” se abrió en 2007, pero había quedado inactiva desde 2008. Se reactivó el año pasado, a partir de las críticas que se dieron en el marco del ascenso de Milani, paso previo a su designación como jefe del Estado Mayor del Ejército argentino.
Rol clave
Cano destacó la actuación de Brito, con declaraciones que suenan como una velada crítica al próximo fiscal federal N° 2, Pablo Camuña. El pliego de este recibió el miércoles el acuerdo del Senado, con la excepción de los opositores -entre ellos, Morales-; y jurará hoy ante la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Cano y Morales habían acusado a Camuña -de reconocida adhesión al Gobierno nacional- por el archivo de la causa que involucraba a Milani. “En mayo habíamos reclamado conocer el avance de la investigación por la desaparición de Ledo. El activo rol de los fiscales federales en las causas de lesa humanidad es central y fundamental. En particular en casos como este, de sumarios por deserción, que fueron un modo de encubrir la desaparición de soldados durante el terrorismo de Estado y que ha contado con quien hoy dirige al Ejército”, manifestó Cano.
Otras voces, todas opositoras aunque no todas enroladas a un partido político, también se habían pronunciado por la separación de Milani del cargo que ostenta, y porque este se someta a la investigación judicial. Entre otros, la ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) Graciela Fernández Meijide y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
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