27 Diciembre 2014
MADRID.- Mariano Rajoy cerró 2014 con un mensaje optimista. “El 2015 será el año del despegue definitivo de la economía española”, aseguró el jefe del Gobierno español desde el Palacio de la Moncloa, sede de la presidencia del gobierno. Ante un año que tiene dos citas electorales importantes, los comicios municipales de mayo y los generales de noviembre, Rajoy incidió en la recuperación de la economía y, especialmente, en la mejora de los datos de empleo.
“Por primera vez desde 2007 se ha creado empleo neto en España”, dijo sobre uno de los problemas que más preocupan al país que en septiembre tenía una tasa de desempleo superior al 23%. “Nuestra prioridad sigue siendo el bienestar de los españoles, y así será hasta que recuperemos el que se llevó la crisis económica. Hace un año les pronostiqué un 2014 mucho mejor y esa previsión se ha cumplido”, señaló.
Con un mensaje que la oposición tilda de “triunfalista”, Rajoy inicia su tercer año de legislatura, marcada hasta ahora por la crisis económica y por las polémicas reformas que ha puesto en marcha desde que asumió el poder. Las encuestas auguran un sismo político en 2015, que podría suponer el fin del bipartidismo en un país que es gobernado desde 1982 alternadamente por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE).
En este contexto, marcado también por el auge de Podemos, el partido contestatario de izquierda que irrumpió con fuerza en España en las elecciones europeas de mayo, Rajoy apeló a la necesidad de salvaguardar la estabilidad.
“Toda esta labor reformista ha sido posible gracias a la estabilidad política e institucional”, apuntó, recordando que otros países desarrollados, como Estados Unidos, Francia o Alemania, también tienen esa alternancia en el poder.
“Cuando deja de pasar (la alternancia), surgen otras cosas que provocan inestabilidad, falta de progreso, retroceso y pérdida de bienestar”, advirtió. Rajoy, quien confirmó que será de nuevo el candidato del PP a la presidencia del gobierno y que no adelantará las elecciones generales, aludió a otro de los problemas que más preocupan a los españoles y que más ha enturbiado la imagen de su partido: la corrupción.
Tras un año con golpes judiciales a tramas en las que fueron imputados miembros y ex miembros del partido gobernante, Rajoy destacó las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo en pro de la transparencia, sin entrar a valorar el reciente procesamiento de Cristina, hermana del rey Felipe VI. “Una de las principales preocupaciones de los españoles han sido las relacionadas con los asuntos de corrupción, una preocupación lógica, justificada y compartida por el gobierno”, dijo. También hizo alusión a otro de los temas que marcaron la agenda política de 2014: el desafío independentista del gobierno de Cataluña, que celebró una consulta soberanista simbólica, tras la impugnación por parte del gobierno central del referendo convocado de forma oficial. “El gobierno de España va estar velando por los intereses de los ciudadanos de Cataluña, apoyando a sus empresas, trabajando para que allí haya una sólida recuperación lo antes posible y, desde luego, propiciando la concordia y el entendimiento entre catalanes”, dijo. Y calificó 2014 como un “año intenso”. En el tuvo lugar la abdicación del rey Juan Carlos, al que agradeció su “entrega” y la llegada al trono de Felipe VI, al que felicitó por el “excelente desempeño de sus funciones”. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, también hizo un balance: “la crisis no es historia”, dijo y reclamó a Rajoy que no utilice la palabra “recuperación” hasta que no se restablezcan los niveles de empleo y de igualdad anteriores a la crisis. (DPA)
“Por primera vez desde 2007 se ha creado empleo neto en España”, dijo sobre uno de los problemas que más preocupan al país que en septiembre tenía una tasa de desempleo superior al 23%. “Nuestra prioridad sigue siendo el bienestar de los españoles, y así será hasta que recuperemos el que se llevó la crisis económica. Hace un año les pronostiqué un 2014 mucho mejor y esa previsión se ha cumplido”, señaló.
Con un mensaje que la oposición tilda de “triunfalista”, Rajoy inicia su tercer año de legislatura, marcada hasta ahora por la crisis económica y por las polémicas reformas que ha puesto en marcha desde que asumió el poder. Las encuestas auguran un sismo político en 2015, que podría suponer el fin del bipartidismo en un país que es gobernado desde 1982 alternadamente por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE).
En este contexto, marcado también por el auge de Podemos, el partido contestatario de izquierda que irrumpió con fuerza en España en las elecciones europeas de mayo, Rajoy apeló a la necesidad de salvaguardar la estabilidad.
“Toda esta labor reformista ha sido posible gracias a la estabilidad política e institucional”, apuntó, recordando que otros países desarrollados, como Estados Unidos, Francia o Alemania, también tienen esa alternancia en el poder.
“Cuando deja de pasar (la alternancia), surgen otras cosas que provocan inestabilidad, falta de progreso, retroceso y pérdida de bienestar”, advirtió. Rajoy, quien confirmó que será de nuevo el candidato del PP a la presidencia del gobierno y que no adelantará las elecciones generales, aludió a otro de los problemas que más preocupan a los españoles y que más ha enturbiado la imagen de su partido: la corrupción.
Tras un año con golpes judiciales a tramas en las que fueron imputados miembros y ex miembros del partido gobernante, Rajoy destacó las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo en pro de la transparencia, sin entrar a valorar el reciente procesamiento de Cristina, hermana del rey Felipe VI. “Una de las principales preocupaciones de los españoles han sido las relacionadas con los asuntos de corrupción, una preocupación lógica, justificada y compartida por el gobierno”, dijo. También hizo alusión a otro de los temas que marcaron la agenda política de 2014: el desafío independentista del gobierno de Cataluña, que celebró una consulta soberanista simbólica, tras la impugnación por parte del gobierno central del referendo convocado de forma oficial. “El gobierno de España va estar velando por los intereses de los ciudadanos de Cataluña, apoyando a sus empresas, trabajando para que allí haya una sólida recuperación lo antes posible y, desde luego, propiciando la concordia y el entendimiento entre catalanes”, dijo. Y calificó 2014 como un “año intenso”. En el tuvo lugar la abdicación del rey Juan Carlos, al que agradeció su “entrega” y la llegada al trono de Felipe VI, al que felicitó por el “excelente desempeño de sus funciones”. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, también hizo un balance: “la crisis no es historia”, dijo y reclamó a Rajoy que no utilice la palabra “recuperación” hasta que no se restablezcan los niveles de empleo y de igualdad anteriores a la crisis. (DPA)