26 Diciembre 2014
Las campañas y los consejos sobre el uso responsable de la pirotecnia han logrado disminuir los índices de ingresos por quemaduras graves en los principales hospitales, dijo hace unos días Oscar Terraza, titular de Defensa Civil municipal.
Sin embargo, cada año en estas épocas hay casos que recuerdan que cualquier recomendación siempre es poca.
En el centro de Salud, hasta ayer por la siesta ingresaron cuatro quemados por uso de pirotecnia. Todos mayores de edad, según confirmó Gustavo Molina, jefe del departamento de Emergencias. “A dos hubo que intervenirlos quirúrgicamente. Uno perdió una falange, y el segundo dos falanges de una mano”, explicó. Las otras personas afectadas presentaban heridas leves y fueron atendidas en el shock room de ese hospital.
Violencia extrema
Por su parte, Juan Masaguer, jefe de Emergentología de la provincia, explicó que las cifras más alarmantes fueron las registradas por heridas con armas blancas o quemaduras, pero no por uso de pirotecnia, sino por uso de alcohol. “Fue una Nochebuena muy violenta”, coincidieron Masaguer y Molina. Hubo incidentes en los que se rociaron con nafta y se prendieron fuego.
En la subjefatura de Policía no hubo registros de pedidos de asistencia por causa de uso de pirotecnia. En general, los consultados coincidieron en que se vieron y escucharon menos fuegos artificiales que otros años.
Sin embargo, cada año en estas épocas hay casos que recuerdan que cualquier recomendación siempre es poca.
En el centro de Salud, hasta ayer por la siesta ingresaron cuatro quemados por uso de pirotecnia. Todos mayores de edad, según confirmó Gustavo Molina, jefe del departamento de Emergencias. “A dos hubo que intervenirlos quirúrgicamente. Uno perdió una falange, y el segundo dos falanges de una mano”, explicó. Las otras personas afectadas presentaban heridas leves y fueron atendidas en el shock room de ese hospital.
Violencia extrema
Por su parte, Juan Masaguer, jefe de Emergentología de la provincia, explicó que las cifras más alarmantes fueron las registradas por heridas con armas blancas o quemaduras, pero no por uso de pirotecnia, sino por uso de alcohol. “Fue una Nochebuena muy violenta”, coincidieron Masaguer y Molina. Hubo incidentes en los que se rociaron con nafta y se prendieron fuego.
En la subjefatura de Policía no hubo registros de pedidos de asistencia por causa de uso de pirotecnia. En general, los consultados coincidieron en que se vieron y escucharon menos fuegos artificiales que otros años.
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