24 Diciembre 2014
EL DUENDE DEL TANGO. Buenos Aires está de luto ante su partida. telediariodigital.net
Era poeta, escritor, compositor, y uno de los mayores estudiosos, defensores y difusores del tango en el mundo. Personaje de la cultura y cultor de la noche porteña, Horacio Ferrer escribió más de doscientas canciones, y varios libros de poesía y de historia del tango.
El compañero de aventuras estéticas de Ástor Piazzolla falleció el domingo a los 81 años. Sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita, a la espera de la cremación, y sus cenizas serán esparcidas en su querido Río de la Plata, informó Télam.
El largo velorio de Ferrer, en la Legislatura porteña, convocó a medio Buenos Aires. Además de sus familiares, encabezados por su mujer, Lulú Michelli, se vio muy conmovido a Alejandro Dolina, a Julia Zenko, Amelita Baltar, Rodolfo García, Gustavo Mozzi, Fabián Bertero, Oscar Fresedo, Hernán Genovese, Raúl Garello y Fernando Suárez Paz, entre muchos. Sandra Mihanovich, Ismael Serrano, Pipi Piazzolla, Iván Noble, Palo Pandolfo y Ricky Pashkus expresaron poéticas despedidas por las redes sociales.
Su primera gran obra junto a Piazzolla fue la ópera “María de Buenos Aires”, un ícono de la música rioplatense que en sus distintas versiones viajó por más de 25 países en las mejores voces.
En 1969 compusieron “Chiquilín de Bachín” y “Balada para un loco” que aportaron a la música ciudadana un perfil de apertura como nunca se había dado. Siguieron “Balada para mi muerte”, “El Gordo triste” -en homenaje a Troilo-, “La bicicleta blanca” y “Los paraguas de Buenos Aires”, hasta llegar 40 obras compartidas. Ferrer, el dandy que parecía recitar cuando hablaba, seguramente ya se reencontró con Ástor y con “Pichuco”.
El compañero de aventuras estéticas de Ástor Piazzolla falleció el domingo a los 81 años. Sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita, a la espera de la cremación, y sus cenizas serán esparcidas en su querido Río de la Plata, informó Télam.
El largo velorio de Ferrer, en la Legislatura porteña, convocó a medio Buenos Aires. Además de sus familiares, encabezados por su mujer, Lulú Michelli, se vio muy conmovido a Alejandro Dolina, a Julia Zenko, Amelita Baltar, Rodolfo García, Gustavo Mozzi, Fabián Bertero, Oscar Fresedo, Hernán Genovese, Raúl Garello y Fernando Suárez Paz, entre muchos. Sandra Mihanovich, Ismael Serrano, Pipi Piazzolla, Iván Noble, Palo Pandolfo y Ricky Pashkus expresaron poéticas despedidas por las redes sociales.
Su primera gran obra junto a Piazzolla fue la ópera “María de Buenos Aires”, un ícono de la música rioplatense que en sus distintas versiones viajó por más de 25 países en las mejores voces.
En 1969 compusieron “Chiquilín de Bachín” y “Balada para un loco” que aportaron a la música ciudadana un perfil de apertura como nunca se había dado. Siguieron “Balada para mi muerte”, “El Gordo triste” -en homenaje a Troilo-, “La bicicleta blanca” y “Los paraguas de Buenos Aires”, hasta llegar 40 obras compartidas. Ferrer, el dandy que parecía recitar cuando hablaba, seguramente ya se reencontró con Ástor y con “Pichuco”.
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