23 Diciembre 2014
¿Dónde está Fidel Castro? La ausencia pública del ex presidente cubano empieza a generar estos días cada vez más interrogantes después de que los gobiernos de Washington y La Habana anunciaran un histórico acuerdo para retomar sus relaciones. Castro no ha publicado ni una línea desde el miércoles, el día en el que su hermano Raúl y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dieran a conocer ante las cámaras el más importante vuelco en medio siglo en las turbulentas relaciones entre los dos países. Tampoco las autoridades han difundido imágenes suyas. No se sabe, por ejemplo, si Castro ha visto a los “Cinco”, los agentes de inteligencia detenidos en 1998 en Estados Unidos y que el veterano revolucionario de 88 años, convirtió en un emblema de su enemistad con Washington.
Los últimos tres ex espías llegaron el miércoles a La Habana tras ser excarcelados como parte del acuerdo sellado por Obama y Raúl Castro tras meses de negociaciones secretas. Desde entonces, a los “Cinco” se les ha celebrado en múltiples actos públicos. Los cubanos están acostumbrados -en realidad- a la ausencia de Fidel. El ex presidente está retirado de la vida pública. La última vez que se le vio fuera de su casa fue en enero, cuando visitó de forma inesperada una galería de arte. Las imágenes del veterano líder doblado por la edad dieron la vuelta al mundo.
Su silencio llama ahora la atención en días en que todos los ojos del mundo están puestos en la isla. “Él va a escribir una ‘reflexión’ estos días, cómo no”, cree Rogelio Cutiño, músico, frente al Malecón, el conocido paseo marítimo de la capital. “Él siempre sale. De éstos dijo que volverán, y volvieron”, lo secunda Mario Martín, aludiendo a una frase de Fidel Castro que se convirtió en consigna para la causa de los “Cinco” en la última década. Las interrogantes giran también en torno al papel que puede haber jugado el líder cubano en el acercamiento con su viejo enemigo ideológico. Pese a que no ejerce el poder desde 2006, en la isla parece inconcebible que Fidel no haya estado al tanto de las negociaciones entre su hermano y Obama. “Estoy segura de que está muy feliz y que debe haber participado en todas estas decisiones”, aseguró su sobrina, Mariela Castro, a la CNN.
La hija de Raúl Castro, conocida activista por los derechos de las minorías sexuales y parlamentaria, también se mostró convencida de que su tío “en cualquier momento escribirá alguna de sus ‘reflexiones’ habituales”. Desde que una grave enfermedad intestinal lo forzó a dejar el poder en 2006, vive retirado en su casa en el Oeste de La Habana, dedicado a sus estudios o a seguir la actualidad internacional.
El ex mandatario también escribe esporádicamente sus “reflexiones”, los artículos de opinión que reproducen siempre el “Granma” y los demás medios oficiales, y que publicaba copiosamente después de su convalecencia en 2007. Las “reflexiones”, sin embargo, se han vuelto cada vez más escasas. Las últimas, elogiando el aporte cubano a la lucha contra el ébola en África los publicó a mediados de octubre. Pocos días antes había escrito un texto sobre un editorial de “The New York Times”, que hoy parece premonitorio. El diario es un “órgano de prensa que en determinadas circunstancias traza pautas sobre la línea política más conveniente a los intereses de su país”, señaló entonces Castro sobre ese texto en el que influyente periódico neoyorquino pedía el final del embargo sobre Cuba. ¿Estaba entonces Fidel al tanto de las negociaciones? Es una interrogante que quizá despeje pronto él mismo. Por ahora, le cede el protagonismo político a su hermano.
Los últimos tres ex espías llegaron el miércoles a La Habana tras ser excarcelados como parte del acuerdo sellado por Obama y Raúl Castro tras meses de negociaciones secretas. Desde entonces, a los “Cinco” se les ha celebrado en múltiples actos públicos. Los cubanos están acostumbrados -en realidad- a la ausencia de Fidel. El ex presidente está retirado de la vida pública. La última vez que se le vio fuera de su casa fue en enero, cuando visitó de forma inesperada una galería de arte. Las imágenes del veterano líder doblado por la edad dieron la vuelta al mundo.
Su silencio llama ahora la atención en días en que todos los ojos del mundo están puestos en la isla. “Él va a escribir una ‘reflexión’ estos días, cómo no”, cree Rogelio Cutiño, músico, frente al Malecón, el conocido paseo marítimo de la capital. “Él siempre sale. De éstos dijo que volverán, y volvieron”, lo secunda Mario Martín, aludiendo a una frase de Fidel Castro que se convirtió en consigna para la causa de los “Cinco” en la última década. Las interrogantes giran también en torno al papel que puede haber jugado el líder cubano en el acercamiento con su viejo enemigo ideológico. Pese a que no ejerce el poder desde 2006, en la isla parece inconcebible que Fidel no haya estado al tanto de las negociaciones entre su hermano y Obama. “Estoy segura de que está muy feliz y que debe haber participado en todas estas decisiones”, aseguró su sobrina, Mariela Castro, a la CNN.
La hija de Raúl Castro, conocida activista por los derechos de las minorías sexuales y parlamentaria, también se mostró convencida de que su tío “en cualquier momento escribirá alguna de sus ‘reflexiones’ habituales”. Desde que una grave enfermedad intestinal lo forzó a dejar el poder en 2006, vive retirado en su casa en el Oeste de La Habana, dedicado a sus estudios o a seguir la actualidad internacional.
El ex mandatario también escribe esporádicamente sus “reflexiones”, los artículos de opinión que reproducen siempre el “Granma” y los demás medios oficiales, y que publicaba copiosamente después de su convalecencia en 2007. Las “reflexiones”, sin embargo, se han vuelto cada vez más escasas. Las últimas, elogiando el aporte cubano a la lucha contra el ébola en África los publicó a mediados de octubre. Pocos días antes había escrito un texto sobre un editorial de “The New York Times”, que hoy parece premonitorio. El diario es un “órgano de prensa que en determinadas circunstancias traza pautas sobre la línea política más conveniente a los intereses de su país”, señaló entonces Castro sobre ese texto en el que influyente periódico neoyorquino pedía el final del embargo sobre Cuba. ¿Estaba entonces Fidel al tanto de las negociaciones? Es una interrogante que quizá despeje pronto él mismo. Por ahora, le cede el protagonismo político a su hermano.
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