Guillermo Vilas, uno de los más grandes tenistas, sino el máximo, que dio la Argentina, no tuvo reparo en sostener que "el tenis argentino bajó mucho" en las últimas temporadas en relación a que "no quedan súper grandes", además de mencionar que su hija Anadanin será su "sucesora porque se me parece en todo". "Los jóvenes destacados de hoy siempre juegan bien, pero les falta algo", le manifestó a Télam el gran Willy, tras recibir un tributo del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires al cumplirse 40 años del primero de los tres Olimpia de Oro que recibió en 1974,1975 y 1977.
El marplatense ahondó en su crítica al comentar que "salen chicos, pero los profesores tienen la obligación de sacar jugadores y no ir a buscar por si encuentran a alguien que juega bien y decirle 'bueno vos aquí te quedas', no es así".
Vilas cree que "les falta una mano que los lleve despacito, no veo jugadores nuevos" y con su espíritu docente, dijo "a mí me gustaría darles una mano, pero en este tipo de cosas todo lo hace el jugador o el que administra a ese jugador". Y relató "varias veces me acerqué a algún chico que estaba jugando y enseguida aparecía una persona corriéndome, que me decía 'mirá este es mi jugador, no sé qué querés'. Por eso digo que esa celosía manda al tenis para atrás".
Vilas resaltó que "se ha mezclado el dinero con la profesión, así el tenis en la Argentina está con un toque de baja, no obligatoriamente mala, sino tristemente peligrosa para los propios jugadores y jugadoras, que van a estar dispersados". Otro punto que destacó sobre el profesionalismo es que "impone cosas que obligan al jugador adquirir técnicas que son importantes, pero a muchos no les interesa". (Télam)