Un elegido que tuvo su premio

Paradojas de la vida. El domingo 14, alrededor de las 13, en el autódromo de Olavarría, todas eran voces de consuelo y mensajes de fortaleza para Lucas Mohamed, que acababa de llegar a su box luego de abandonar minutos antes la final de la C-2 del TN, con lo cual perdió su chance de coronarse campeón, luego de una espectacular temporada. Ayer, martes 16, exactamente a las 13, las voces de los presentadores de la entrega de premios de LA GACETA al “Mejor Deportista del Año” nombraron al yerbabuenense como ganador de la distinción más importante. Y entonces los gestos fueron de felicitación, los rostros fueron de alegría, las expresiones de emoción, por un logro “inesperado”, según el propio elegido.

“Cuando me preparaba para asistir a la ceremonia, pensaba: me van a entregar un premio, no sé si me lo merezco, no logré el objetivo de ser campeón. Decidí ir para participar de la ceremonia y compartir un momento con el resto de los deportistas, que tanto sacrificio, empeño y cosas buenas hacen”, contó con sinceridad.

El asunto fue que Lucas llegó al hotel Sheraton acompañado por su esposa, Marianela y sus hijos Lucas Jr. y Selim. Al rato se sumaron su papá “Lito” y su mamá, Margarita. El entorno familiar lo distendió, así como encontrarse con amigos y conocidos. Durante la ceremonia, aplaudió a cada premiado, recibió gentilmente el suyo como el mejor del automovilismo y, al momento de subir al escenario con los demás elegidos para conocer quién sería el más destacado, ocupó un lugar casi de incógnito.

“Pensaba que Tejerizo, Monasterio o algunos de los otros muchachos y chicas que tenían buenas chances de ganar. Pero dijeron mi nombre y me tembló todo. Quería llorar, creo que ni una sonrisa se vio de mí cuando me dieron el trofeo. No me caían las fichas”, relató sobre el momento culminante.

- ¿Hubieras querido ganar el premio en otras circunstancias?

- Es probable. Igual agradezco que me hayan elegido (N. de la R: recibió el 31% de los votos del jurado). Seguro que vieron bien mi temporada de manera integral y no tanto la definición del domingo; consideraron tal vez que corro con un auto totalmente hecho en Tucumán, con todo lo que eso significa cuando se trata de luchar en un contexto nacional. Lo que sí tengo en claro es que llegué a esto por la gente, por el cariño que me dan, en las buenas y en las malas. Ganar este premio fue como recibir la caricia que me faltaba. Y ahora, a devolverles a todos algo de lo que me dan. Que será, sin dudas, traer finalmente a Tucumán el título.