16 Diciembre 2014
CONMOCIÓN. El veedor fue sometido a una neurocirugía en el hospital Padilla.
La violencia se expande como un cáncer que amenaza con acabar con el deporte. Un veedor fue sometido a una neurocirugía en el hospital Padilla después de haber sufrido una salvaje agresión en un partido de futsal.
Anoche, en el estadio de Central Norte, Ramírez de Velazco y Barrio Modelo, disputaban un encuentro crucial por el torneo de ascenso de la categoría. Los jugadores y cuerpo técnico del primer equipo, enojados por los fallos arbitrales, comenzaron a agredir a los árbitros Brian Segovia y a Rubén Jerez. Los jugadores de Barrio Modelo, al observar lo que estaba ocurriendo, formaron un escudo humano para proteger a los jueces y marcharse del lugar.
Sin embargo, al costado del campo, quedó el veedor Ernesto González, por lo que fue agredido por los integrantes del equipo de Ramírez, que en esos momentos, estaban acompañados por unos 40 simpatizantes. "Recibió un golpe que lo hizo caer, y cuando estaba en el suelo, recibió varias patadas en la cabeza y en distintas partes del cuerpo", explicó Facundo Nanterne Giacchino, árbitro de la Liga Tucumana de Fútbol y máximo referente de esta disciplina en la provincia.
"Cuando volvimos a la cancha, encontramos a Ernesto tirado en el suelo, pálido y totalmente mareado. Además descubrimos que nos habían robado a mí y a Jérez, pero también de los jugadores que estaban esperando para disputar el encuentro", agregó Segovia.
González fue trasladado en ambulancia al Padilla. Hoy, a las 14.30, fue intervenido quirúrgicamente para extraerle un coágulo de la cabeza. Actualmente está en observación y los médicos deberán esperar para conocer su evolución.
"Estamos muy apenados por todo lo que ocurrió. Nunca antes en el futsal había ocurrido algo así. Por eso hicimos la denuncia en la Policía para los agresores paguen por lo que hicieron", concluyó Nanterne Giacchino.
Anoche, en el estadio de Central Norte, Ramírez de Velazco y Barrio Modelo, disputaban un encuentro crucial por el torneo de ascenso de la categoría. Los jugadores y cuerpo técnico del primer equipo, enojados por los fallos arbitrales, comenzaron a agredir a los árbitros Brian Segovia y a Rubén Jerez. Los jugadores de Barrio Modelo, al observar lo que estaba ocurriendo, formaron un escudo humano para proteger a los jueces y marcharse del lugar.
Sin embargo, al costado del campo, quedó el veedor Ernesto González, por lo que fue agredido por los integrantes del equipo de Ramírez, que en esos momentos, estaban acompañados por unos 40 simpatizantes. "Recibió un golpe que lo hizo caer, y cuando estaba en el suelo, recibió varias patadas en la cabeza y en distintas partes del cuerpo", explicó Facundo Nanterne Giacchino, árbitro de la Liga Tucumana de Fútbol y máximo referente de esta disciplina en la provincia.
"Cuando volvimos a la cancha, encontramos a Ernesto tirado en el suelo, pálido y totalmente mareado. Además descubrimos que nos habían robado a mí y a Jérez, pero también de los jugadores que estaban esperando para disputar el encuentro", agregó Segovia.
González fue trasladado en ambulancia al Padilla. Hoy, a las 14.30, fue intervenido quirúrgicamente para extraerle un coágulo de la cabeza. Actualmente está en observación y los médicos deberán esperar para conocer su evolución.
"Estamos muy apenados por todo lo que ocurrió. Nunca antes en el futsal había ocurrido algo así. Por eso hicimos la denuncia en la Policía para los agresores paguen por lo que hicieron", concluyó Nanterne Giacchino.
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