15 Diciembre 2014
UN SALTO DE CALIDAD. Gustavo Bou, que fue resistido por los simpatizantes, terminó siendo uno de los goleadores del campeonato. REUTERS
BUENOS AIRES.- El veterano Diego Milito cumplió su sueño y el de su hijo al volver a Racing. Encima se consagró campeón, elevando su imagen a la categoría de ídolo indiscutido. Así lo posicionaron los hinchas con la estruendosa ovación que dieron al jugador que rechazó millonarias ofertas en ligas poco competitivas.
“Volví para esto, es una enorme felicidad y es increíble el cariño que recibo de la gente”, dijo Milito, de 35 años, después de la victoria sobre Godoy Cruz. “No lo puedo creer, esto fue la coronación de un sueño que teníamos, es único. Fue mérito de todos, realmente lo merecimos”, agregó.
Milito había dejado Racing para su aventura europea hace 13 años, coincidiendo con el último título de la “Academia” cuando rompió 35 años sin campeonatos.
El atacante también cumplió el anhelo de su hijo Leandro, un hincha rabioso de la “Academia” de siete años que se sacó el gusto de ver a su padre consagrarse campeón con el equipo de sus amores. “Él lo vive de una manera muy especial”, dijo Milito semanas antes de la consagración.
“Cuando me fui sabía que iba a volver”, destacó el atacante. Milito asumió un serio compromiso con Racing, convirtiéndose en un referente para los más jóvenes del plantel. Pese a que cuando se marchó no se fue como ídolo, sus buenas actuaciones en la vuelta construyeron un romance con los hinchas, uno de los cuales le pidió un autógrafo para tatuarse.
“Es una locura, no lo entiendo. Es lo más loco que me pidieron”, dijo días atrás. Y eso no es lo único. Un grupo de hinchas quiere erigir una estatua con su figura, tal como lo hizo en 2001 con el técnico Reinaldo Merlo. “Están locos”, dijo Milito al ser consultado por la particular idea. (Reuters)
Videla: un festejo merecido, pero con bronca incluida
BUENOS AIRES.- Ezequiel Videla terminó de volverse clave en Racing. Fue un león en el medio y una vez que logrado el objetivo salió a rugir con todo.
Primero el ex Colón se acordó de su familia. “Esto es una alegría, un sueño. Se lo regalo a mi viejo que está en el cielo. A todo Cosquín, a mi hija...”, enumeró emocionado el jugador que se ganó el corazón del hincha “académico” con la actitud que desplegó partido a partido.
Sin embargo, el pelilargo no tuvo pelos en la lengua para seguir su declaración con polémica en medio de los festejos, e incluso subido en andas. “Esto también es para todos los boludos que hablaron antes de tiempo”, tiró. Días antes también había “atacado” a aquellos a quienes acusó con querer mufar al equipo, que necesitaba de un último triunfo para ser campeón. Pero ¿a quién se refirió Ezequiel en su descargo? Eso no lo dijo y capaz es algo que no se sabrá.
El volante cerró la nota con otra frase picante ante el periodista que lo entrevistó en medio de los festejos: “¿te puedo hacer una pregunta? ¿Puedo festejar o tengo que esperar una semana?” ¿Explicará en la semana el motivo de su bronca? (Especial)
“Volví para esto, es una enorme felicidad y es increíble el cariño que recibo de la gente”, dijo Milito, de 35 años, después de la victoria sobre Godoy Cruz. “No lo puedo creer, esto fue la coronación de un sueño que teníamos, es único. Fue mérito de todos, realmente lo merecimos”, agregó.
Milito había dejado Racing para su aventura europea hace 13 años, coincidiendo con el último título de la “Academia” cuando rompió 35 años sin campeonatos.
El atacante también cumplió el anhelo de su hijo Leandro, un hincha rabioso de la “Academia” de siete años que se sacó el gusto de ver a su padre consagrarse campeón con el equipo de sus amores. “Él lo vive de una manera muy especial”, dijo Milito semanas antes de la consagración.
“Cuando me fui sabía que iba a volver”, destacó el atacante. Milito asumió un serio compromiso con Racing, convirtiéndose en un referente para los más jóvenes del plantel. Pese a que cuando se marchó no se fue como ídolo, sus buenas actuaciones en la vuelta construyeron un romance con los hinchas, uno de los cuales le pidió un autógrafo para tatuarse.
“Es una locura, no lo entiendo. Es lo más loco que me pidieron”, dijo días atrás. Y eso no es lo único. Un grupo de hinchas quiere erigir una estatua con su figura, tal como lo hizo en 2001 con el técnico Reinaldo Merlo. “Están locos”, dijo Milito al ser consultado por la particular idea. (Reuters)
Videla: un festejo merecido, pero con bronca incluida
BUENOS AIRES.- Ezequiel Videla terminó de volverse clave en Racing. Fue un león en el medio y una vez que logrado el objetivo salió a rugir con todo.
Primero el ex Colón se acordó de su familia. “Esto es una alegría, un sueño. Se lo regalo a mi viejo que está en el cielo. A todo Cosquín, a mi hija...”, enumeró emocionado el jugador que se ganó el corazón del hincha “académico” con la actitud que desplegó partido a partido.
Sin embargo, el pelilargo no tuvo pelos en la lengua para seguir su declaración con polémica en medio de los festejos, e incluso subido en andas. “Esto también es para todos los boludos que hablaron antes de tiempo”, tiró. Días antes también había “atacado” a aquellos a quienes acusó con querer mufar al equipo, que necesitaba de un último triunfo para ser campeón. Pero ¿a quién se refirió Ezequiel en su descargo? Eso no lo dijo y capaz es algo que no se sabrá.
El volante cerró la nota con otra frase picante ante el periodista que lo entrevistó en medio de los festejos: “¿te puedo hacer una pregunta? ¿Puedo festejar o tengo que esperar una semana?” ¿Explicará en la semana el motivo de su bronca? (Especial)
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