13 Diciembre 2014
Los punteros políticos son quienes dirigen la vigilancia alrededor de los supermercados
Con el fin de borrar las imágenes dejadas por el caos de los desmanes del año pasado, el Gobierno echó mano del aparato oficialista Dos referentes barriales reconocieron que trabajan para el legislador alperovichista Emiliano Vargas Aignasse. Dicen que su función es “estar alertas siempre”
EN LOS ALREDEDORES. Los guardias civiles recorren las inmediaciones de los centros comerciales para alertar sobre cualquier tipo de desmanes. la gaceta / fotos de diego aráoz
La seguridad ante todo. Esa es la premisa del Gobierno para este diciembre en el que quiere borrar las imágenes que dejó el caos de los saqueos del año pasado. Para conseguirlo el oficialismo no sólo recurrió a un numeroso y fuerte despliegue de la fuerza pública que, a diferencia de 2013, está custodiando las calles y que, al parecer, no tiene previsto hacer ninguna protesta que la lleve a dejar de cumplir con su obligación. Este año el alperovichismo miró hacia dentro de sus propias filas y le pidió a su dirigencia que colabore para evitar los desmanes que costaron la vida de ocho personas.
Es así como, desde el martes, las inmediaciones de las sucursales de las principales cadenas de supermercados que funcionan en la provincia se poblaron de grupos de hombres vestidos con pecheras amarillas que, en algunos casos, llevan impresa la palabra seguridad. Esa presencia diseñada, según dijeron, para disuadir o informar acerca de posibles intentos de saqueo esta controlada por punteros políticos que responden a la dirigencia oficialista.
Ese es el caso de las dirigentes barriales Claudia Lazarte y Dora Chávez que explicaron que hacen política en el circuito electoral 14 A (Villa 9 de Julio) y que responden a las órdenes del legislador Emiliano Vargas Aignasse. “Las personas que están trabajando en este operativo son desocupados que viven en los barrios en los que militamos. Se hizo una reunión con nuestros dirigentes (Vargas Aignasse) en donde se explicó lo que teníamos que hacer y nos dijeron que estaremos en los supermercados hasta el 31 (de este mes)”, puntualizó Lazarte, que lidera el grupo que vigila la sucursal de los supermercados VEA ubicada en la avenida Gobernador del Campo al 1.100 que fue arrasada el año pasado.
“La gente del gobierno”, tal como los denominan en los supermercados, trabaja por turnos (de 8 a 13 o de 13 a 22) y son grupos de unos 25 hombres. Las autoridades de los comercios deciden cuál es la manera más conveniente de distribuirlos. Pueden custodiar los alrededores de los supermercados, estar en los accesos o quedarse al resguardo de los depósitos donde se acopia la mercadería que se expende. Todo está organizado y trabajan en forma conjunta con los policías afectados al operativo “Felices Fiestas” coordinado por el Ministerio de Seguridad Ciudadana.
“Chicos, no molestemos. Tenemos que estar atentos todo el tiempo”, son algunas de las consignas con las que los punteros arengan a estos Vigías Civiles (así se los denomina en el Poder Ejecutivo) para que no descuiden en ningún momento su trabajo. Esos breves diálogos pueden escucharse sólo con pasar cerca de estos grupos de pecheras amarillas. Pero, en algunos casos, se visten con las pecheras del político que representan, como es el caso de los vigías que custodian los alrededores de la sucursal de Chango Más en Banda del Río Salí. Ellos lucen las pecheras azules del dirigente Darío Montero que, según suena en la interna peronista, podría ser candidato a intendente en la tierra que hoy gobierna Zacarías Khoder.
La incorporación de estos civiles a la custodia de los supermercados que se suman a los policías que prestan servicios adicionales (como mínimo las empresas suelen contratar entre 3 y 4 uniformados por turno para estas funciones) se tomó con naturalidad. “En nuestro caso decidimos que se dividan entre el depósito y la entrada. No quisimos que estén todos al frente del local porque hay mucha susceptibilidad y cuando los clientes ven mucha gente prefieren no entrar a comprar”, explicó Marcelo Malpeli, subgerente de la sucursal de los supermercados Luque, de avenida Benjamín Aráoz al 1.100.
Pero, además de ser desocupados, los vigías deben tener otras cualidades de acuerdo con la explicación que dio Juan, un puntero que dirige la custodia de la sucursal de Chango Más de Jujuy al 2.700. “Acá tenemos karatecas, boxeadores y personas capaces de enfrentar un intento de saqueo”, afirmó aludiendo a que el temperamento militante también puede ser útil para la seguridad.
Es así como, desde el martes, las inmediaciones de las sucursales de las principales cadenas de supermercados que funcionan en la provincia se poblaron de grupos de hombres vestidos con pecheras amarillas que, en algunos casos, llevan impresa la palabra seguridad. Esa presencia diseñada, según dijeron, para disuadir o informar acerca de posibles intentos de saqueo esta controlada por punteros políticos que responden a la dirigencia oficialista.
Ese es el caso de las dirigentes barriales Claudia Lazarte y Dora Chávez que explicaron que hacen política en el circuito electoral 14 A (Villa 9 de Julio) y que responden a las órdenes del legislador Emiliano Vargas Aignasse. “Las personas que están trabajando en este operativo son desocupados que viven en los barrios en los que militamos. Se hizo una reunión con nuestros dirigentes (Vargas Aignasse) en donde se explicó lo que teníamos que hacer y nos dijeron que estaremos en los supermercados hasta el 31 (de este mes)”, puntualizó Lazarte, que lidera el grupo que vigila la sucursal de los supermercados VEA ubicada en la avenida Gobernador del Campo al 1.100 que fue arrasada el año pasado.
“La gente del gobierno”, tal como los denominan en los supermercados, trabaja por turnos (de 8 a 13 o de 13 a 22) y son grupos de unos 25 hombres. Las autoridades de los comercios deciden cuál es la manera más conveniente de distribuirlos. Pueden custodiar los alrededores de los supermercados, estar en los accesos o quedarse al resguardo de los depósitos donde se acopia la mercadería que se expende. Todo está organizado y trabajan en forma conjunta con los policías afectados al operativo “Felices Fiestas” coordinado por el Ministerio de Seguridad Ciudadana.
“Chicos, no molestemos. Tenemos que estar atentos todo el tiempo”, son algunas de las consignas con las que los punteros arengan a estos Vigías Civiles (así se los denomina en el Poder Ejecutivo) para que no descuiden en ningún momento su trabajo. Esos breves diálogos pueden escucharse sólo con pasar cerca de estos grupos de pecheras amarillas. Pero, en algunos casos, se visten con las pecheras del político que representan, como es el caso de los vigías que custodian los alrededores de la sucursal de Chango Más en Banda del Río Salí. Ellos lucen las pecheras azules del dirigente Darío Montero que, según suena en la interna peronista, podría ser candidato a intendente en la tierra que hoy gobierna Zacarías Khoder.
La incorporación de estos civiles a la custodia de los supermercados que se suman a los policías que prestan servicios adicionales (como mínimo las empresas suelen contratar entre 3 y 4 uniformados por turno para estas funciones) se tomó con naturalidad. “En nuestro caso decidimos que se dividan entre el depósito y la entrada. No quisimos que estén todos al frente del local porque hay mucha susceptibilidad y cuando los clientes ven mucha gente prefieren no entrar a comprar”, explicó Marcelo Malpeli, subgerente de la sucursal de los supermercados Luque, de avenida Benjamín Aráoz al 1.100.
Pero, además de ser desocupados, los vigías deben tener otras cualidades de acuerdo con la explicación que dio Juan, un puntero que dirige la custodia de la sucursal de Chango Más de Jujuy al 2.700. “Acá tenemos karatecas, boxeadores y personas capaces de enfrentar un intento de saqueo”, afirmó aludiendo a que el temperamento militante también puede ser útil para la seguridad.
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