Por Miguel Eduardo Décima
05 Diciembre 2014
LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
Mucho menos de lo pensado, le costó a San Martín conseguir el pasaje a una nueva instancia de la Copa Argentina 2014/15. Los “santos”, sin exigirse demasiado, golearon a Vélez San Ramón de Santiago del Estero por 4-0, en el partido que se jugó anoche en La Ciudadela, ante regular cantidad de espectadores.
Por lo observado en los 90 minutos, sin dudas, al encuentro le sobraron 79 minutos. Es que al local sólo le bastaron 11 minutos para establecer una clara diferencia ante un adversario muy modesto que fue el sparring adecuado para que San Martín despidiera el año deportivo con una victoria.
Con una facilidad llamativa, Rolando Serrano, poniéndose el traje de goleador implacable, primero de cabeza y luego de derecha, estableció un 2-0 que prácticamente sentenció el partido.
Esa diferencia abismal de jerarquía entre uno y otro equipo, el local fue edificando una clara victoria ante un rival que recién a 27’ se arrimó con peligro a la valla defendida por Juan Carrera.
Extrañamente, la visita dejó jugar demasiado libre a Albano Becica. Un verdadero pecado capital por la capacidad que mostró el cordobés para manejar con maestría cada uno de los avances de su equipo. En los segundos 45 minutos, decayeron sensiblemente las acciones, pues San Martín se dedicó a hacer correr la pelota. Esto no le impidió estirar la ventaja en los pies de Maximiliano Velasco que ingresó por Gonzalo Rodríguez. El oriundo de Villa María demostró en ese lapso del partido su capacidad de definidor.
Para el análisis queda la presentación en sociedad de futbolistas surgidos en la cantera “santa”. Para tener bien en cuenta a un jugador como Ricardo Ibarra que aprovechó la chance que le dio Martos para demostrar que puede ser un futbolista importante en la próxima temporada.
Ahora habrá que esperar para saber cuál será el futuro de algunos jugadores que anoche parecen haber jugado su último partido en el club.
Por lo observado en los 90 minutos, sin dudas, al encuentro le sobraron 79 minutos. Es que al local sólo le bastaron 11 minutos para establecer una clara diferencia ante un adversario muy modesto que fue el sparring adecuado para que San Martín despidiera el año deportivo con una victoria.
Con una facilidad llamativa, Rolando Serrano, poniéndose el traje de goleador implacable, primero de cabeza y luego de derecha, estableció un 2-0 que prácticamente sentenció el partido.
Esa diferencia abismal de jerarquía entre uno y otro equipo, el local fue edificando una clara victoria ante un rival que recién a 27’ se arrimó con peligro a la valla defendida por Juan Carrera.
Extrañamente, la visita dejó jugar demasiado libre a Albano Becica. Un verdadero pecado capital por la capacidad que mostró el cordobés para manejar con maestría cada uno de los avances de su equipo. En los segundos 45 minutos, decayeron sensiblemente las acciones, pues San Martín se dedicó a hacer correr la pelota. Esto no le impidió estirar la ventaja en los pies de Maximiliano Velasco que ingresó por Gonzalo Rodríguez. El oriundo de Villa María demostró en ese lapso del partido su capacidad de definidor.
Para el análisis queda la presentación en sociedad de futbolistas surgidos en la cantera “santa”. Para tener bien en cuenta a un jugador como Ricardo Ibarra que aprovechó la chance que le dio Martos para demostrar que puede ser un futbolista importante en la próxima temporada.
Ahora habrá que esperar para saber cuál será el futuro de algunos jugadores que anoche parecen haber jugado su último partido en el club.
NOTICIAS RELACIONADAS