02 Diciembre 2014
CHARLA. Cadetes de la Policía explican técnicas de seguridad a estudiantes. la gaceta / foto de analía jaramillo
Un grupo de alumnos de la escuela Comercio N°3 que recibe clases de apoyo los sábados por la mañana recibió una charla informativa acerca de cómo se debe utilizar el sistema de emergencias 911. También fueron instruidos acerca de las estrategias que pueden utilizar para evitar situaciones de inseguridad tanto en las redes sociales como en la vía pública.
En la explicación del uso del 911, los pasantes universitarios que reciben las llamadas que entran al sistema les indicaron que lo primero que deben decir siempre es dónde está ocurriendo el hecho que denuncian y qué es lo que está sucediendo. Con esas dos indicaciones, según explicaron, ya pueden enviar un móvil policial. De acuerdo con la representación realizada, precisamente, el mayor problema que tienen cuando reciben una llamada es que quienes usan el sistema, en su desesperación, pocas veces indican el lugar donde tiene que ir la Policía y que no explican con claridad lo que ocurre.
Mauricio y Martín fueron dos de los alumnos que estuvieron en la charla (sus apellidos se reservan porque son menores de edad) y viven, respectivamente, en las inmediaciones del Cementerio del Norte y en el barrio Copiat II y dijeron que hubo ocasiones en las que tuvieron que llamar, pero que nunca fueron atendidos.
En este sentido, los universitarios informaron que el 911 funciona con un sistema de llamada en espera y que, si se corta el teléfono, volverán a ocupar el último lugar en la línea de espera. En este sentido Anahí, otra de las alumnas, dijo hace unos tres meses tuvo que llamar porque le habían robado la moto a su madre.
A su vez, Agostina (otra estudiante) contó una situación de inseguridad que le tocó vivir. “Salía del club Belgrano y caminaba a mi casa que queda cerca de Rondeau y Jujuy y me di cuenta de que dos hombres me estaban siguiendo. Tuve que volver al club para pedirle a mis compañeras que me acompañen”, dijo la adolescente.
En este sentido, los cadetes de la Escuela de Policía que también disertaron para los alumnos recomendaron evitar en todo momento una confrontación con los asaltantes, a la vez que sugirieron no caminar por calles oscuras o desoladas. Además, explicaron que pueden utilizar el reflejo de los vidrios de las casas para ver si los siguen.
En cuanto al uso de las redes sociales, los adolescentes reconocieron que ignoraban que poner tantos datos suyos y de sus actividades pudieran poner en riesgo su seguridad. “No sabía que nos podían robar las fotos para ‘postearlas’ en cualquier lugar”, admitió Nadia, luego de que le explicaran que muchas delincuentes usan fotos de Facebook para subirlas en sitios pornográficos. Por otra parte, otra adolescente contó que hace un mes le robaron el celular cuando caminaba junto con su madre por el barrio Alejandro Heredia.
El ministerio de Seguridad considera que estas charlas permiten mejorar la prevención y mejorar el uso de la nuevas tecnologías que usa la Policía.
En la explicación del uso del 911, los pasantes universitarios que reciben las llamadas que entran al sistema les indicaron que lo primero que deben decir siempre es dónde está ocurriendo el hecho que denuncian y qué es lo que está sucediendo. Con esas dos indicaciones, según explicaron, ya pueden enviar un móvil policial. De acuerdo con la representación realizada, precisamente, el mayor problema que tienen cuando reciben una llamada es que quienes usan el sistema, en su desesperación, pocas veces indican el lugar donde tiene que ir la Policía y que no explican con claridad lo que ocurre.
Mauricio y Martín fueron dos de los alumnos que estuvieron en la charla (sus apellidos se reservan porque son menores de edad) y viven, respectivamente, en las inmediaciones del Cementerio del Norte y en el barrio Copiat II y dijeron que hubo ocasiones en las que tuvieron que llamar, pero que nunca fueron atendidos.
En este sentido, los universitarios informaron que el 911 funciona con un sistema de llamada en espera y que, si se corta el teléfono, volverán a ocupar el último lugar en la línea de espera. En este sentido Anahí, otra de las alumnas, dijo hace unos tres meses tuvo que llamar porque le habían robado la moto a su madre.
A su vez, Agostina (otra estudiante) contó una situación de inseguridad que le tocó vivir. “Salía del club Belgrano y caminaba a mi casa que queda cerca de Rondeau y Jujuy y me di cuenta de que dos hombres me estaban siguiendo. Tuve que volver al club para pedirle a mis compañeras que me acompañen”, dijo la adolescente.
En este sentido, los cadetes de la Escuela de Policía que también disertaron para los alumnos recomendaron evitar en todo momento una confrontación con los asaltantes, a la vez que sugirieron no caminar por calles oscuras o desoladas. Además, explicaron que pueden utilizar el reflejo de los vidrios de las casas para ver si los siguen.
En cuanto al uso de las redes sociales, los adolescentes reconocieron que ignoraban que poner tantos datos suyos y de sus actividades pudieran poner en riesgo su seguridad. “No sabía que nos podían robar las fotos para ‘postearlas’ en cualquier lugar”, admitió Nadia, luego de que le explicaran que muchas delincuentes usan fotos de Facebook para subirlas en sitios pornográficos. Por otra parte, otra adolescente contó que hace un mes le robaron el celular cuando caminaba junto con su madre por el barrio Alejandro Heredia.
El ministerio de Seguridad considera que estas charlas permiten mejorar la prevención y mejorar el uso de la nuevas tecnologías que usa la Policía.