La exclusión de la hostería de San Javier del patrimonio

La exclusión de la hostería de San Javier del patrimonio

No es la primera vez. En otras ocasiones, la Legislatura tucumana procedió en forma intempestiva para sancionar una ley sin que se hayan efectuado las consultas ni dictámenes pertinentes. En esta oportunidad, le tocó el turno al patrimonio arquitectónico, tan vapuleado en los últimos lustros. En el comienzo de la sesión del viernes pasado, un legislador oficialista solicitó que se considerara sobre tablas el proyecto de separar la ex hostería de San Javier del listado de inmuebles protegidos por su valor histórico y cultural.

Luego de concluida la lectura del orden del día, otro legislador alperovichista defendió el proyecto, afirmando que la medida iba a contribuir a la reactivación del rubro hotelero y en consecuencia, el turismo provincial iba a beneficiarse. Tras la exposición, el oficialismo pasó a votar la iniciativa, sin permitir que los representantes de la oposición expusieran sus puntos de vista. Pese a las quejas, el oficialismo aprobó la medida. “Ya está votado”, dijo el mentor del proyecto, ante los gritos de los opositores .

Es decir que no se obró conforme con lo que prescribe la Ley N° 7.500 (Sistema de Protección del Patrimonio Cultural de la Provincia) ni se solicitó el dictamen vinculante previo de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural. Tampoco la iniciativa pasó por la comisión de Cultura de la Legislatura.

Una de las integrantes de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural señaló que se avanzó de manera inconsulta. “Nadie puede estar en desacuerdo con el desarrollo turístico, siempre que se resguarde nuestro patrimonio. Es muy serio que pueda modificar de esta manera el listado de edificios protegidos”, dijo y anunció que se analizarán las vías para pedir que se anule la desafectación del hotel de San Javier. El titular de la Cámara de Turismo sostuvo que no está en contra de la ley ni de la comisión. “El turismo y la cultura van de la mano, pero no se debe limitar el derecho sobre las propiedades y, con ello, las posibilidades de hacer inversiones para que estas se mantengan en el tiempo... Ningún inversor privado pondrá un peso en algo que perderá desde el momento en que lo compre. Si no se puede explotar (el inmueble) ni vender, se logra un efecto contrario al que, supongo, persigue la ley”, dijo.

La hostería fue inaugurada el 12 de octubre de 1942 con el nombre de Anta Muerta, el mismo día en que el gobernador Miguel Critto fundó el pueblo de San Javier. Luego, en 1960, se le incorporaron nuevas dependencias durante la gobernación de Celestino Gelsi. En el verano de 1960 y 1961 funcionó allí un anexo del Casino de Tucumán. El emplazamiento de la hostería, por aquellos años, cambió la fisonomía de la villa y se convirtió en un atractivo tanto para los tucumanos, como para los visitantes de otras provincias.

¿Por qué no seguir los caminos que marcan las normas vigentes? ¿Por qué no someter a estudio la iniciativa como sucede -o debería ocurrir- con todas, especialmente las que proponen un enajenamiento patrimonial? ¿Por qué impedir el debate y apelar al autoritarismo de la mayoría si todo es transparente? ¿A qué se le teme? ¿Qué se pretende esconder?

Esta decisión legislativa del oficialismo, que despierta lógicas suspicacias, pone en evidencia una vez más el menosprecio de una buena parte de sus integrantes por la ley, sentando la contradicción de que el órgano que las elabora, no las respeta. No es otra cosa que una falta de respeto a la sociedad.

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