01 Diciembre 2014
DESAHOGO. “El Bebu” Girolami, un piloto tan veloz como polémicopor su forma de conducir, derramó lágrimas de emoción ayer en el podio tras su primer título grande. foto especial corsa
Con margen a favor no podía fallar en la definición y eso hizo Néstor Girolami, que es el nuevo campeón del Súper TC 2000. Su performance fue de la mano con la labor de Peugeot, que empezó y terminó a lo grande. Por ello, como hace 19 años en el TC 2000 con Juan María Traverso, el “león” es rey de la selva en la categoría.
En 2012 la marca francesa apostó a la experiencia del equipo DTA de Ulises Armellini, que se la jugó por Girolami, en su peor momento: “El Bebu” venía de ser suspendido por la ACTC en la última fecha del TC en 2011 tras ser protagonista del fatal accidente de Guido Falaschi. Girolami renació de sus cenizas y para “potenciarlo”, como indicó Armellini, le trajeron como compañero de equipo este año a Agustín Canapino, quien no tiene una buena relación con “El Bebu”. Todo acompañado por el fuerte apoyo de la terminal.
Desde el inicio en Rafaela que Girolami fue protagonista. La bisagra llegó en la sexta fecha, en los 200 Kilómetros de Buenos Aires, donde logró la primera de sus cuatro poles (las otras en Chaco, Santa Fe y Termas de Río Hondo) y ganó con su invitado, Mauro Giallombardo. Esa alarma para el hasta entonces puntero y hombre a batir, Norberto Fontana, se terminó de plasmar en la octava cita en el callejero de Santa Fe, con su doblete triunfal y la punta del torneo que mantuvo hasta la última fecha en Potrero de los Funes. Allí “El Bebu” clasificó 6° e hizo una carrera inteligente. “Fue muy larga y desgastante. Podía pasar cualquier cosa. Por eso no arriesgué cuando me superaron Ledesma, Guerrieri y Canapino”, explicó tras ser cuarto en la final que ganó Facundo Ardusso (Fiat) y lograr su primer título nacional. Peugeot también se quedó con los títulos de Marcas y Equipos.
Por otro lado, la cita puntana tuvo un punto caliente cuando los dos rivales de Girolami por la corona, Leonel Pernía y Canapino, se tocaron en la vuelta final. “Me pegó para pasarme, la única manera para poder hacerlo”, dijo “El Tanito”. “Dejó el hueco, yo me tiré y cuando vio que lo pasaba se cerró”, contó “El Titán”, luego excluido por esa maniobra y por una similar con Werner.
Volviendo al campeón, en su cumbre no se olvidó de esos días negros: “Se lo dedico a Guido (Falaschi). Me ayudó a lograrlo. Siempre me acompañó y estuvo al lado mío. Cuando pasó lo suyo fue el día más duro de mi vida”, reconoció.
En 2012 la marca francesa apostó a la experiencia del equipo DTA de Ulises Armellini, que se la jugó por Girolami, en su peor momento: “El Bebu” venía de ser suspendido por la ACTC en la última fecha del TC en 2011 tras ser protagonista del fatal accidente de Guido Falaschi. Girolami renació de sus cenizas y para “potenciarlo”, como indicó Armellini, le trajeron como compañero de equipo este año a Agustín Canapino, quien no tiene una buena relación con “El Bebu”. Todo acompañado por el fuerte apoyo de la terminal.
Desde el inicio en Rafaela que Girolami fue protagonista. La bisagra llegó en la sexta fecha, en los 200 Kilómetros de Buenos Aires, donde logró la primera de sus cuatro poles (las otras en Chaco, Santa Fe y Termas de Río Hondo) y ganó con su invitado, Mauro Giallombardo. Esa alarma para el hasta entonces puntero y hombre a batir, Norberto Fontana, se terminó de plasmar en la octava cita en el callejero de Santa Fe, con su doblete triunfal y la punta del torneo que mantuvo hasta la última fecha en Potrero de los Funes. Allí “El Bebu” clasificó 6° e hizo una carrera inteligente. “Fue muy larga y desgastante. Podía pasar cualquier cosa. Por eso no arriesgué cuando me superaron Ledesma, Guerrieri y Canapino”, explicó tras ser cuarto en la final que ganó Facundo Ardusso (Fiat) y lograr su primer título nacional. Peugeot también se quedó con los títulos de Marcas y Equipos.
Por otro lado, la cita puntana tuvo un punto caliente cuando los dos rivales de Girolami por la corona, Leonel Pernía y Canapino, se tocaron en la vuelta final. “Me pegó para pasarme, la única manera para poder hacerlo”, dijo “El Tanito”. “Dejó el hueco, yo me tiré y cuando vio que lo pasaba se cerró”, contó “El Titán”, luego excluido por esa maniobra y por una similar con Werner.
Volviendo al campeón, en su cumbre no se olvidó de esos días negros: “Se lo dedico a Guido (Falaschi). Me ayudó a lograrlo. Siempre me acompañó y estuvo al lado mío. Cuando pasó lo suyo fue el día más duro de mi vida”, reconoció.
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